Luego de "la pérdida de paciencia" que condujo al derribo el sábado en Cuba de dos aviones civiles procedentes de Estados Unidos, el gobierno de este país caribeño anunció hoy su decisión de no tolerar las acciones de los grupos más radicales del exilio en Miami.
Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) de Cuba, declaró este lunes en rueda de prensa que la acción ocurrió tras varios meses de advertencia a los violadores de las fronteras del país y de su soberanía.
Alarcón recordó que "el propio Departamento de Estado de Estados Unidos emitió varios documentos públicos en los que advirtió del peligro que se corría si se penetraba en aguas y espacio aéreo cubano".
En la rueda de prensa del presidente del parlamento estuvo presente la prensa cubana y extranjera acreditada en la isla, y representantes de unos 30 medios de comunicación de Estados Unidos, que recibieron permiso del gobierno cubano para viajar y despachar desde La Habana.
Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba "ha soportado más de 20 incursiones en sus límites jurisdiccionales en los últimos nueve meses" y no estaba dispuesta a soportar una más.
Medios oficiales aseguraron que la única vez que Cuba realizó una accion semejante fue cuando derrumbó un avion U2 estadounidense durante la crisis de los misiles, en 1960.
Con la intención de llevar al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la posición cubana, el canciller Roberto Robaina suspendió este lunes una gira por los países nórdicos y viajó a Nueva York.
El órgano de la ONU fue convocado, el domingo, por Estados Unidos y este lunes recibió una solicitud del presidente Bill Clinton de aplicar medidas contra Cuba por el derribo de los dos aviones Cessna.
La acción contra los aviones "es un mensaje muy claro para determinados sectores del exilio en Miami", dijo a IPS una fuente cercana a la cancilleria, que agregó que "si el gobierno advirtió que derribaria a todo avion que violara el espacio aéreo, tenia que hacerlo".
Observadores locales aseguran que a la hora de tomar la decisión, el gobierno del presidente Fidel Castro penso contar con el apoyo internacional mostrado al país en los últimos foros internacionales.
El hecho coincidió con los signos de recuperación de la economía cubana, que revivieron elementos del viejo discurso político que casi se habían olvidado en los últimos años de crisis.
Alarcón no quiso dar detalles sobre una declaracion oficial, hecha publica este lunes, que asegura que un piloto del grupo de exiliados cubanos en Miami "Hermanos al Rescate" se encuentra en la isla.
También se abstuvo de aportar nuevos elementos sobre las pruebas materiales con que cuentan las autoridades cubanas y si se habian encontrado restos humanos en las aguas jurisdiccionales.
No obstante, reveló que en agosto pasado las autoridades cubanas recibieron una petición del Departamento de Estado de Estados Unidos para colaborar en una investigación contra José Basulto, líder de "Hermanos al Rescate", por violar las regulaciones federales de aviación.
Basulto piloteaba uno de los tres aviones que se acercaron a La Habana el sábado y que, según fuentes oficiales cubanas, no cruzó el paralelo 24 en la incursión de la tarde.
Alarcón dijo que resulta paradógico que el secretario de Estado estadounidense, Warren Christopher, asegurara que el derribo ocurrió en aguas internacionales cuando la Seccion de Interes de Estados Unidos en La Habana solicitó la búsqueda conjunta en aguas cubanas.
"Si la corriente del Golfo arrastra algo, lo lleva hacia afuera", comentó Alarcón, quien informó que hasta ahora las fuerzas norteamericanas que buscan en aguas internacionales no han anunciado ningún hallazgo.
"Nadie puede asegurar si venían o no armas en esas naves" y debería ser motivo de preocupación internacional que aviones como esos puedan salir y entrar de un pais, violando todas las leyes internacionales, añadió.
Alarcón recordó el peligro que implican incursiones como esas para la aviación civil, incluída la estadounidense, al desviarse de su ruta y volar cerca de corredores internacionales que cruzan sobre el territorio cubano, y negó que los vuelos tuvieran fines humanitarios.
"Estados Unidos no ha estado contra la piratería sino con la piratería, encubriéndola o favoreciéndola", subrayó Alarcón, quien aseguro que "todo lo demás es pura hipocresía electorera de segundo grado".
El presidente del parlamento reconoció que era lamentable la pérdida de vidas humanas, pero que los responsables no eran los que "hacían cumplir las leyes sino los que son incapaces de hacer cumplir sus propias leyes", en alusión al gobierno de Estados Unidos. (FIN/IPS/da/ag/ip/96)
