Representantes del gobierno de Guatemala y de la guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) se reunirán este juves y viernes en la ciudad de México para tratar de dar una nueva dinámica al proceso de paz, informaron fuentes oficiales.
El coordinador de la gubernamental Comisión de Paz (Copaz), Gustavo Porras, designado para este cargo la semana pasada, opinó que lo más importante de esa reunión es el nuevo giro que pueden tomar las negociaciones.
Porras dijo este miércoles a la prensa en el aeropuerto La Aurora antes de partir a México que existen condiciones favorables para lograr avances muy importantes en el diálogo.
"Esta es una reunión de presentación de la nueva Copaz, de elaboración de la agenda y diseño de la metodología que vamos a seguir. No es una reunión en la que se esperen acuerdos o preacuerdos de fondo", señaló.
Porras, un ex militante revolucionario, es hoy uno de los hombres mas influyentes del derechista Partido de Avanzada Nacional (PAN), en el poder desde el pasado 14 de enero.
Según manifestó, ésta quizás sea la primera vez a lo largo del proceso de paz que comenzó hace cinco años en que "existe un espacio de coincidencias bastante amplio" entre el gobierno y la guerrilla.
Porras no quiso conjeturar sobre posibles fechas para la firma definitiva de la paz, porque "luego los plazos son difíciles de cumplir", pero insistió en que no imagina mejores condiciones para la reanudación del diálogo y la pronta firma de la paz.
"Hay voluntad de lograr acuerdos concretos, quizás una discusión menos circunscrita a los detalles y más relacionada con los aspectos funtamentales", destacó.
Representantes del gobierno de Alvaro Arzú y de la URNG mantuvieron cinco reuniones informales previas, la última de ellas en Roma la semana pasada, a las que Porras calificó de fundamentales, porque permitieron "desde antes de las elecciones el conocimiento personal que siempre es importante".
El encuentro que comienza este jueves contará con la mediación de Naciones Unidas, a cargo del francés Jean Arnault, quien funge como moderador desde 1994.
El coordinador de Copaz, que tambien es secretario privado del presidente Arzú, indicó que México continuará siendo la sede de las conversaciones entre gobierno y guerrilla, ya que ese país ha sido "un excelente lugar para el proceso de paz".
Señaló que el gobierno guatemalteco no ha recibido presiones de Naciones Unidas, ni del Grupo de Países Amigos,-integrado por México, Estados Unidos, Colombia, Venezuela, España y Noruega- para finalizar el diálogo de paz.
Sin embargo, admitió que la comunidad internacional "necesita resultados" en el corto plazo, ya que "de alguna manera han comprometido su prestigio en el logro de la paz en Guatemala".
La última reunión entre gobierno y guerrilla se llevó a cabo a mediados de diciembre pasado, cuando aún gobernaba Guatemala Ramiro de León.
Por su parte, Miguel Angel Sandoval, del equipo político – diplomático de la URNG, en declaraciones a la prensa en México, indicó que en esta nueva reunión se buscará ante todo establecer términos importantes para el desarrollo de la negociación.
Sandoval indicó que dentro de los términos a acordar puede surgir un nuevo cronograma para los temas pendientes, aunque ello dependerá de los planteamientos que presenten las partes.
Lo más importante, agregó, es que se ratifique el formato de negociación que se ha venido utilizando, así como el documento base del tema socioeconómico que está en manos de las partes.
El tema de aspectos socioeconómicos y situación agraria, que se trató durante nueve meses en 1995, mientras gobernaba de León, aún no ha concluído, y es considerado por los analistas como uno de los más difíciles, más aún que el de "fortalecimiento del poder civil y función del ejército en una sociedad democrática", que también falta tratar.
Las conversaciones gobierno-guerrilla, que se iniciaron en 1991, tratan de poner fin al último conflicto armado de América Central, que lleva ya 35 años y ha causado más de 150.000 muertos.
La reiniciación del diálogo se produce tres días antes de la visita oficial que el presidente Arzú hará a México, entre el domingo y el martes próximos, en la que se entrevistará con su par mexicano Ernesto Zedillo.
Arzú visitará también el sureste mexicano, donde aún permanecen refugiados alrededor de 40.000 guatemaltecos que huyeron de la guerra en su etapa más álgida a finales de los años 70 y principios de los 80. (FIN/IPS/cz/dg/ip/96)