A unos 20 años del secuestro de una familia casi completa durante el régimen militar, la justicia de Argentina determinó que uno de los ex comandantes de las Fuerzas Armadas condenados e indultados indemnice con 150.000 dólares al único sobreviviente del grupo.
Independientemente del monto asignado, es la primera vez que un ex jerarca militar es compelido a pagar por delitos cometidos bajo su jurisdicción. Hasta ahora, sólo el Estado se había hecho responsable de otorgar resarcimientos, aunque está demorado en hacerlas efectivas.
La Cámara Federal determinó que el ex comandante de la Armada Emilio Massera, condenado por graves violaciones a los derechos humanos, deberá pagar 150.000 dólares a Daniel Tarnopolsky, cuyos padres, dos hermanos y su cuñada fueron secuestrados en julio de 1976.
Massera había sido condenado a prisión perpetua en 1985 por hallárselo responsable de tres homicidios, 69 privaciones ilegítimas de la libertad, 12 tormentos y siete robos. Pero en 1990 fue liberado por un indulto presidencial.
El año pasado, el nombre de Massera volvió a sonar con el testimonio revelador del ex capitán Adolfo Scilingo, quien confesó que desde la Escuela de Mecánica de la Armada, símbolo de la represión ilegal, eran trasladados prisioneros que luego eran arrojados al mar desde aviones de esa fuerza.
La familia de Daniel estuvo detenida en la Escuela, segun los testimonios de prisioneros que sobrevivieron.
Además, el fallo conocido este viernes dispone que, por la misma causa, el Estado argentino debe resarcir a Tarnopolsky con la suma de 1.250.000 dólares.
El caso de los Tarnopolsky fue uno de los capítulos más conmovedores de la historia de secuestros y desapariciones perpetradas durante la dictadura (1976-83).
El 14 de julio de 1976 fuerzas de seguridad ingresaron a la casa de Daniel, en esta capital, haciendo estallar una bomba en la puerta. Se llevaron a sus padres, Hugo y Blanca, y a su hermana Bettina y saquearon el lugar.
El día anterior había desaparecido Sergio Tarnopolsky, otro hermano de Dabiel, y su esposa, que vivían en la provincia de Buenos Aires.
"Esa noche no había vuelto a dormir a mi casa porque fui a un congreso y me quedé en la casa de un amigo. Cuando volví, mi casa estaba destruída y se los habían llevado a todos", recuerda Daniel en sus primeros relatos.
"Llamé a mi abuela y me dijo que todos habían sido secuestrados. Entonces, vagué no sé cuánto tiempo por la ciudad tratando de entender lo que había sucedido. Nunca pude explicarme por qué se los habían llevado. Quisiera que alguien me explique por qué yo sigo vivo".
Daniel Tarnopolsky vive actualmente en París. (FIN/IPS/mv/dg/ip-hd/96)