Varios organismos regionales y mundiales coinciden en indicar que las perspectivas de crecimiento economico de America Latina para 1996 son por lo genral buenas y preven una auspiciosa recuperacion de paises que fueron afectados por la recesion en anos anteriores.
Medios financieros de Estados Unidos tambien han expresado su optimismo en que ello ocurrira, por lo cual se espera que la inversion extranjera, motivada por este hecho, vuelva a mirar los atractivos y la seguridad en la region.
Informes del Fondo Monetario Internacional estiman que America Latina crecera cuatro por ciento en promedio en 1996, luego de haverlo hecho 1,8 el ano pasado.
Mexico y Argentina y Uruguay han sido senalados por la Comision Economica para America Latina (CEPAL) como los paises que este ano experimentaran una recuperacion de sus economias, luego de que atravesar serias dificultades durante 1995.
Expertos estadounidenses calculan que el crecimiento de la economia argentina pasara de 2,5 por ciento en 1995 a cinco por ciento este ano y que la recesion sufrida por Mexico el ano pasado sera aliviada por un crecimiento que variara entre 1,5 y dos por ciento en 1996.
Los organismos y expertos igualmente confian en que paises como Colombia, Brasil y Venezuela alcanzaran un crecimiento economico. Es decir que la region, estimulada por estos indices, conoce perspectivas favorables para caminar hacia el desarrollo.
Estas alentadoras apreciaciones contrastan con los indicadores sociales. La pobreza constituye el mayor problema de la region en ese plano.
De no ser revisados los modelos economicos que se aplican indiscriminadamente en las naciones del area, no parecen vislumbrarse soluciones para resolver esas problematicas.
Parece logico advertir que una de las causas principales del agudizamiento de la pobreza en la region obedece a los programas de ajuste estructural y modernizacion mpulsados por los gobiernos de la region en su afan de lograr el crecimiento de sus indices macroeconomicos.
Argentina y Mexico precisamente son dos ejemplos de ello, pues el resultado de su politica economica se hizo evidente en la profundizacion de la pobreza en amplios sectores de la poblacion, y en las repetidas convulsiones sociales que se registraron en esos paises durante 1995.
Desde la optica de los derechos humanos, esta preocupante situacion impone al menos una revision de la politica economica. No se puede olvidar que la pobreza es un fenomeno que propicia y viola los derechos fundamentales de las personas, incluido el derecho a la vida.
En America Latina existen 270 millones de pobres, cifra que representa 70 por ciento de la poblacion de la region, en la cual anualmente mueren por esa misma causa 1,5 millones de personas.
Se estima que nueve de cada veinte latinoamericanos no tienen oportunidades para acceder a niveles elementales de salud, nutricion, educacion y vivienda.
Durante las ultimas decadas, el 20 por ciento mas rico de la sociedad latinoamericana aumento su participacion en la riqueza de 70 a 82 por ciento.
Es decir que en los ultimos anos los pobres se hicieron mas pobres y los ricos mas ricos, con lo cual se ahondaron los graves desequilibrios economicos y sociales que hacen dificil el disfrute de los derechos humanos a una parte mayoritaria de la poblacion del area.
Los esfuerzos por combatir la pobreza han sido infructuosos o al menos insuficientes.
La Cumbre de Desarrollo Social celebrada en Copenhague a inicios de marzo pasado, congrego a miles de lideres mundiales con el proposito de apoyar un plan de las Naciones Unidas para erradicar la pobreza, el desempleo y la injusticia social.
Tras la reunion, y al termino de 1995, no existe nada concreto que abrigue esperanzas ciertas de construccion de un nuevo orden mundial en donde prime la equidad y la solidaridad, para poder contrarrestar la situacion de injusticia que prevalece en los paises del tercer mundo.
Es necesario que los compromisos asumidos por los gobernantes sean asumidos con toda responsabilidad y la maxima prioridad, para asi iniciar una verdadera batalla contra uno de los peores flagelos de la humanidad: la pobreza. (FIN).
(*) Secretario Ejecutivo de ALDHU
