Un influyente senador estadounidense se manifesto dispuesto a despedir con una fiesta a la Organizacion de Naciones Unidas (ONU) en caso de que el foro mundial aceptara abandonar Nueva York.
"Estoy en desacuerdo con las premisas que dieron origen a la ONU y con las ilusiones que fomenta", declaro el derechista Jesse Helms, presidente del comite de Relaciones Exteriores del Senado y dirigente del opositor Partido Republicano.
"Otra cosa seria si la ONU fuera solamente un escaparate internacional, pero desempena un papel muy importante. Se trata de una enorme maquina de promocion del socialismo, y para sostener ese proposito, Estados Unidos debe financiar la cuarta parte de su presupuesto", dijo Helms.
Helms destaco en una carta a la Asociacion Federal Mundial que durante varios anos ha reclamado "la salida de Estados Unidos de la ONU y viceversa".
Charles Lichtenstein, ex miembro de la representacion de Estados Unidos ante la ONU, aconsejo cierta vez a los integrantes del foro internacional abandonar Nueva York si no aprecian el tratamiento que reciben en Estados Unidos.
Helms expreso que se uniria a Lichtenstein para despedir a todos los estados miembros de la ONU.
Mientras, organizaciones no gubernamentales censuraron a Helms y al precandidato presidencial republicano Bob Dole por rechazar de plano una propuesta de impuestos internacionales para superar la crisis financiera de la ONU.
John Whitehead, presidente de la Asociacion ONU-Estados Unidos (UNA-USA), de Nueva York, expreso en carta a Dole su profunda preocupacion ante "la afiebrada reaccion en la capital de nuestro pais a la vista de informes de prensa sobre los denominados impuestos de la ONU".
Ese hecho "sugiere que Washington esta mas atento al imaginario riesgo de creacion de un gobierno mundial que al autentico peligro que la desaparicion de la ONU representaria para la paz y la seguridad", manifesto Whitehead.
La negativa del Congreso, controlado por los republicanos, a pagar la contribucion de Estados Unidos a la ONU "conduce a la Organizacion al colapso", agrego.
El secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, reitero hace un mes la propuesta de crear impuestos internacionales como fuente alternativa de recursos para el insolvente foro mundial.
La iniciativa consiste en gravar las transacciones financieras especulativas, el mercado de cambios, el uso de combustibles fosiles, por su impacto contaminante, y los viajes internacionales.
Helms y Dole opinaron que la creacion de impuestos de caracter internacional seria "el primer paso hacia el establecimiento de un gobierno mundial" a cargo de la ONU.
Marc Thiessen, portavoz de Helms, advirtio que "solo cuando el infierno se enfrie permitiremos que la ONU aplique directamente impuestos a los ciudadanos estadounidenses".
UNA-USA senalo al Congreso que, si desea evitar la apertura de fuentes alternativas de ingresos, "solo debe pagar los aportes adeudados por Estados Unidos" a la ONU.
Al finalizar 1995, los estados miembros arrastraban deudas ante el foro internacional por 2.300 millones de dolares, una cantidad superior en 500 millones a los atrasos acumulados hasta diciembre de 1994 y en 800 millones a la mora registrada en 1992.
El mayor deudor es Estados Unidos, con unos 1.200 millones de dolares. Washington esta comprometido a pagar 25 por ciento del preupuesto anual de la ONU, que suma 1.300 millones de dolares. (FIN/IPS/tra-en/tf/yjc/ff/wd ip/96).