La construcción conjunta de un reactor de investigaciones y mayor intercambio de técnicos para igualar el desarrollo tecnológico en el sector son dos puntos del acuerdo de cooperación nuclear que negocian Argentina y Brasil.
La información, publicada este jueves por el diario Jornal do Brasil, de Rio de Janeiro, indica que Argentina estaría proponiendo a Brasil una asociación para construir el reactor Caren, un viejo proyecto argentino, de tamaño pequeño, a agua liviana, que utilizaría uranio enriquecido.
El ministro de Defensa de Argentina, Oscar Camillion, dijo durante su visita a Brasilia el lunes y martes que las negociaciones son confidenciales y no divulgó detalles.
El acuerdo será firmado durante la visita del presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, a Argentina en marzo, según el diario.
Expertos citados por el diario señalaron que la propuesta interesa a Brasil, ya que se reconoce que el país vecino tiene un mayor desarrollo tecnológico en reactores de investigación.
Argentina opera por lo menos seis de esos equipos diseñados y hechos con tecnología nacional y ya los exportó a Egipto, Peru y Argelia.
Además, los técnicos argentinos participaron activamente en la construcción de las dos centrales nucleares de ese país, Atucha-1 y Embalse, en operación desde 1974 y 1984 respectivamente.
La experiencia argentina con esas centrales es mucho mejor que la brasileña con Angra-1, la única en operación cerca de Rio de Janeiro, que desde 1985 ya sufrió cerca de 30 interrupciones, por defectos presentados.
El acuerdo deberá también intensificar el intercambio de técnicos nucleares entre Brasil y Argentina, buscando hacer parejos sus niveles tecnológicos.
El desarrollo de los dos países en esa area es similar, pero existen diferencias sectoriales, según Laercio Antonio Vinha, director de relaciones internacionales de la Comisión Nacional de Energía Nuclear de Brasil, citado por el diario.
Brasil avanzó más en el enriquecimiento de uranio, pese a haber dominado su técnica después de Argentina, que por su parte aventaja en la producción de zircaloy, material para aislar los combustibles en reactores nucleares.
La cooperación técnica bilateral ya permitió visitas recíprocas de unos 60 técnicos en los últimos años.
La unificación de sistemas de protección y seguridad, en transporte y producción, e investigaciones sobre aplicaciones nucleares en medicina, industria, agricultura y medio ambiente, también forman parte del programa.
Desde 1991 existe una agencia conjunta por la cual los dos gobiernos se fiscalizan mútuamente en el área nuclear y los dos países aceptaron el control de la Agencia Internacional de Energia Atomica, hecho que despejó dudas sobre sus posibles intenciones de uso militar. (FIN/IPS/mo/ag/en/96)