Ruanda no admitira presiones de la Organizacion de Naciones Unidas (ONU) para incorporar a su gobierno a funcionarios del regimen hutu derrotado en la guerra civil de 1994, advirtio el representante ruandes ante el foro mundial.
El embajador, Manzi Bakuramutsa, tambien aseguro a IPS que su gobierno no aceptara ningun plan de paz de la ONU para Ruanda elaborado sin participacion de las autoridades del pais.
La ONU, que proyecta retirar de Ruanda el 8 de marzo su fuerza de mantenimiento de la paz, "siempre cree tener la unica solucion, pero nosotros estamos decididos a intervenir en la superacion de nuestros problemas", manifesto Bakuramutsa.
Las autoridades de Kigali, entre las que prevalece la minoria etnica tutsi, observan con recelo las iniciativas de paz del foro internacional para Ruanda desde que el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, realizo un pronostico pesimista sobre el futuro del pais.
Boutros-Ghali recordo hace un mes el genocidio perpetrado en 1994 por el ya depuesto regimen hutu, que tuvo un saldo de casi un millon de muertos, la mayoria tutsis, para advertir a continuacion que "la proxima vez, los verdugos seran los tutsis y las victimas los hutus."
El gobierno ruandes, que tiene participacion de las dos etnias, rechazo con indignacion las palabras del secretario general y, desde entonces, ha descartado las propuestas de la ONU.
Kigali sospecha que Boutros-Ghali no simpatiza con el gobierno instalado despues de la guerra civil de 1994, que esta presidido por Pasteur Bizimungu, y ha rechazado el proyecto de convocar una conferencia de paz de Africa central bajo la egida del enviado de la ONU, Jose Luis Jesus.
Bakuramutsa aseguro que su gobierno busca mejorar sus relaciones con los paises de Africa central, especialmente con Zaire, Burundi y Tanzania, pero no se fia de los proyectos de solucion surgidos de la ONU.
"Nuestro gobierno no fue consultado en ningun caso", destaco el embajador.
Kigali cree que la ONU es partidaria de la formacion de un gobierno de coparticipacion en el que tendrian lugar colaboradores del regimen responsabilizado de la matanza perpetrada entre abril y julio de 1994.
Pero las autoridades ruandesas no aceptan ni siquiera la reincorporacion al gobierno del ex primer ministro Faustin Twagiramungu, un economista hutu destituido el ano pasado tras acusar a funcionarios de delitos contra los derechos humanos.
Bakuramutsa argumento que Twagiramungu perdio credibilidad por "acusar sin fundamento" a los actuales gobernantes del asesinato de mas de 200.000 ciudadanos. (FIN/IPS/tra-en/fah/jl/ff/af ip/95). ITEM CLOSED
