El ministro de Defensa de Argentina, Oscar Camillion, se reúne este lunes y martes en Brasilia con los ministros militares brasileños para tratar los detalles de un acuerdo de cooperación nuclear bilateral que será firmado este año, informó hoy el diario Folha de Sao Paulo.
Brasil tiene interés en la tecnología argentina de generación de energía nuclear, reconociendo que el país vecino presenta mayores avances en esta área.
Mientras Argentina ya tiene dos centrales en operación, Atucha 1 y 2, Brasil enfrenta problemas con su primera, Angra-1, frecuentemente paralizada, y en la construcción de la segunda, Angra-2, dentro de un frustrado acuerdo con Alemania.
La cooperación con Alemania, firmada en 1975, preveía la construcción de ocho centrales y de un complejo industrial para procesamiento de uranio hasta la fase final de la producción de combustible nuclear. El programa se desactivó y deberá limitarse a Angra-2, dejando pesadas pérdidas.
Angra-1 fue adquirida a la empresa estadounidense Westinghouse, sin transferencia de tecnología. Ubicada en Angra dos Reis, a unos 160 kilómetros de Rio de Janeiro, como Angra-2, atemoriza la población local con sus frecuentes desperfectos.
Camillion, quien fue anteriormente embajador en Brasil, discute también con los ministros brasilenos operaciones militares conjuntas que se realizarán en la frontera entre los dos países.
En Brasil no hay un Ministerio de Defensa, sino que son ministros los jefes del Ejército, de la Aeronáutica, de la Marina y del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Además, el ministro argentino se entrevistará con el canciller Luiz Felipe Lampreia y el Secretario de Asuntos Estratégicos, Ronaldo Sardenberg, vinculado a la presidencia.
El narcotráfico es otro de los temas de la visita, teniendo en cuenta que en octubre se realizará en Argentina la segunda Reunión de Ministros de Defensa de las Américas.
Brasil y Argentina se oponen a la participación de sus fuerzas armadas en el combate al narcotráfico, pero en otros países los militares se han involucrado en la cuestión, senaló Camillion. (FIN/IPS/mo/ag/en/96)