El primer duelo televisivo entre los principales lideres politicos italianos, Silvio Berlusconi y Massimo D'Alema, dejo en evidencia los esfuerzos de ambos para acordar una serie de reformas que le cambiarian el rostro institucional al pais.
Mas que un duelo, el programa transmitido la noche del miercoles por una de las tres emisoras de la cadena estatal RAI (Radio y Television Italiana) fue una conversacion entre dirigentes que, aun en posiciones politicas diametralmente opuestas, estan de acuerdo en cuestiones fundamentales.
Berlusconi, lider de la coalicion de centroderecha, y D'Alema, secretario del Partido Democratico de Izquierda (PDS), principal fuerza de la alianza de centroizquierda, coincidieron en la necesidad de modificar la cincuentenaria constitucion italiana antes que se convoque a elecciones parlamentarias.
Sin embargo, en el debate se registraron matices de discrepancia sobre el alcance del "acuerdo" al que ya se habria arribado, pues Berlusconi lo califico como un "borrador de discusion".
La realizacion del "enfrentamiento" televisivo le costo a su conductor, el conocido periodista Bruno Vespa, un ano y medio de gestiones para convencer a los dos contendientes.
"Ya existe un acuerdo" sobre la reforma institucional, dijo D'Alema. El dirigente informo que las coincidencias son producto del trabajo de los expertos constitucionalistas de Forza Italia, partido liderado por Berlusconi, el PDS y la derechista Alianza Nacional (AN).
No obstante, el lider de esta fuerza politica, Gianfranco Fini, se opone a un entendimiento sobre esta materia con los partidos izquierdistas.
El acuerdo incluye la abolicion de una de las dos camaras legislativas, el Senado, y la reduccion del numero de parlamentarios, asi como el reforzamiento del Poder Ejecutivo.
Ademas, la reforma implicaria la transferencia de ciertas funciones y poderes del gobierno central a las regiones y comunas, en una especie de "federalismo solidario", como la califico D'Alema.
La instauracion de un sistema federal es una aspiracion de vieja data del poderoso partido regional Liga del Norte.
Con esta propuesta, que, segun D'Alema, fue redactada por un parlamentario de AN, el ciudadano votara por un diputado y, al mismo tiempo, por una mayoria parlamentaria y por el primer ministro o jefe de gobierno.
En caso que esta mayoria se rompa, se celebrarian nuevas elecciones, explico.
Berlusconi aun debe convencer al Fini para que ese sector politico suscriba el acuerdo y no se divida el Polo de la Libertad, la coalicion de centroderecha.
Berlusconi y D'Alema coincidieron ademas de que, si no se llega a un acuerdo definitivo, se debe convocar de inmediato a elecciones parlamentarias.
Fini afirma que el acuerdo representa una "trampa" del PDS, e insiste en el establecimiento del sistema "presidencial", con la eleccion directa del jefe de gobierno.
Berlusconi y D'Alema han coincidido en instaurar un regimen "semipresidencial", pues los electores indicarian, aunque no elegirian directamente, al primer ministro, quien, de todos modos, deberia obtener el voto de confianza del parlamento.
El primer ministro seria, segun el principio de acuerdo, el jefe de la coalicion vencedora en las elecciones, a quien el parlamento podra incluso retirar la confianza, lo cual provocaria al mismo tiempo su propia disolucion y la convocatoria a nuevas elecciones de legisladores.
El Presidente de la Republica, jefe de Estado, perderia el poder de designar al primer ministro y de disolver las camaras.
En caso que el premier se dimita por su propia voluntad, el parlamento podria elegir a otro de su misma mayoria politica.
En Italia se abrio el 12 de enero la crisis de gobierno cuando el primer ministro Lamberto Dini reitero su renuncia ante el presidente Oscar Luigi Scalfaro, despues de un debate parlamentario.
Dini habia presentado inicialmente su dimision a fines de diciembre de 1995, tal como habia previsto en enero cuando asumio la jefatura del gobierno "tecnico".
Scalfaro realizo dos ruedas de consultas con 26 fuerzas politicas y el proximo lunes inicia la tercera, que deberia ser la definitiva.
Al final de la ronda deberia nombrar a un nuevo primer ministro encargado de formar el gobierno o convocar a elecciones parlamentarias. (FIN/IPS/jp/mj/ip/96) ITEM CLOSED