ECUADOR: ¿La televisión puede educar?

Un proyecto impulsado por el Ministerio de Educación de Ecuador volvió a plantear el debate sobre la posibilidad de que la televisión cumpla una misión educativa.

Educar por medio de la televisión es el objetivo de "Aprendamos", que el gobierno local impulsa en coordinación con la Asociación de Canales de Televisión (ACTVE) y la Fundación para la Televisión Educativa.

Según Fernando Bucheli, secretario de la ACTVE, en todo el mundo "los niños dedican de ocho a 10 horas diarias a ver sus programas favoritos" y en ese período se les podría ofrecer programas eductaivos.

Las organizaciones reconocen que el mayor reto es captar la atención de los niños, que están acostumbrados a ver series especialmente diseñadas para la distracción y el entretenimiento y que carecen de todo contenido educativo.

"En Ecuador se han efectuado un sinnúmero de intentos por realizar programas educativos para los niños y todos tienen el común denominador del fracaso", señaló Marcelo Román, sicólogo especializado en menores.

Antes de "buscar herramientas como la televisión para apoyar los conocimientos adquiridos en las aulas" se debe mejorar el sistema eductaivo formal, destacó.

Aprendamos, en una primera etapa, transmitirá media hora diaria por medio de canales de televisión privados en cadena nacional. El proyecto cuenta con un total de 180 programas de ciencia, arte y civismo para menores, aportados en su mayoría por el gobierno alemán.

"Se necesitará aplicar instrumentos de control a la programación que se trasmita y adaptar la visión de los productores alemanes a la realidad nacional", indicó run store.prg.

Marcelo Landívar, director de la Secretaría Nacional de Comunicación (Senacom), consideró que existen más de 4.000 títulos para menores que podrán ser trasmitidos en otras etapas del proyecto, una vez que se solucione el problema de cobertura de los sectores de menores recursos económicos.

Según opiniones de productores de televisión consultados por IPS, el proyecto puede ser viable siempre y cuando se respalde la producción nacional de programas educativos y se priorice la solución de problemas básicos de la población ecuatoriana.

"Se planteó dotar de televisores a las escuelas de los sectores rurales y marginales del país, pero ésto no es más que burlarse de las verdaderas carencias de la gente", señaló Gustavo Aguirre, maestro de primaria de una escuela estatal, al sur de la capital.

El horario de transmisión de los segmentos educativos, de 10:00 a 10:30 de la manaña, "fue diseñado para evitar la competencia con los programas más vistos por los niños", apuntó Landívar.

"Ello permitirá que aquellos que asistan a las escuelas y colegios los vean en sus aulas, que es otro de nuestros objetivos", agregó.

"Si 80 por ciento de los menores mantiene una relación estrecha con la televisión se debe, en gran medida, a que los padres utilizan a la televisión como un instrumento de dominio pasivo y de chantaje", estimó Román.

Y se preguntó: "¿quién no ha escuchado alguna vez hoy no verás la tele?". (FIN/IPS/mgp/dg/cr-ed/96)

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