El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, resolvio destinar un enviado especial a Corea del Sur y Japon para comunicar a sus dos aliados asiaticos que proporcionara ayuda de emergencia a Corea del Norte, amenazada por el hambre.
La crisis alimentaria de Corea del Norte fue discutida la ultima semana en Hawai entre diplomaticos estadounidenses, japoneses y sudocoreanos.
Pero la posicion de Corea del Sur, que considera exagerados los informes de hambre en zonas de Corea del Norte, impidio la concertacion de un programa conjunto de ayuda.
Washington preparo su plan de asistencia a Corea del Norte ya antes de la reunion trilateral en Honolulu, y como respuesta a la advertencia del Programa Mundial de Alimentos de que ese pais se enfrentara a mediados de marzo a una aguda escasez de viveres a causa de inundaciones verificadas en el ultimo verano.
El programa de ayuda preparado se encuadra en la estrategia de Clinton de evitar el aislamiento de Corea del Norte e incorporar esa nacion de regimen estalinista a la comunidad internacional.
Ese enfoque representa un giro de 180 grados de la politica desarrollada tradicionalmente por Washington frente a Corea del Norte, un pais con que se enfrento en guerra hace menos de 50 anos.
Corea del Norte desaparecio de la lista de "estados parias" redactada por el secretario de Estado Warren Christopher, donde figuran Iran, Iraq, Libia y Cuba, cuatro paises que Estados Unidos asociaba invariablemte a Pyongyang desde principios del decenio de 1980.
El cambio de actitud de Estados Unidos fue determinado por el acuerdo logrado en octubre de 1994 para el desmantelamiento del programa de desarrollo energetico de Corea del Norte que, segun Washington, encubria el proposito de fabricar armas atomicas.
Corea del Norte cumplio escrupulosamente con los terminos del pacto firmado, segun funcionarios estadounidenses e inspectores de la Agencia Internacional de Energia Atomica.
Esa comprobacion debilita los argumentos del opositor Partido Republicano, que se resistio al acuerdo de 1994 en el supuesto de que no se podia confiar en Pyongyang.
Dos hechos registrados este invierno boreal fortalecieron la posicion de Clinton ante Corea del Norte.
En diciembre, Pyongyang suscribio un contrato para la compra de un reactor a Corea del Sur, segun los terminos de la llamada Organizacion de Desarrollo Energetico de la Peninsula de Corea (KEDO).
La KEDO fue creada por Washington, Seul y Tokio para proporcionar a Corea del Norte fuentes de energia en sustitucion de la que debian producir los reactores cuyo desmantelamiento fue previsto en el pacto de 1994.
El segundo estimulo se verifico la ultima semana, cuando el Congreso de Estados Unidos, despues de tres meses de dilacion, aprobo finalmente un presupuesto de ayuda al exterior para este ano que comprende la entrega a Corea del Norte de petroleo por 22 millones de dolares.
Ese volumen de petroleo servira a Pyongyang, al igual que el reactor adquirido a Corea del Sur, para cubrir la perdida de generacion de energia que le ocasionara desembarazarse de sus viejos reactores.
Washington necesita una suma adicional de 30 millones de dolares para completar la entrega de petroleo a Corea del Norte y confirmar a Pyongyang su respeto de los compromisos firmados.
Mientras, el presidente sucoreano Kim Young Sam no se fia de Pyongyang. Kim relativizo la informacion acerca de la amenaza de hambre en Corea del Norte y aseguro que Pyongyang dispone de suficientes alimentos almacenados para enfrentar la crisis, aunque una buena parte del total se reserva para el ejercito.
Algunos incidentes, como la prolongada detencion en Corea del Norte de un barco pesqquero sucoreano, tres de cuyos tripulantes fueron muertos en la operacion de captura, alejaron la perspectiva de mejoramiento de relaciones entre los dos gobiernos de la peninsula de Corea.
Corea de Sur se opone a toda iniciativa independiente de Washington y Tokio en ayuda de Corea del Norte pues, segun un funcionario estadounidense, "pretende dirigir las relaciones de otros paises con Pyongyang".
Por su parte, Washington senala en apoyo de su plan la decision de China de conceder ayuda alimentaria a Corea del Norte. Ese hecho "demuestra que China considera la situacion en Corea del Norte mucho mas dificil de lo que cree Seul", puntualizo otro funcionario.
Representantes del Departamento de Defensa de Estados Unidos comunicaron a la prensa su preocupacion acerca de la reaccion que tendrian las Fuerzas Armadas de Corea del Norte ante el estallido de una crisis interna de gran magnitud, como seria la propagacion del hambre.
Informes difundidos en Estados Unidos dieron cuenta de relevos en el mando del ejercito de Corea del Norte, que habrian situado en el mando a generales de linea dura.
Esos oficiales podrian considerar la posibilidad de actuar contra Corea del Sur, donde Estados Unidos mantiene 37.000 soldados, para distraer la atencion de los serios problemas internos de su pais, observaron algunos analistas. (FIN/IPS/tra- en/jl/ff/ap ip/96).