Los planes de la Iglesia Luterana de realizar aquí su asamblea por el 50 aniversario, apenas una semana despues del traspaso de la colonia británica a China, está provocando renovada tensión entre Beijing y Hong Kong.
Informes de agencias de noticias chinas sugieren que Beijing está irritado tanto por el momento elegido para la planeada reunión internacional -del 8 al 16 de julio-, como el hecho que China no dió permiso alguno para realizar el mitin.
No obstante, los líderes eclesiásticos se muestran deseosos de aclarar la situación y viajarán a Beijing a fin de esta semana, en medio de gran preocupación por el futuro de la libertad religiosa en Hong Kong a partir de 1997.
Unas 2.000 personas de 100 países tiene previsto concurrir a la asamblea en el centro de exposiciones de Hong Kong, que tambien será uno de los lugares elegidos para la ceremonia de traspaso, a medianoche del 30 de junio de 1997.
La asamblea es el organismo ejecutivo más alto de la Iglesia Luterana y se reune una vez cada siete años. El luteranismo es una forma de cristianismo protestante que a veces tambien es denominado evangélico para distinguirlo de otras ramas del protestantismo.
La Federación Mundial Luterana dijo que habia sido prevenida por representantes de la agencia de noticias Nueva China (NCNA) en Hong Kong -que es el consulado de facto de Beijing en la colonia- que podría haber "problemas técnicos" no especificados si la asambles se realiza tan cerca del traspaso de soberanía.
El secretario general de la Federación, Ishmael Noko, dijo que habia recibido una carta de cuatro miembros eclesiásticos de Hong Kong a mediados de febrero, notificándole que recibieron un "aviso verbal" de la NCNA que la asamblea debería ser postergada.
A fines del año pasado el gobierno de Hong Kong pidió a las autoridades municipales que provisoriamente congelaran las reservas de grandes eventos públicos para junio y julio de 1997, a fin de que las nueva administración decida tras el cambio de soberanía.
Los arreglos para las ceremonias de traspaso todavía deben ser convenidos a nivel de embajadores entre Gran Bretaña y China, dentro del Grupo de Enlace Conjunto que tiene a su cargo las negociaciones sobre la transición.
Sin embargo, Beijing siempre puso en claro que las decisiones del gobierno de Hong Kong relacionadas con eventos posteriores al traspaso de soberanía deben ser ratificadas por Beijing.
Otros funcionarios de Hong Kong opinaron que no se necesita una aprobación oficial dado que es un evento privado que no involucra a los gobiernos, al contrario de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, que fue discutida con Beijing antes de quedar fijada para septiembre de 1997.
Funcionarios de la NCNA aseguraron que nunca hubo una comunicación previa de Hong Kong o del gobierno británico acerca de la asamblea luterana.
"Como la reunión tendrá lugar despues del 1 de julio de 1997, el gobierno de Hong Kong debería tomar la iniciativa de ponerse en contacto con su contraparte china y someter el tema a discusión en las sesiones del Grupo de Enlace Conjunto. No obstante, el gobierno de Hong Kong no ha tenido contacto con nosotros", expresó un funcionario de la NCNA.
Otro vocero de la agencia reiteró el lunes que la cuestión deberá ser elevada al Grupo de Enlace Conjunto.
Sin embargo, Kerry McGlynn, portavoz del gobernador británico de Hong Kong, Chris Patten, dijo "no vemos alguna necesidad que ese asunto sea discutido en el grupo, y lo hemos aclarado con China".
McGlynn apuntó que el tratado chino-británico sobre el traspaso, conocido como Declaración Conjunta, y la miniconstitución de Hong Kong post 1997, llamada Ley Básica, garantiza la libertad religiosa y de reunión.
Algunos funcionarios opinaron que la actitud china respecto a la asamblea luterana podría indicar que Beijing pretende ejercer un "veto político" sobre eventos religiosos despues de 1997.
Lau Siu-kai, un miembro de la Comisión Preparatoria nombrada por China para instalar la primera administración de Hong Kong despues del traspaso, dijo que antes de llegar a conclusiones precipitadas, era importante establecer si las objeciones de Beijing no están puramente vinculadas al momento de la asamblea.
Señaló que las oficina de asuntos de Hong Kong y Macao en Beijing ha estado enterada de los planes para la reunión religiosa desde hace más de seis meses, y no ha dado ninguna señal negativa hasta ahora.
No obstante, en lo que concierne al reverendo Fung Chi-Wood, un ex legislador y miembro del Partido Demócrata, "el mensaje es muy claro".
"Si se pretende hacer algo como esto (un evento religioso) entonces mejor pedir la opinión de la agencia Nueva China o al menos considerar si es compatible con su forma de pensar", dijo.
Fung urgió a la Federación Mundial Luterana a no postergar la asamblea porque podría "establecer un mal ejemplo" para otras iglesias que luchan por su derecho a existir en Hong Kong despues de 1997.
Noko, que tratará de aclarar la situación esta semana en Beijing, dijo que la fecha de la asamblea habia sido decidida hace tres años sobre la base que el evento podría ser solo posible en los días elegidos.
Otro miembros de la iglesia, que no quiso ser mencionado, declaró que es possible una marcha atrás de la iglesia, en especial porque los líderes luteranos en Hong Kong ya se muestran hesitantes por las repercusiones. (FIN/IPS/tra-en/ys/cpg/ego/cr).
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