El marino argentino que hace un ano conmocionó al país y al mundo al revelar que durante la última dictadura militar se arrojño al mar en aviones de la Armada a unos 2.000 prisioneros ilegales, declaró hoy que dos monjas francesas también tuvieron ese destino.
En vósperas de la visita oficial del presidente Carlos Menem a Francia, el capitán Adolfo Scilingo se presentó este viernes ante la justicia y declaró que las religiosas Alice Domon y Leonie Duquet, secuestradas en 1977, fueron adormecidas en la sede de la Armada y lanzadas al mar.
La revelación agrava la condición del capitan de fragata Alfredo Astiz, quien fue sentenciado a cadena perpetua en ausencia por la justicia francesa por la causa de las dos religiosas pese a haber sido absuelto en Argentina.
En este país, una ley de obediencia debida sancionada en 1987 liberó de proceso a miles de militares subalternos que adujeron haber recibido órdenes cuando cometieron graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Astiz fue uno de los beneficiados.
El caso Astiz es el tema más delicado de la agenda bilateral argentino-francesa ya que el marino sigue siendo reivindicado por la oficialidad de la Armada y, si bien pidió su retiro en diciembre, el trámite todavía no está en marcha.
Un informe elaborado en 1995 por la embajada argentina en París señala que sólo un gesto oficial argentino sobre el tema Astiz podía allanar el camino a una visita de Estado del presidente Menem, que finalmente se realiza entre el martes y el jueves próximos.
Por ahora, el capitán no puede abandonar el país ya que tiene pedido de captura internacional y sería detenido de inmediato por Interpol. Tampoco marcha tranquilo en su territorio. Astiz es permanente blanco de agresiones en la calle, por ser considerado símbolo de la represión ilegal.
Scilingo cambió la historia militar argentina en marzo de 1995, cuando se manifestó arrepentido de haber participado en los llamados "vuelos de la muerte". Centenares de presos, considerados desaparecidos hasta entonces, fueron lanzados al mar vivos y sin ropas.
Pero el capitán, que también fue alcanzado por la ley de obediencia debida y que actualmente está detenido por un delito común, no había identificado más que a una veintena de víctimas con nombre y apellido.
Este viernes, cuando faltan dos días para la partida de Menem rumbo a París, Scilingo recordó algo más. Las dos monjas francesas también estaban con el contingente de quienes terminaron sus días en el océano Atlántico. (FIN/IPS/mv/dg/ip-hd/96)