Más de 200 trabajadores petroleros de Bolivia iniciaron este sábado una marcha de 300 kilómetros en protesta contra la privatización de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Los trabajadores prevén recorrer a pie los 300 kilómetros que separan la localidad de Camiri, al sureste de La Paz, de Santa Cruz.
Los sindicatos consideran que YPFB, la empresa más importante y rentable del Estado boliviano, es "patrimonio nacional estratégico".
El gobierno de Gonzalo Sánchez de Losada comenzará en las próximas semanas un proceso de capitalización (una especie de privatización) en esta empresa pública.
El proceso prevé la introducción de capitales privados e implica la privatización directa de algunos servicios (como la comercialización de los carburantes) y la capitalización (asociación y administración de privados) de la exploración y explotación de pozos petrolíferos.
La población de Camiri, ciudad predominantemente petrolera, realizó una manifestación de respaldo al inicio de la marcha.
El dirigente petrolero Marcelo Villarroel dijo que la medida expresa un sentimiento generalizado de sindicatos, grupos vecinales y cívicos, jubilados, servidores y viudas de soldados de la Guerra del Chaco (con Paraguay, 1936-1940, en defensa de campos petrolíferos) y otros sectores.
La Central Obrera Boliviana (COB), principal central sindical del país, expresó su total respaldo a la marcha.
Los dirigentes anunciaron que, si el gobierno ordena reprimir la movilización, los trabajadores petroleros de Bolivia convocarán de inmediato en una huelga general.
El gobierno, que intentó convencer a los petroleros de que dejaran sin efecto la marcha, calificó la medida de "innecesaria".
"Con marchas no se conseguirá nada, porque el gobierno ya tiene decidida la capitalización de YPFB", dijo Juan Carlos Durán, presidente del senado y subjefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario, principal partido del gobierno.
La capitalización de YPFB es considerada la principal batalla de la gestión de Sánchez de Losada, que aún no está asegurada, a poco más de un año de la finalización de su mandato, debido a la dura resistencia de los sindicatos y de grupos organizados de la sociedad civil a esta medida.
Hasta ahora, el gobierno logró capitalizar cuatro empresas monopólicas del Estado, la de ferrocarriles, la de telecomunicaciones, la de electricidad y la aerolínea Lloyd Aéreo Boliviano. (FIN/IPS/jcr/mj/la if lb/96)