La producción y el consumo de drogas ilegales continúa creciendo en Asia pese a la aprobación de estrictas leyes de control, informó una agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Junta Internacional para el Control de Narcóticos (INCB), con sede en Viena, destacó en su informe anual que existen también numerosas oportunidades para el lavado de dinero en todo el continente, principalmente en China y Asia central.
Aunque algunos programas alternativos de desarrollo en Laos y Vietnam lograron una reducción del cultivo de opio, a partir del cual se produce la heroína, el reporte de INCB sostiene que el sudeste asiático continúa siendo el principal productor de este narcótico en todo el mundo.
Existen informes de cultivos en Camboya y China, fundamentalmente en las áreas rurales de la provincia de Yunán, pero Birmania continúa siendo el mayor productor de adormidera, la flor de la cual se extrae el opio.
La producción de opio se redujo un tercio en Afganistán, que produjo 1.300 toneladas durante la temporada 1994-95. La reducción se debe a los crecientes esfuerzos para la erradicación de la planta, la disminución de las ganancias y el aumento del costo de su cultivo.
Aun así, el volumen de extracción real de heroína aumentó, indicó INCB, que fue establecida en 1968 como un organismo de control independiente y cuasijudicial para la implementación de los tratados de la ONU para el control de las drogas.
El informe anual se basa en otros reportes publicados por distintos países y medios de prensa, Interpol y otras instituciones.
Muchos gobiernos asiáticos han detectado un aumento en el consumo de heroína, señaló el informe, publicado este martes. En India, observó, la adicción a esta droga se extendió desde las áreas metropolitanas y rurales de la frontera con Birmania hacia el noreste del país.
El documento también advirtió sobre otra alarmante tendencia: las tribus que habitan las regiones montañosas del sudeste asiático están sustituyendo el opio por la heroína. El consumo de este narcótico también fue reportado en algunas áreas urbanas de Birmania, donde "hasta hace dos años era casi inexistente".
Mientras, en el este de Asia se consumen masivamente drogas estimulantes artificiales como el MDMA, popularmente conocida como "éxtasis", la metanfetamina, anfetaminas -que inducen a la euforia y mitigan el hambre y la fatiga- y alucinógenos como el LSD.
Un nuevo estudio realizado por el Programa de Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de las Drogas (PNUFID) observó que algunas de estas sustancias son aún prescriptas por médicos pese a las dudas sobre su valor terapéutico.
La droga estimulante más consumida en Asia es la metanfetamina, mejor conocida como "hielo" o "shabu", que se produce ilícitamente y se transporta en enormes volúmenes dentro de la región, informó PNUFID.
El estudio, que será presentado el mes próximo a la Comisión de Naciones Unidas sobre Narcóticos, destacó que el uso de estimulantes tiende a crecer durante tiempos de intensos cambios sociales y de énfasis de la individualidad.
Esto pudo comprobarse en Japón luego de la segunda guerra mundial y en Suecia antes y después de la guerra, agregó el documento.
Una gran preocupación de INCB son las múltiples posibilidades que existen en ciertos países asiáticos para el lavado de dinero. En China, señaló, las transacciones financieras se realizan a menudo a través de canales informales y no de instituciones, práctica que facilita el lavado de fondos del narcotráfico.
Así mismo, las nuevas oportunidades de inversión en China y repúblicas ex soviéticas de Asia central ofrecen verdaderos paraísos para el dinero ilegal de los narcotraficantes.
La vulnerabilidad de estos países aumenta con la falta de mecanismos eficaces para controlar las instituciones financieras y las actividades bancarias.
El informe elogia los esfuerzos de los gobiernos de Asia para cooperar con el control efectivo de la producción, el tráfico y el consumo de drogas. Birmania, China, Laos y Tailandia extendieron en mayo de 1995 a Camboya y Vietnam un pacto de cooperación en la lucha contra las drogas.
Esfuerzos similares están en marcha en Medio Oriente, entre Egipto, Israel, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina.
Hong Kong y Singapur, dos de los mayores centros financieros de Asia, también han tomado medidas para controlar las instituciones financieras e impedir el lavado de dinero del narcotráfico. (FIN/IPS/tra-en/sr/rj/ml/ip/96)