Una cultura de la venganza parece crecer en Estados Unidos a la sombra de la pena de muerte, advirtieron organizaciones de derechos humanos.
"Se dice que la disuasion es el objetivo de las ejecuciones, aunque hay algo mas: la venganza", destaco Richard Dieter, director del Centro de Informacion sobre la Pena de Muerte, de Washington.
Una familia texana presencio este mes la ejecucion de Leo Jenkins, sentenciado a morir por asesinato. Fue la primera vez que el sureno estado de Texas autorizo a los familiares de una victima a ser testigos de semejante castigo.
"Se trata de una nueva tendencia. La legislacion de algunos estados admite la presencia de los familiares" de una persona asesinada en la ejecucion del culpable, "pero el caso nunca se habia dado", dijo Dieter a IPS.
Dieter senalo que la violencia no cede en estados que, como Texas, aplican la pena de muerte y, dado que se debilita el argumento del efecto disuasorio de esa condena, las autoridades estaduales buscan nuevas maneras de compensar a los familiares de las victimas.
Treinta y ocho de los 51 estados de Estados Unidos conservan la pena de muerte y siete de ellos permiten la presencia en la ejecucion de los familiares del asesinado.
Pero algunos familiares de personas asesinadas luchan contra la cultura de la venganza. El grupo Familiares de Victimas de Asesinatos para la Reconciliacion, de 3.000 integrantes, preconiza medidas de prevencion del delito y programas de rehabilitacion alternativos a la pena de muerte.
"La violencia y la venganza son ensalzadas en Estados Unidos", indico Pat Bane, directora ejecutiva del grupo.
Bane relato el caso de una madre que, tras el asesinato de su hija, aguardo diez anos la ejecucion del culpable. Cuando el asesino fue finalmente ejecutado, la mujer admitio que su dolor no habia sido aliviado.
"La venganza se retroalimenta y nunca es suficiente", afirmo Bane.
La opinion contraria a la pena de muerte sostiene que tambien los brutales metodos empleados en las ejecuciones evidencian un espiritu de venganza en Estados Unidos.
Estados Unidos "es mucho mas violento" que otros paises. La sociedad estadounidense esta mas habituada a la idea de la violencia y no se produce la reaccion que deberia aguardarse ante el incremento de las ejecuciones", manifesto Allison Collins, de Human Rights Watch.
Billie Bailey fue ahorcado el 25 de enero en Delaware por el asesinato de una pareja de ancianos, y un dia despues, un peloton de fusilamiento acabo en Utah con la existencia de John Taylor, sentenciado por la violacion y muerte de Charla Nicole King, de 11 anos.
Las dos ejecuciones recibieron mas atencion que otros casos penales debido a que se sucedieron con solo 24 horas de diferencia y fueron relatadas en todos sus detalles por los testigos, observo Collins.
Kevin O'Connell, de Ciudadanos de Delaware opuestos a la Pena de Muerte, califico el ahorcamiento de Bailey de un "asesinato patrocinado por el estado" sin relacion con la lucha contra el delito".
Fuera de la prision, partidarios de la pena de muerte aplaudieron y aclamaron la ejecucion de Bailey.
En cuanto a Taylor, fue encapuchado y amarrado a una silla designada para retener la sangre derramada mientras cinco anonimos fusileros apuntaban a una pequena pieza de pano blanco dispuesta sobre su corazon.
Hacia fines de 1995, 100 paises habian acabado con la pena de muerte y 16 la reservaban unicamente para "delitos excepcionales", segun Amnistia Internacional. Otras 30 naciones contemplan esa pena en su legislacion, aunque no la aplican desde hace 10 o mas anos.
Mientras, la cantidad de ejecuciones aumento de 31 en 1994 a 56 en 1995 en Estados Unidos, que tambien utiliza mas metodos de ejecucion que cualquer otro pais: inyeccion letal, ahorcamiento, silla electrica, camara de gas y fusilamiento.
"La pena de muerte cuestiona a la sociedad estadounidense" frente al resto del mundo, dijo Carol Gnade, directora ejecutiva de la Union Americana de Libertades Civiles.
La Fundacion Legal de Washington, que apoya la pena de muerte por su proposito disuasivo, replico que la sociedad tiene el derecho de adoptar las formas de ejecucion en uso.
"La pena de muerte esta admitida por la Constitucion", senalo la Fundacion, que considera la inyeccion letal "un metodo mas humano" que otros, declaro Paul Kamener, director ejecutivo del grupo.
Frente a esa posicion, los grupos opuestos a la pena capital consideran que no puede haber formas "humanas" de ejecutar, como dijo Damaris McGuire, de Neoyorquinos contra la Pena de Muerte.
Asi mismo, Amnistia Internacional refuto la opinion que considera la inyeccion letal es mas "humana" que otros procedimientos, dado que no hay manera de medir el dolor psiquico del condenado. (FIN/IPS/tra-en/cy-fh/yjc/ff/na hd/96).
