AFRICA: Libertades politicas son compatibles con ajuste economico

El proceso de liberalizacion politica comenzado en Africa no tendra impacto negativo en los programas de reforma economica, segun una investigacion de la Universidad britanica de Sussex.

La liberalizacion politica permite incorporarse al debate sobre los programas economicos "a varios grupos que en otras condiciones no podrian intervenir en ese dialogo, como los empresarios, los agricultores y los sindicalistas", observo Mark Robinson, coautor del estudio.

Durante muchos anos, los paises donantes occidentales admitieron como interlocutores en Africa a gobiernos autoritarios, a los que solo imponian como condicion para su ayuda la implementacion de determinadas politicas economicas.

Pero al termino del decenio de 1980, y debido en parte al final de la guerra fria, los donantes comenzaron a retirar su apoyo financiero a los regimenes antidemocraticos, aunque aprobasen sus programas economicos.

El proceso condujo a la incorporacion de condicionantes politicas a los paquetes de asistencia. Los gobiernos africanos receptores de la ayuda occidental se vieron obligados a conceder libertades civicas mientras continuaban las reformas economicas.

"Sin duda, en un principio no se presto suficiente atencion al buen gobierno, a la representatividad de los gobernantes ni al alivio de la pobreza", destaco Linda Chalker, ministra britanica de Cooperacion con el Exterior.

La asistencia economica "fue acordada a menudo con gobiernos sin representacion popular ni dispuestos al cambio", dijo Chalker.

La situacion estaba favorecida por la opinion de quienes creian en Occidente que las autoridades de los paises africanos encontrarian grandes dificultades para poner en marcha medidas economicas duras e impopulares en un marco de libertades politicas.

Pero la investigacion realizada por el del Instituto de Estudios para el Desarrollo (IDS), de la Universidad de Sussex, concentrada en los casos de Uganda, Mozambique y Senegal, concluyo que esa hipotesis no tiene asidero en la realidad.

Los partidarios de la negociacion con regimenes autoritarios argumentaban que la devaluacion, un capitulo presente en la mayoria de los programas de ajuste estructural, reduce el ingreso de los asalariados del sector publico, entre quienes se cuentan funcionarios influyentes que pueden afectar la politica gubernamental.

Mientras, los principales beneficiarios de la devaluacion, como los pequenos agricultores, tienen una limitada fuerza politica, se encuentran dispersos y generalmente mal organizados.

Pero ese esquema no tiene relevancia en paises que intentan recobrarse de profundas catastrofes economicas, como Mozambique y Uganda, donde el sector publico se habia hundido en largos anos de guerra y gran parte de la poblacion sobrevivia en actividades informales.

"La situacion de Uganda era de colapso general y la aplicacion de las reformas no fue traumatica", senalo Tim Lamont, asesor del Ministerio de Finanzas de Uganda y colaborador en el informe del IDS.

"La gran mayoria de la poblacion estaba dedicada a la agricultura de subsistencia y los empleados publicos, que no cobraban su salario, obtenian ingresos en el sector informal", informo Lamont a IPS

"De modo que la reestruracion del servicio civil no afecto a casi nadie", agrego.

El predominio de los mercados paralelos redujo sin duda la oposicion politica a la reforma economica tanto en Uganda como en Mozambique, donde las guerras destruyeron muchas de las organizaciones e instituciones de la sociedad civil que podian presentar resistencia concertada al ajuste economico.

Pero la resistencia se manifesto efectivamente en Senegal, en cuya capital, Dakar, se produjeron sangrientos disturbios en febrero de 1994, en reaccion ante la devaluacion en 50 por ciento del franco de la Comunidad Financiera Africana.

No obstante, el alcance de esa reaccion fue limitado, ya que tambien la mayoria de los trabajadores senegaleses se desempenaban en actividades informales, de acuerdo con el informe del IDS.

Asi mismo, varios observadores sugirieron que la liberalizacion politica permite a grupos sectoriales, como los sindicatos, organizarse contra la reforma economica.

Pero el IDS replico que los grupos de interes sectorial son generalmente debiles en Africa, y las organizaciones de ambito nacional con posibilidades de influir en las politicas macroeconomicas son relativamente escasos.

Mozambique, Senegal y Uganda, los tres paises analizados en el informe, registraron en los ultimos anos un ligero crecimiento economico, que fue financiado por el incremento de la ayuda externa.

La asistencia se oriento principalmente a respaldar obras de infraestructura y servicios publicos y, si bien la recuperacion de esas areas es necesaria para revivir el sector privado, no es suficiente para favorecer la inversion, advirtio el IDS.

Al respecto, los autores del estudio senalaron que las expectativas de rapida reanudacion del flujo de capitales privados, que a su juicio no serian realistas, pueden conducir a la decepcion, como ha ocurrido en Uganda.

"Debe prestarse mas atencion a la inversion interna en pequena escala, que puede ser parcialmente financiada por el regreso de capitales emigrados", se agrego. (FIN/IPS/tra-en/db/fn/ff/af if ip/96)

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