Gianni Agnelli abandonó hoy la presidencia de la empresa automotora italiana Fiat, la locomotora de la economía privada de este país europeo.
La firma, radicada en la ciudad norteña de Turín, representa cuatro por ciento del producto interno bruto de Italia.
Agnelli, que tiene 75 años y es jefe de uno de los mayores grandes clanes familiares europeos, puso en práctica este miércoles el anuncio que formulara el 11 de diciembre pasado.
"Ni siquiera los cardenales con más de 75 años votan en los consistorios", había señalado en aquella ocasión.
En Italia, cuando se habla del "Avvocato" (el Abogado, con a mayúscula), todos saben que se hace referencia al hombre que en 1966 tomó las riendas de la mayor compañía automovilística italiana y una de las principales de Europa.
Con su rostro surcado por las arrugas, Agnelli se negó siempre a ingresar en la vida política, aunque su voz era escuchada con más atención que la prestada a cualquier dirigente de primer plano y a pesar de que en 1991 fue nombrado senador vitalicio.
El dirigente empresarial concedió apenas dos años de su vida a la presidencia de la patronal Confindustria (1974-76), pero no pasa un solo domingo sin ir al estadio de Turín a alentar al Juventus, equipo del cual no es solamente su mayor "tifoso" (hincha) sino también su propietario.
"Empecé a vivir en la Fiat desde la mitad de 1943, cuando me llamó mi abuelo", Giovanni Agnelli, quien había fundado la empresa en 1889, contó al diario La Stampa, del cual también es dueño.
El abuelo le organizó entonces un período de aprendizaje en diversos sectores de la empresa: producción, comercial, administración.
A las nueve de la mañana "il Avvocato" está en su oficina. "Me despierto temprano, no por virtud sino por insomnio, tan temprano que no me atrevo a decirlo, pero a las seis y media, cuando ya se puede llamar por teléfono, ya he visto y leído un montón de cosas", dijo.
Agnelli, sin embargo, no se retirará a sus "cuarteles de invierno", ya que no sólo mantendrá la presidencia honoraria de la Fiat sino también la presidencia activa del Instituto Financiero Industrial (IFI), la financiera de la familia.
La Fiat es un verdadero imperio, formado por 800 sociedades que operan en 58 países, cuya facturación alcanzó en 1994 a 42.000 millones de dólares, con una ganancia neta de 623 millones.
En enero último se ubicó en segunda posición en Europa en su ramo, después de la alemana Volkswagen, con 13,5 por ciento de la cuota total del mercado.
Además de los automóviles, la familia Agnelli tiene intereses en el sector agroalimentario, las finanzas, el turismo, la prensa, el fútbol. La mayor parte de las inversiones del clan (36 por ciento) está radicada en Italia, 35 por ciento en el resto de Europa y el 29 por ciento restante en otras partes del mundo.
Un 15 por ciento de la producción de la Fiat se concentra en Brasil, proporción que deberá llegar a 25 por ciento en los próximos tres años, gracias a una inversión de 500 millones de dólares.
La Fiat lanzó en 1993 el modelo Punto, con gran éxito comercial, al convertirse en el auto más vendido en Europa (62.0000 unidades).
En 1995 comercializó diez nuevos modelos, entre los cuales Bravo y Brava. Al 31 de enero de 1996, se habían agotado 195.000 unidades de estos dos últimos tipos.
En abril la empresa empezará a producir un automóvil destinado a los países del Tercer Mundo. El modelo, que se llamará Palio, se fabricará en Argentina y Brasil primeramente y luego en Turquía, Sudáfrica, Marruecos, Polonia y tal vez en India.
La Fiat estima que su futuro no se encuentra en Europa ni en Estados Unidos, sino en el sudeste asiático, en el Pacífico y que se mantendrá en América Latina, especialmente en Argentina y Brasil.
El grupo industrial estudia actualmente la posibilidad de instalarse en India y China, donde ya está presente con una de sus sociedades, Iveco, que construye camiones.
El nuevo presidente de la Fiat es Cesare Romiti, un ingeniero de 72 años, quien era hasta hoy gerente general de la firma. Aplicando la misma regla que se otorgó Agnelli, podrá estar al frente de la empresa automovilística de Turín sólo durante tres años.
El período de Romiti servirá sobre todo para que culmine su preparación Giovanni Alberto Agnelli, de 31 años, hijo de Umberto, hermano menor de Giovanni. Este joven dirige hoy la Piaggio, firma que construye la mítica motocicleta Vespa, creada hace precisamente 50 años.
"He dejado la Fiat en manos seguras", dijo Agnelli en su discurso de despedida ante el Consejo de Administración de la empresa al referirse a Romiti.
"A pocos hombres le es concedida la fortuna de elegir los tiempos y las formas de alejarse del fruto de su propio trabajo", señaló.
"Aunque sin responsabilidades directas, pero como presidente honorario y accionista, continuaré participando en la vida de la empresa y siguiendo sus direcciones estratégicas", advirtió.
Agnelli recordó que cuando inició su gestión como presidente, la Fiat tenía 135.000 trabajadores y producía un millón de autos. Hoy emplea a 240.000 personas y fabrica más de 2.300.000 vehículos. (FIN/IPS/jp/dg/if/96).