El gobierno de Cuba calificó hoy de "injustas", "contradictorias" y hasta "absurdas" las sanciones anunciadas este lunes por el presidente de Estados Unidos Bill Clinton.
Una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores difundida este martes asegura que "la mayor injusticia" de esas decisiones está en que las medidas se toman contra un país que es víctima del bloqueo, del terrorismo y de violaciones a su espacio aéreo y marítimo.
"Cuba no teme ni acepta amenazas", aseguró la declaración en respuesta a la afirmación del secretario de Estado de estados Unidos Warren Christopher, que no excluyó la posibilidad del uso de la fuerza contra la isla.
"Estamos preparados", dijo ante las cámaras de la televisión el presidente del Parlamento Ricardo Alarcón, destacando que "Cuba sería un hueso duro de roer" comparado con cualquiera de los países donde Estados Unidos ha intervenido.
Aparte de reafirmar la política de agresión a la que Cuba está acostumbrada desde hace décadas, Clinton afectó en primer lugar a la mayoría de las familias cubanas que se encuentran divididas entre el exilio en Miami y la isla.
El presidente de Estados Unidos anunció la prohibición de todos los vuelos comerciales desde su país hacia La Habana, medida mucho más drástica que la tomada durante la crisis de los balseros de 1994, cuando sólo se redujo la frecuencia de las conexiones aéreas.
Borrando todas las posibilidades de un veto presidencial al proyecto de ley Helms-Burton, Clinton aseguró que se pondría de acuerdo con el Congreso para la aprobación de ese texto, que endurecería el embargo.
Según la cancillería cubana, Clinton contradijo la voluntad de algunos sectores de su país, que abogan por ejemplo por reducir las subvenciones a emisoras como "Radio Martí", que transmite hacia Cuba propaganda contraria al gobierno de Fidel Castro.
La declaración catalogó de "contradictorio" el pedido de Clinton de que Naciones Unidas (ONU) sancione a Cuba, cuando esa misma organización ha condenado en cuatro ocasiones el bloqueo estadounidense a Cuba y Washington no tuvo en cuenta esa decisión.
El anuncio de Clinton tuvo lugar dos días después que dos aviones de tipo Cessna pertenecientes a la organización cubano- estadounidense basada en Miami "Hermanos al Rescate" fueran derribados por la defensa cubana.
Según fuentes gubernamentales de la isla, las naves se encontraban a ocho millas de playa Baracoa, al este de La Habana, y realizaban una de las ya usuales incursiones "provocadoras" en el espacio aéreo y maritimo cubano.
La administración estadounidense considera que los aviones civiles estaban fuera de los límites jurisdiccionales cubanos cuando se produjo el encuentro con las fuerzas aéreas de la isla.
Independientemente del esclarecimiento de los hechos, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este martes una declaración de condena a Cuba a instancias de Estados Unidos.
El texto "deplora severamente el derribo por Cuba de dos aeronaves civiles no armadas el 24 de febrero de 1996, que parece haber tenido como resultado la muerte de cuatro personas".
La condena fue aprobada antes de la llegada a Nueva York del canciller cubano Roberto Robaina, que debía presentar la posición de su país ante el Consejo de Seguridad. (FIN/IPS/da/dg/ip/96)