El Banco Mundial da los últimos toques a la preparación de una reunión que constituirá el primer encuentro de posguerra civil de los acreedores y donantes de ayuda a Angola, y será efectuada en París en abril próximo.
Un comité internacional de coordinación -con participación de funcionarios del Banco, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de las Naciones Unidas- se reunirá en la primera semana de marzo para pasar revista a la situación de Angola en la posguerra y combinar medidas para apoyar la rehabilitación del país.
Tanto los funcionarios del Banco como los del FMI admiten que todavía se proyectan dudas sobre los esfuerzos de rehabilitación, pese a la tregua pactada hace 15 meses, cuando comenzó la actual etapa del proceso de paz.
No obstante, se muestran satisfechos por los esfuerzos que hace el gobierno del presidente José Eduardo dos Santos para asegurar la paz y abrir el camino a las reformas económicas.
El Banco Mundial presidirá la reunión del llamado "Comité Consultivo" para Angola en París, como es habitual en casos similares, un hecho que será, en parte, "un reconocimiento de los esfuerzos hechos por el país para definir, por lo menos, un amplio esquema de reformas económicas".
Fuentes del Banco señalaron "la decisión de hacer la paz y de transformar el país, de un sistema socialista de planificación centralizada, en una economía de mercado".
Los funcionarios destacaron que el gobierno ha "reorientado el gasto del Estado, desde las necesidades militares hacia las del sistema educativo y hacia las exigencias sociales".
"También hemos visto decisiones que se dirigen a privatizar buena parte de las empresas estatales", añadió la fuente.
No obstante, la incertidumbre política aún se hace sentir. "Angola es un caso inusual. Todo depende de si finalmente van a hacer la paz", dijo un funcionario.
Una fuente del FMI, en cambio, se mostró preocupada porque un programa de reformas monetarias y fiscales controlado por el Fondo, el año pasado, no fue ejecutado debidamente a causa de la inseguridad política.
La misma fuente destacó que depende de los angoleños el poner en práctica un programa que le permita atraer recursos de las fuentes de ayuda y del propio FMI.
De acuerdo con el Banco Mundial, Angola necesita por lo menos 500 millones de dólares a corto plazo para estar en condiciones de estabilizarse en términos macroeconómicos. El Banco prometió el año pasado unos 250 millones de dólares para ocho proyectos, de los cuales ya han sido desembolsados 200 millones.
El Banco proyecta aprobar préstamos adicionales por valor de 860 millones de dólares este año, con destino a reconstrucción y proyectos sociales.
Para el Banco Mundial las prioridades del país en su posguerra son la reconstrucción, en primer lugar, y después la estabilización macroeconómica.
Las fuentes predijeron, no obstante, que si la paz se mantiene firme, la economía puede estar pronta para los préstamos de ajuste estructural a mediados de 1997. (FIN/IPS/tra-en/ru/yjc/arl/ip-if/96)
