El papa Juan Pablo II sumo, con su gira de una semana por Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Venezuela, nuevos triunfos para reforzar su liderazgo sobre los mil millones de catolicos del planeta, la mitad de ellos habitantes de America Latina.
En su visita a la region, el Papa remarco las distancias entre las tesis oficiales de la Iglesia Catolica y la Teologia de la Liberacion en el terreno de la politica y la lucha social, asi como la ferrea oposicion del Vaticano a las corrientes liberales en materia de sexualidad y familia.
Juan Pablo II, banado en multitudes de fieles que acudieron a su paso, reafirmo su liderazgo personal directo sobre la bimilenaria Iglesia, a pesar de que carga ya con 75 anos, la edad en que se jubilan cardenales y arzobispos.
De las 69 veces que viajo fuera de Italia en sus 17 anos de pontificado, el Papa visito America Latina y el Caribe en 14 ocasiones, y el periplo que completo el domingo le llevo a cuatro paises donde se registraron cambios sustanciales desde que los visito entre 1983 y 1985.
America Central era por entonces escenario de conflictos armados asociados a la guerra fria entre superpotencias, en tanto Venezuela funcionaba como una todavia prospera democracia petrolera, pasto mas bien de antivalores y consumismo.
En el avion que lo llevo de Roma a Guatemala, el Papa comento que "con la caida del comunismo tambien cayo la Teologia de la Liberacion", corriente de opinion catolica que animo las luchas politicas y sociales de sacerdotes en America Latina y cuya invocacion costo la vida a muchos, sobre todo en America Central.
En Guatemala, el Papa concentro su mensaje en instar a la paz – pues en ese pais todavia combaten el Ejercito y la guerrillera Union Nacional Revolucionaria- y contra las "sectas" o credos evangelicos que disputan al catolicismo el favor de los fieles.
El papa cancelo una audiencia a la indigena Rigoberta Menchu, Premio Nobel de la Paz 1992, en tanto provoco la satisfaccion del pontifice ser recibido por un mandatario catolico, Alvaro Arzu, en lugar del evangelico general Efrain Rios Montt, quien gobernaba en 1983.
En Nicaragua, Karol Wojtyla vivio su mayor triunfo, cuando unas 300.000 personas siguieron sosegadamente su misa, en contraste con la multitud que grito consignas revolucionarias con el puno en alto frente al anticomunista papa polaco en 1983.
Mas aun, la plaza donde muchos enfrentaron al Papa en su visita durante el gobierno del sandinista Daniel Ortega fue rebautizada por la actual presidenta, Violeta Chamorro, con el nombre de Juan Pablo II.
En El Salvador, el pais centroamericano donde a la Iglesia ha costado mas sangre su actividad por la paz, miles de catolicos pidieron al Papa la beatificacion del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado en plena misa en 1980.
Tambien reclamaron "mas obispos como el" y como su fallecido sucesor Arturo Rivera y Damas, por contraste con el recientemente designado arzobispo de San Salvador, Fernando Saenz Lacalle, perteneciente a la agrupacion catolica conservadora Opus Dei.
Juan Pablo II rezo ante las tumbas de Romero y Rivera y Damas, pero no abundo en criticas a la situacion economica de los salvadorenos, calificada por varios obispos de desesperada.
En cambio, el Papa pidio en San Salvador que "nunca mas haya guerra" entre los centroamericanos, y culpo "al marxismo y al capitalismo desenfrenados" por atizar los conflictos.
En Venezuela, el pontifice pronuncio discursos menos politicos, referidos especialmente a los dramas economicos y sociales de los latinoamericanos, y antes de regresar a Roma manifesto sus opiniones acerca de la moral, la sexualidad y la familia.
A las puertas de la peor carcel de Caracas, el Papa exigio trato humanitario para los detenidos, y ante 2.500 dirigentes de la sociedad abogo por una "economia solidaria", pues el "sistema de acumulacion de bienes provoca un gran abismo entre Estados y entre ciudadanos".
Pasada la pagina de la guerra fria, la Iglesia coincide cada vez mas con quienes resisten los ajustes estructurales, y los obispos latinoamericanos denuncian las consecuencias sociales negativas de las aperturas economicas.
Sobre esta base emergieron en Venezuela criticas al Papa de parte de sectores comprometidos con la Teologia de la Liberacion, "que esta mas viva que nunca", segun dijo a IPS el sacerdote Juan Vives, de la Fundacion Latinoamericana de Derechos Humanos.
Vives deploro que en America Latina "los sectores populares cristianos sufrieron persecucion y martirio por causa de la justicia, y no han tenido el mismo reconocimiento que las victimas de la guerra fria".
Mas contundente, el jesuita Jose Ignacio Rey sostuvo que "es dificil que este Papa, desde la perspectiva de los paises ricos, pueda entender lo que pasa en America Latina". "No es su culpa. Es dificil hablar de la pobreza sin compartirla", agrego.
Las criticas no alteraron los discursos que el pontifice preparo en Roma.
Juan Pablo II dedico su jornada final en la region -el domingo- a rechazar ante 100.000 jovenes "la tentacion de los idolos del poder, del dinero y del placer".
En ese "encuentro con los jovenes" se destaco el mensaje de un "nino no nacido", cuya "voz" imploro al Papa, a traves de altavoces: "Defiendeme, porque soy el mas indefenso de los indefensos".
El Papa, tenaz opositor del aborto y de todo metodo artificial de control de la natalidad, recordo que "la familia debe fundarse sobre el sacramento indisoluble del matrimonio y abrirse con generosidad al don de la vida".
Ademas, Juan Pablo II realizo una nueva demostracion de resistencia fisica, y, aunque por momentos de esta gira se mostro cansado, soporto largos recorridos en "papamoviles", tomo nueve aviones, cuatro helicopteros, leyo 22 mensajes y oficio seis misas. (FIN/IPS/hm/mj/la ip cr/96)
