Tras esperar en vano la ayuda de su gobierno en Pale, Mirko Simeulovic, de 58 años, hizo las valijas y se unió con su familia a la multitudinaria columna de serbios que huyen de sus casas en torno a Sarajevo.
Oficiales de policía de la federación bosnio-croata comenzaron a patrullar este viernes los suburbios de Sarajevo que habian estado en manos de los separatistas serbios.
Cuarenta y cuatro policías federales se encuentran ahora en las calles de Vogosca, acompañados por 90 observadores de la ONU.
Un vocero del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Los Refugiados (ACNUR) estimó que alrededor del 80 por ciento de los ocupantes serbios de la zona ya se ha marchado.
Vogosca es el primero de cinco suburbios de Sarajevo que fué pasado bajo el control del gobierno bosnio, en cumplimiento del acuerdo de paz de Dayton, Ohio, firmado luego por los beligerantes en Paris el año pasado.
La familia de Simeulovic ha vivido en Vogosca, al norte de la capital bosnia, cerca de 300 años, cultivando la tierra y resistiendo al baño de sangre y las guerras que han devastado a su país la mitad de este siglo.
Sin embargo, el miedo y la incertidumbre se apoderaron finalmente del campesino, que ahora está resignado a convertirse en un refugiado en su propio país.
"No podemos esperar más porque dijeron por televisión que cuando lleguen los musulmanes nos matarán a todos", dijo tratando de hacer arrancar su viejo automóvil cerca de la linea del frente.
"No tengo garantías que si no nos marchamos ahora, podremos salir más tarde. No sé adonde iré, todo lo que sé es que no me puedo quedar", lamentó.
Durante las horas que precedieron al traspaso, miles de serbios se pusieron en camino, bloqueando las rutas de montaña a través de territorio bajo control del gobierno de Pale, que ya estaban interrumpidas por avalanchas de nieve, camiones averiados y vehículos abandonados.
Simeulovic, al igual que otros 50.000 residentes en las áreas que ahora quedan bajo control de la Federación Musulmana y Croata, se ha visto atrapado en una tenaza.
Su propio gobierno esta presionando a la población para que se marche y haciendo una campaña de prensa para infundir miedo y crear un éxodo masivo. Matones locales recorrieron las calles amenazando a aquellos que deseaban quedarse en sus casas.
La policía internacional que llegó para monitorear el pasaje de control se muestra impotente para afrontar la situación. Cuentan con poco personal y apenas disponen de algunos folletos de propaganda para convencer a la gente que no escape.
"Si alguien puede garantizar mi seguridad, asegurarme que no seré asesinado, entonces me quedaría", declaró Danilo, de 59 años, un amigo de Simeulovic. "Lo que pasa es que estoy mortalmente asustado por lo que puede ocurrir".
Añadió que "ya no confiamos más en nadie. Pale dijo que nos iba a dar camiones para que nos traslademos pero mentía. Según nuestra prensa, la policia croata-musulmana ya comenzó a arrestar gente en Sarajevo".
"IFOR (la Fuerza de Implementacion de la OTAN) está aquí, pero ya vimos lo poco que hizo cuando era la ONU. No soy un criminal de guerra, pero cómo puedo quedarme?".
Otro serbio con uniforme de las milicias apareció y observó a Danilo con severidad. Luego lo intimidó diciéndole que dejar la población despues del viernes "no es lo que quiere Pale".
Pale, tambien un distrito de Sarajevo, ha sido hasta ahora la capital de la república separatista serbia de Bosnia-Herzegovina.
Danilo, aterrorizado por el miliciano, rogó que no se mencionara su apellido. Esos incidentes fueron comunes hasta este viernes en Vogosca, ahora silenciosa y casi vacía. Muchos, antes de dejar sus casas, las incendiaron para que no cayeran en manos musulmanas.
La gente que quiere ver lo que pasa con la llegada de los policías de la federación antes de tomar la decisión final de marcharse es públicamente estigmatizada por sus vecinos en fuga.
Otros dicen que incluso temen registrarse con la policía internacional respaldada por la ONU, el primer paso para poder conservar sus casas, por temor que alguno los vea entrar en el recinto policial o lea su nombre en alguna lista de vecinos.
Incluso con esa acción intimidatoria en los suburbios, varios centenares de personas se registraron para quedarse. Desafortunadamente, la mayoría son ancianos que no tienen otro lugar adonde ir, senaló un policía internacional.
"Uno puede ver esas listas de dos maneras", apuntó un observador. "Se puede decir, 'bueno, la gente se queda', pero el problema es que esas listas serán las únicas. La mayoría ya se marchó. Piense en lo que quedará de los suburbios cuando el proceso termine el 19 de marzo. Esto parecerá una poblacion fantasma".
Una campaña de relaciones públicas destinada a mitigar la ansiedad sobre la transición de los suburbios serbios se efectuó durante semanas y cesó el domingo último por la reunión de Roma.
Los negociadores internacionales no quieren dar a los serbios un plazo para transferir la tierra, previendo que quizás se cambie de criterio durante las últimas negociaciones.
"Esto fué mal concebido y peor realizado desde el comienzo, y ahora nos enfrentamos a un plazo sin siquiera haber podido decir una palabra", dijo un alto funcionario en Sarajevo. "No es de admirarse que esta gente tenga miedo".
Segun los términos de la transferencia, 85 policías de la federación comenzaron a patrullar este viernes las calles de Vogosca. Otros cuatro distritos en manos serbias pasarán a manos de la federación hasta fin de marzo, con idéntica supervisión internacional. (FIN/IPS/tra-en/kr/rj/ego/ip).
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