Fuertes resistencias ha tenido que sortear el secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher, para lograr que los presidentes de América Central concurran a un almuerzo de trabajo previsto para el lunes en la capital de El Salvador.
El poco entusiasmo obedece, fundamentalmente, a la decepción de los gobiernos de América Central ante la política exterior de la administración del presidente Bill Clinton hacia el istmo y hacia América Latina en general, y ante el incumplimiento de reiteradas promesas.
"No es una ocasión excepcional. Es una oportunidad para intercambiar ideas como lo hemos hecho tantas otras veces", dijo a IPS un funcionario de la cancillería costarricense.
Detrás de esa mesurada declaración se esconde el resentimiento del ismo porque en dos años el gobierno de Clinton no ha podido cumplir con promesas que ha hecho desde hace dos años. "Hoy estamos igual que entonces", afirmó el funcionario, que pidió no ser identificado.
La promesa más importante para la región es la de un tratamiento similar al rsservado por Estados Unidos a los otros dos miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), México y Canadá.
América Central, preocupada porque el TLC desviaría muchas de las inversiones en el istmo hacia México, pidió a Estados Unidos que le diera a sus productos las mismas prerrogativas arancelarias que tienen los mexicanos en el mercado estadounidense.
La administración Clinton accedió a esa petición, pero en dos años nada se ha concretado.
No obstante, el director de política exterior de la cancillería costarricense, Melvin Sáenz, considera que "en algo" se ha progresado.
"Sabemos que el gobierno de Estados Unidos ha avanzado mucho en la concreción de recursos presupuestarios para poder abrir paso a la paridad", dijo Sáenz, pero admitió que es difícil, en los nueve meses que le restan al gobierno Clinton, que se logren resultados concretos.
El tema de la paridad frente al TLC tiene dos componentes. El primero de ellos es legislativo, lo que significa que el Congreso debe aprobar una ley que conceda a los países centroamericanos estas ventajas.
El segundo es el de los recursos presupuestarios con los que el gobierno estadounidense haría frente al impacto económico que significaría extender los beneficios y exoneraciones de que disfrutan los productos mexicanos. Este es el punto que ya parece estar resuelto.
El primero, el de la ley, difícilmente se conseguirá en un año saturado de política interna en Estados Unidos.
No obstante, la paridad ante el TLC será, según Sáenz, uno de los temas que analizarán los mandatarios y cancilleres del istmo con Christopher.
Otros dos puntos de la reunión serán el combate al crimen organizado, pues Washington tiene gran interés en la lucha contra las bandas de tráfico ilegal de personas hacia Estados Unidos, y contra el contrabando de vehículos robados.
El tercer tema será el de cooperacion en materia ambiental. Estados Unidos y America Central tienen un programa de cooperación en esta área, denominado Concausa.
Este programa ha avanzado a través de la implementación conjunta, un mecanismo mediante el cual los países desarrollados cumplen con su obligación de reducir las emisiones de gases que causan el efecto invernadero, mediante la fijación de dióxido de carbono en bosques de otros países.
Sáenz dijo que, al parecer, Estados Unidos cuenta ya con los recursos necesarios para seguir con la segunda etapa de ese programa.
Pese a que hay una agenda diseñada para la reunión, el poco interés de los centroamericanos en el encuentro con Christopher se reflejó en la escasa asistencia de mandatarios a la cita que se perfiló en un primer momento.
A principios de semana se dijo que el presidente de Costa Rica no asistiría porque estaba preparando la visita que inicia el 1 de marzo a El Vaticano y Holanda.
Además, se argumentó que se le había dado al mandatario hondureño, Carlos Roberto Reina, la representación centroamericana en el encuentro.
El presidente de Guatemala, Alvaro Arzú, tampoco asistiría porque tiene previsto un viaje a México y desde Belice se anunció que tampoco viajaría a El Salvador el primer ministro Manuel Esquivel.
Esta situación parece haber molestado al Departamento de Estado, que lo habría hecho saber. El jueves la cancillería costarricense anunció que Figueres asistirá a la cita.
Todavía no hay seguridad sobre quienes participarán, pero el presidente Reina dijo el jueves que "parece que a última hora asistirán todos los presidentes" y mencionó también a la nicaragüense Violeta Chamorro y al panameño Ernesto Pérez Balladares.
No son nuevas las críticas de América Central y América Latina, en general, a la política exterior -o más bien la ausencia de ella- de Estados Unidos hacia la región.
Sáenz señaló que en el fondo, América Latina no figura dentro de los primeros puntos de la política exterior de Estados Unidos.
América Central será la primera estación de la primera gira que Christopher efectúa a América Latina, porque el martes abandonará El Salvador para seguir viaje hacia Chile, Argentina, Brasil y el Caribe. (FIN/IPS/mso/dg/ip-if/96).