Las cordiales relaciones entre el gobierno de Honduras y el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (Codeh) sufrieron hoy un brusco giro por las acusaciones del organismo sobre la vigencia de los escuadrones de la muerte y las ejecuciones extrajudiciales.
Rompiendo la tradicional ponderación que lo ha caracterizado, el presidente Carlos Roberto Reina acusó al responsable del Codeh, Ramón Custodio, de ser un "fanático" que sólo busca el desprestigio del país.
"Soy amigo del doctor Custodio desde hace más de 30 años y lamento que caiga en el fanatismo, porque con eso sólo le hace daño a Honduras", dijo Reina al conocer el informe 1995 que presentó la institución sobre la situación de los derechos humanos en el país.
Custodio, dijo, "califica las muertes violentas de ejecuciones extrajudicuales y yo lo reto a que me presente pruebas, porque atribuir cualquier muerte a un gobierno que lucha denodadamente – igual o más que él- por los derechos humanos es caer en el fanatismo, el irrespeto y abandonar las posiciones honradas", señaló.
Sostuvo que siempre ha admirado la valentía de Custodio, pero que no le "gusta" que "quien se dice amigo, juzge a un gobierno por hechos que todos" lamentan y condenan".
El balance 1995 del Codeh, presentado este martes, denuncia la vigencia del escuadrón de la muerte 3-16, responsable en la década pasada de la desaparición forzada de 187 personas por causas políticas e ideológicas.
Asimismo, señala la existencia de otro grupo paramilitar que opera desde las instalaciones de la policía en Tegucigalpa y que sería esponsable de la muerte de 57 presuntos delincuentes sólo en 1995.
Según el organismo, en los dos años de la administración del presidente Reina fueron ejecutadas 79 personas "que se quiere hacer ver como delincuentes comunes".
Custodio señaló que el Comité ha registrado uno a uno los casos, y en su mayoría los ejecutados son ex militares vinculados al batallón 3-16 y su muerte "evidencia todos los procesos de una ejecución extrajudicial".
Custodio, quien se encuentra en Washington, sostuvo que estas denuncias fueron presentadas oportunamente a Reina y a la Fiscalía y la policía civil, sin que se haya obtenido respuesta.
El Codeh señala que no acusó a Reina de violador a los derechos humanos, sino que le 'advierten' que supervise la labor de los militares que estarían haciéndole una "guerra sucia" para desacreditarlo.
El Comité, que presentó fotografías del local donde operaría el batallón 3-16, denunció la existencia de una campaña para desprestigiar a los grupos humanitarios y dividir a la sociedad sobre el tema de las desapariciones forzadas de los 80.
Sin embargo, Reina recalcó que hablar de escuadrones de la muerte sólo es producto de una "mente fanática". "Creo que hay irregularidades y vamos a investigar, pero no a permitir que se desprestigie al país", afirmó.
El Codeh ha saludado la voluntad de Reina de desmilitarizar la sociedad, pero destacó la lentitud con que se ha operado ese proceso.
De acuerdo alorganismo, todos los días se producen en Honduras tres violaciones a los derechos humanos. (FIN/IPS/tm/dg/ip-hd/96).
