El abogado que representa a una monja francesa asesinada por un oficial naval argentino declaró que ciertas especulaciones de que las autoridades de Buenos Aires entregarán al acusado para que sea procesado en Francia, "son pura fantasía".
No obstante, el abogado Jacques Miquel apuntó que el caso aún sigue vigente en Argentina y, teniendo en cuenta que criminales de guerra nazis fueron juzgados en Francia décadas más tarde, el asesino, capitán de corbeta Alfredo Astiz, algún día estará en el banquillo de los acusados ante un tribunal francés.
El caso tambien podría ser reabierto en Buenos Aires, según un magistrado de Buenos Aires que esta semana examinó fotografías policiales de los cadáveres de dos mujeres encontrados en un bidón de petróleo, un año despues de la desaparición de las religiosas.
Astiz fué sentenciado "in absentia" a cadena perpetua en Francia por su papel en el secuestro y desaparicion de las monjas Alice Dumont y Leonie Duquet. Las víctimas figuraron entre las decenas de miles de personas desaparecidas durante la "guerra sucia" de los militares en Argentina, librada contra supuestos militantes izquierdistas a fines de los anos '70.
Según medios de Buenos Aires, el presidente argentino Carlos Menem habría ordenado un estudio de alto nivel sobre la posibilidad de entregar a Astiz, si los tribunales garantizan clemencia previa y libertad de movimientos. Miquel rechazó esa versión.
"Esas condiciones están dictadas por la fantasía", declaró. "Es imposible imaginar que Astiz no apelará con éxito contra su extradición, basándose en que no obtendrá un proceso 'justo' en un tribunal francés", dijo. "Además, no puedo pensar que Menem desafíe de esa manera a los militares argentinos".
"Sin embargo, es interesante que Menem y Argentina brinden la posibilidad de plantear esas cuestiones", agregó.
El caso de las monjas asesinadas cobró actualidad a raíz de la visita de tres días de Menem a Francia, que finalizó el miércoles. El mandatario llegó para impulsar el comercio bilateral, atraer inversiones francesas y obtener el aval de París para ingresar a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Menem tambien esta haciendo promoción de su país para que sea sede de los Juegos Olímpicos en el 2004.
A pesar que el presidente argentino y su homólogo francés son amigos personales, y de los esfuerzos de Menem para mantener cerrado el caso de las monjas, Francia ha seguido manteniendo una orden de captura internacional contra Astiz y todavía reclama una investigación sobre las víctimas.
Menem declaró el miércoles que "todo lo que fué posible hacer se hizo", pero no dió detalles ni referencia alguna sobre el caso, durante su diálogo con Chirac. Aseguró que se harán todos los esfuerzos para encontrar e identificar a las monjas desaparecidas.
Representantes de seis organizaciones humanitarias francesas se encontraron con el ministro argentino de Relaciones Exteriores, Guido Di Tella, quien acompañó a Menem en su estadía en París.
Un vocero de una de las seis, Amnistía Internacional, citó a Di Tella, quién indicó que la investigación "era difícil" debido a que los militares argentinos "no la permiten".
Siempre citando al ministro, Amnesty dijo que el gobierno argentino "no puede arriesgar un golpe de estado". Voceros de la embajada argentina en París no estuvieron disponibles para formular algún comentario.
Astiz, quién fué obligado a retirarse de la Armada a partir de marzo, no puede ser procesado en Argentina debido a la ley de "obediencia debida", aprobada durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín, la cual absuelve a oficiales subalternos de crímenes perpetrados durante la "guerra sucia".
Su retiro, seguido de una orden de aceptar su licenciamiento total en septiembre, fué considerado un intento para evitar que el caso motivara excesiva atención durante la visita de Menem.
"Por supuesto que vamos a seguir pidiendo la extradición de Astiz, para que el caso pueda ser ventilado en los tribunales", declaró Miquel a IPS. "No obstante, su retorno no dependerá de las familias de los asesinados y desaparecidos, tampoco de los abogados y ni siquiera de los líderes políticos franceses".
"Dependerá de Menem, de su indepencencia respecto a las fuerzas armadas, especialmente la Marina. Y, supongo, tambien dependerá del propio Astiz", apuntó.
"Contrariamente a la postura de Menem cuando estuvo en París, que el caso esta "cerrado" en lo que respecta a Argentina, nosotros pensamos que este asunto no está terminado. Mucho despues de lo esperado por la gente, los casos contra (el criminal de guerra nazi) Klaus Barbie, o el terrorista venezolano Carlos, fueron llevados a los tribunales franceses", recordó.
Las monjas fueron vistas por última vez en la tristemente célebre Escuela de Mecánica de la Armada, donde centenares de argentinos desaparecieron durante la represión contra la guerrilla urbana del llamado Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), de matriz izquierdista, y de los "Montoneros".
Un ex oficial naval dijo a principios de mes que las monjas fueron anestesiadas y arrojadas desde un helicóptero al Rio de la Plata. El martes último, el juez argentino Roberto Marquevich declaró por televisión que habia entregado fotos de los cadaveres de dos mujeres, encontrados en 1978 dentro de bidones con cemento, que fueron arrojados al rio cerca de Buenos Aires.
En comentarios formulados al diario argentino "La Nación" y publicados a principios de enero, Astiz negó toda vinculación con el secuestro y asesinato de las monjas.
Sus negativas reavivaron sentimientos de rabia y frustración en Francia, donde familiares y amigos de las víctimas quieren llevar a Astiz ante un tribunal. También exigen el rescate de los cadáveres de cualquier lugar donde los hayan dejado los hombres de Astiz, para terminar con 18 anos de pesadumbre.
"Si está tan seguro de sí mismo, porqué no viene a Francia?", demandó Arlette Domon, hermana de una de las monjas asesinadas. "Estamos esperando solamente eso, porque él jugo la carta de la obediencia para pedir impunidad. Lo intolerable fué su arrogancia…".
Astiz tambien es reclamado por Suecia, que lo acusa del secuestro y asesinato de la adolescente Dagmar Hagelin, a la cual abatió de un balazo en la cabeza en una calle de Buenos Aires. Grupos humanitarios indicaron que unas 30.000 personas desaparecieron durante la "guerra sucia".
En 1982, Astiz fue capturado por fuerzas británicas durante la guerra de las Malvinas, pero Londres lo devolvió a Argentina en cumplimiento de la Convención de Ginebra sobre tratamiento a militares cautivos en conflictos bélicos. Paradójicamente, había estado un año antes en Francia como turista. (FIN/IPS/tra- en/ao/rj/ego/ip).
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