Tanto el oficialismo como la oposicion de El Salvador, por anos enfrentados en una guerra civil, manifestaron hoy su coincidencia con el mensaje del papa Juan Pablo II, que el jueves concluyo su segunda visita a este pais centroamericano.
El diputado del ex guerrillero Frente Farabundo Marti para la Liberacion Nacional (FFMLN) Gerson Martinez manifesto que el Papa abogo por una civilizacion mas humanizada, basada en la justicia y la paz.
Como un signo de los cambios suscitados en El Salvador, un grupo de ex guerrilleros que participan en diversos organos del Estado, vestidos de saco y corbata y acompanados de sus esposas, recibieron y despidieron al Papa en su visita a este pais centroamericano.
En tanto, el vicepresidente del parlamento, Julio Gamero, del partido oficialista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), dijo que el pontifice "reconocio que vamos por el camino corecto de la consolidacion de la paz".
En 1983, cuando Juan Pablo II visito por primera vez El Salvador, el pais aun sufria la guerra civil. La Iglesia promovia entonces una solucion pacifica y apoyaba a las familias desplazadas de las zonas de conflicto, lo que era interpretado por sectores de derecha como apoyo a las fuerzas insurgentes.
"El Papa dijo en 1983 que este era un pueblo libre, porque vio como la gente se expresaba en las calles a pesar de la guerra. Ahora dijo que encontro un pueblo feliz, con posibilidades de construir un mundo mejor", opino el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa.
En un gesto fuera del programa oficial de su visita, el pontifice oro ante la tumba del sacerdote Oscar Arnulfo Romero, asesinado por escuadrones de la muerte de ultraderecha en 1980.
Los restos de Romero se encuentran en la Catedral Metropolitana, donde tambien estan los sepulcros de los arzobispos Luis Chavez y Arturo Rivera Damas, destacados por su labor hacia los pobres y en favor de la convivencia pacifica en este pais.
Momentos antes de partir hacia Guatemala, donde pernoctaria para luego visitar Venezuela, el Papa se reunio con 17.000 jovenes, quienes le entregaron cientos de cartas y un libro que contiene un millon de firmas que piden la canonizacion de Romero.
Antes de la llegada del Papa a El Salvador, el sacerdote jesuita Jon Cortina expreso su esperanza en que el pontifice se refiriera a Romero, al menos como un modelo de sacrificio y como simbolo de lucha por la justicia.
Antes de su asesinato, Romero fue calificado por grupos derechistas relacionados con militares de "cura comunista", por sus denuncias sobre violaciones de los derechos humanos cometidos contra civiles y opositores al regimen militar.
En la actualidad, la jerarquia catolica de El Salvador esta encabezada por Fernando Saenz Lacalle, perteneciente al grupo conservador Opus Dei, y mantiene buenas relaciones con el gobierno y sectores empresariales.
Juan Pablo II encontro un pais diferente al que visito hace 13 anos. El pontifice dijo que se alegraba de que la semilla de la paz sembrada hubiera fructificado, pues la guerra ceso definitivamente.
El ex rebelde Frente Farabundo Marti para la Liberacion Nacional (FMLN) manifesto en una carta que la guerra ceso, pero acoto que aun no existe la paz social.
"Los problemas sociales persisten, con dramatica gravedad, haciedo dificil la vivencia cotidiana de la paz", expreso la Conferencia Episcopal de El Salvador, en un mensaje que difundio ante la visita del jefe del Vaticano.
"No podemos estar en paz cuando la pobreza extrema, la inseguridad y el desempleo golpean con crueldad a tantos hermanos y hermanas", agrego el organismo.
Al finalizar su visita a El Salvador, despues de doce horas y con visibles muestras de cansancio, Juan Pablo II hizo un llamado a la unidad de las naciones centroamericanas.
En ese sentido, formulo "fervientes votos para que en un futuro cercano las naciones del Istmo puedan gozar el beneficio de la unidad y la concordia".
El Papa invito a los habitantes de la region a aunar esfuerzos y superar los obstaculos "para que los queridos pueblos centroamerianos entren en un nuevo orden de colaboracion generosa en favor del bien comun".
El jueves fue un dia de fiesta, aunque muchos de los que esperaron al pontifice en las avenidas que recorrio se quejaron por la rapidez del Papamovil.
Los socorristas informaron que atendieron al menos 100 casos de desmayos, entre ellos el del embajador de Colombia, Tito Mosquera, a quien sufrio un problema de hipertension en la misa a campo abierto celebrada por el Papa el jueves.(FIN/IPS/jd/mj/la ip cr/96)