La violencia aumentó de forma explosiva en la ciudad brasileña de Sao Paulo durante el carnaval, al haberse registrado 106 asesinatos en sólo cinco días.
La Secretaría de Seguridad Pública informó que entre el viernes y el miércoles últimos se produjeron en todo el estado de Sao Paulo 219 homicidios (87 por ciento de eloo por armas de fuego), 18 por ciento más que en las mismas fechas de 1995.
El secretario Jose Afonso da Silva reaccionó anunciando una campaña para desarmar a la población, argumentando que la mayoría de las muertes fue consecuencia de peleas de escasa importancia que, "sin la presencia de un arma, se limitarían a insultos o puñetazos".
En 1995, la policia incautó 7.000 armas de fuego cuyo porte no estaba autorizado. Esa cifra apenas representa uno por ciento del total de armas en poder de laa población, indicó da Silva.
El secretario ofreció canastas de alimentos a quienes entreguen sus armas, y lanzó una campaña publicitaria para intentar convencer a los ciudadanos sobre los riesgos de armarse.
La proliferación de armas de fuego sería una de las causas del sostenido crecimiento de los homicidios en la región metropolitana de Sao Paulo, donde en enero se registraron 697 homicidios, 7,6 por ciento más que en diciembre y 9,7 por ciento más que en enero de 1995.
En el área viven unas 16 millones de perdsonas.
El aumento de la violencia no se debe al carnaval en sí mismo, sino al mayor consumo de bebidas alcohólicas y drogas durante los fines de semana, en especial los más prolongados, evaluó da Silva.
En abril de 1995, con sus tres fines de semana prolongados, se registró una cifra récord de 705 asesinatos, indicó. Los crímenes se concentran en los barrios periféricos más pobres.
La capital de la violencia se transfirió a Sao Paulo, para alivio de las autoridades de Rio de Janeiro, que lamentan la merma registrada en los últimos años en el número de turistas en razón de elevada criminalidad.
En Río de Janeiro, entre el viernes y el martes últimos unas 31 personas fueron asesinadas en la ciudad, 29,5 por ciento menos que en elnaval anterior. También cayeron delitos como robos, agresiones y accidentes de tránsito.
El jefe de la Policía Civil de Río, Helio Cruz, atribiuyó esos resultados al hecho de que "todos los efectivos policiales disponibles salieron a las calles".
También en Bahía y Pernambuco, estados del noreste donde se celebran las fiestas de carnaval de mayor raigambre popular, el número de homicidios disminuyó 20 por ciento.
La gran cantidad de muertes violentas en el carnaval se debe también al aumento de los accidentes automovilísticos. Cifras oficiales indican que este año 202 personas murieron en hecho de ese tipo.
El alcoholismo, que se acrecienta en estas fiestas, y también el mal estado de las carreteras, que no son mantenidas desde hace una década en razón de que el Estado carece de fondos, son las principales causas de estos resultados.
Sao Paento más que en 1995. (FIN/IPS/mo/dg/pr/96)