La intencion del gobierno de Cuba de concluir la construccion de la planta nuclear de generacion de electriciad de Juragua y ponerla en marcha implicaria el fin del bloqueo dispuesto a Estados Unidos sobre Cuba, segun un diplomatico del pais norteamericano.
"La necesidad del fin del aislamiento seria obvia", dijo Robert E. White, presidente del Centro para la Politica Internacional, quien aseguro que la isla "tiene capacidad para terminar la central nuclear".
Segun el ex embajador de Estados Unidos en Paraguay y El Salvador, la vigencia del embargo comercial quedaria en entredicho cuando este en juego "la seguridad de una planta nuclear tan cercana al territorio norteamericano".
White integro un grupo de cuatro militares retirados y dos civiles que realizo una visita privada al pais caribeno entre los dias 5 y 9, tras recibir una licencia especial del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La visita respondio a una invitacion del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MIinfar) y fue auspiciada por dos entidades privadas, el Centro para la Politica Internacional y el Centro de Informacion para la Defensa.
Segun fuentes del Minfar, el primer contacto entre autoridades militares de la isla y ex militares estadounidenses se remonta a 1993, cuando llego a La Habana una delegacion similar.
El general Ulises Rosales del Toro, jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas de Cuba, dijo a la delegacion que las autoridades de su pais estarian dispuestas recibir en iguales condiciones a militares de Estados Unidos en actividad.
Entre los objetivos de la comitiva se encontraban observar la central de Juragua y el papel de las fuerzas armadas cubanas tras el fin de la guerra fria, asi como comprobar si existe algun tipo de colaboracion militar entre el pais caribeno y Rusia.
La mision recorrio academias militares dos bases, una de submarinos de la antigua Union Sovietica y otra donde tuvieron asiento tropas de ese pais durante casi 30 anos.
Miembros de la delegacion aseguraron a la prensa que durante el recorrido no encontaron "ni un oficial extranjero" ni condiciones para que la base de submarinos pudiera ser utilizada como centro de operaciones.
A pesar de que lo solicitaron, los visitantes no tuvieron la oportunidad de ingresar a la base de observacion electronica de Lourdes, que mantiene Rusia en las afueras de La Habana.
Segun el general cubano Arnaldo Tamayo Mendez, las autoridades de la isla intepretaron como "natural la preocupacion de Estados Unidos por la construccion de una central electronuclear en Cuba".
"Es un asunto que compete a la seguridad de ambas naciones. A nosotros tambien nos preocuparia la construccion de cualquier central electronuclear cerca de nuestro pais", dijo el oficial.
Situada a unos 300 kilometros de La Habana, la construccion de la planta de Juragua comenzo en 1980, con tecnologia de la antigua Union Sovietica, y fue paralizada en 1992 tras la desintegracion de ese pais y en los peores momentos de la crisis economica cubana.
Cuba y Rusia anunciaron en 1995 la decision de continuar la construccion de la llamada "obra del siglo" y la apertura de la inversion a terceros socios para que asuman parte de los 800 millones de dolares necasarios para poner en funcionamiento el primer reactor.
Disenada para ahorrar 15 por ciento de las importaciones de petroleo de Cuba, la planta atomica llevara dos reactores del tipo sovietico VVER-440/318 y generara entre 409 y 417 megavatios de electricidad.
"No es un reactor moderno ni un diseno avanzado", dijo Jack Mendelsohn, ex funcionario de la Agencia de Control de Armamentos de Estados Unidos, quien, sin embargo, reconocio que hay "otros asi en el mundo y continuan generando" energia.
Aunque considero "prematuro" hablar de las medidas que tomaria Washington en caso que la central de Juragua se pusiera en marcha, Mendelsohn sugirio la implementacion en Cuba de un programa de actualizacion de expertos en reactores como el imparte su pais a tecnicos de Europa Central y Rusia.
"Estados Unidos gasta millones de dolares para garantizar la seguridad de esas plantas", aseguro.
La delegacion estadounidense tuvo acceso a informacion detallada sobre la construccion de la central, la seguridad en las instalaciones y la preparacion del personal que operara en ellas.
Segun el contralmirante retirado Eugene Carroll, quedo claro que Cuba devolvera a sus proveedores el material radiactivo que emplee una vez que se lo emplee en la generacion de electricidad, y que no tiene la intencion de reutilizar esos desechos para la fabricacion de armamentos.
"Cuba no es una amenaza para Estados Unidos, ni Estados Unidos piensa usar el poder militar contra Cuba", dijo Carroll, para quien "las fuerzas armadas cubanas son netamente defensivas". (FIN/IPS/da/mj/la na ip en/96)