Diplomaticos estadounidenses presionaran esta semana a Corea del Sur para que tome mas en serio las advertencias de una gran hambruna en Corea del Norte, segun funcionarios de Washington que ya han preparado un modesto paquete de ayuda a Pyongyang.
Representantes de Corea del Sur, Japon y Estados Unidos se reuniran el miercoles en Hawai para tratar prioritariamente la situacion norcoreana. La delegacion de Washington estara encabezada por el subsecretario de Estado para Asia, Winston Lord.
Desde noviembre, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas ha venido advirtiendo que Corea del Norte afronta una grave escasez de viveres como resultado de desastrosas inundaciones en zonas productoras de arroz el verano pasado.
El programa dijo la semana pasada que varios millones de personas corren peligro de inanicion, incluyendo 2,5 millones de mujeres y ninos. La poblacion de Corea del Norte es de 23 millones de habitantes.
Sin embargo, el gobierno surcoreano del presidente Kim Young Sam, a quien Washington tiende a referir sobre problemas norcoreanos, ha minimizado la alarma e insistido que Pyongyang tiene suficientes reservas alimentarias disponibles, en su mayor parte reservadas para el ejercito, para evitar una hambruna.
"Kim se 'quemo' la ultima vez que envio ayuda alimentaria, cuando el norte reacciono con deplorable ingratitud", dijo Robert Manning, un ex especialista de Asia durante el gobierno del presidente George Bush. "Ahora no se muestra ansioso de hacerlo, sobre todo teniendo en cuenta las elecciones parlamentarias surcoreanas en abril".
Cuando el programa comenzo a sonar las campanas de alarma sobre la situacion alimentaria, demando 15 millones de dolares en ayuda. No obstante, solo 1,5 millones de dolares han sido comprometidos hasta ahora, de los cuales Washington aporto una cuota de 220.000 dolares. Estados Unidos esta estudiando un paquete por valor de dos millones de dolares a traves de agencias multilaterales.
Los vinculos de Washington con Corea del Norte, uno de los archienemigos de Estados Unidos durante la Guerra Fria, han mejorado notablemente en los ultimos 15 meses.
Tras dos anos de escaramuzas diplomaticas por el programa nuclear de Pyongyang -el cual Washington dijo que estaba destinado a fabricar armas atomicas-, los dos paises firmaron un acuerdo en octubre de 1994 para desmantelarlo.
Desde entonces, Corea del Norte ha cumplido escrupulosamente con los terminos del convenio, segun funcionarios de la ONU e inspectores de la Agencia Internacional de Energia Atomica (AIEA), basada en Viena.
Ese cumplimiento ha mitigado las criticas al acuerdo formuladas por legisladores republicanos. Habian dicho que Pyongyang no era confiable y las obligaciones estadounidenses bajo el acuerdo -de otorgar a Corea del Norte 22 millones de dolares en petroleo- debian ser condicionadas a la reanudacion del dialogo con Seul.
El mes pasado, Pyongyang firmo un contrato para adquirir un reactor nuclear surcoreano, una de las clausulas prioritarias de su acuerdo con Washington. El pacto significo un gran exito para la nueva Organizacion de Desaarollo Energetico de la Peninsula Coreana (KEDO), una iniciativa conjunta de Seul, Washington y Tokio para financiar y construir fuentes alternativas en Corea del Norte.
A comienzos de enero, funcionarios estadounidenses y norcoreanos mantuvieron cuatro dias de conversaciones sobre la organizacion de una mision conjunta para recuperar los restos de tropas norteamericanas muertas durante la Guerra de Corea (1951).
Esas conversaciones habian quedado suspendidas indefinidamente por la intransigencia militar norcoreana. El hecho que ahora se hayan reanudado es considerado un nuevo progreso en las relaciones bilaterales, indicaron funcionarios estadounidenses.
Washington desea recompensar el cumplimiento y la cooperacion de Pyongyang para alentar una mayor apertura a Occidente. Tambien le preocupa que, si la cupula norcoreana se siente acorralada, pueda reaccionar violentamente poniendo en peligro a los 37.000 soldados estadounidenses estacionados en Corea del Sur y la paz regional.
Manning opino que una grave crisis humanitaria podria amenazar tambien al regimen comunista en el poder, si bien admitio que no hay signos de disenso o violencia. "Esto puede ser muy importante. Es el tipo de cosas que pueden causar un colapso en el norte".
No obstante, el humor en Seul es distinto, segun un alto funcionario de la administracion. "La sensacion es que los surcoreanos son muy escepticos debido a la desagradecida reaccion del norte respecto a anteriores embarques de viveres y la prolongada detencion de un pesquero surcoreano con la muerte de tres tripulantes".
El pesquero ahora ha sido liberado pero esto provoco un escaso efecto en la opinion publica surcoreana, indico el funcionario.
Seul se opone a cualquier iniciativa unilateral de Washington o Tokio que pueda perjudicar su equilibrio con Pyongyang, segun un alto funcionario estadounidense. "Quiere estar en el asiento del conductor respecto a Corea del Norte", acoto.
Manning esta de acuerdo. "Nadie quiere desbandarse frente a Seul. Lord les pedira que al menos se aparten del camino y dejen que Estados Unidos siga adelante con la ayuda. Es una situacion titubeante…", agrego.
Tambien se mostro de acuerdo Selig Harrison, otro experto en cuestiones coreanas. Harrison, quien visito Corea del Norte en septiembre, expreso que la situacion debia ser tratada como una crisis humanitaria y no ser sujeta a condicionamientos politicos o diplomaticos.
"El tema politico basico referido a Estados Unidos es la respuesta al pedido de 15 millones de dolares, que hasta ahora no fue satisfecho. Corea del Sur ha impedido que lo hagamos", dijo, agregando que estaba en favor de una contribucion de al menos cinco millones de dolares a traves del Programa Mundial de Alimentos.
Harrison dijo que la situacion no solo se debia a las inundaciones estivales. El pais sufre un deficit estructural de alimentos, en parte porque solo el 20 por ciento de su territorio es cultivable. Esto se ha empeorado por el corte del petroleo ruso tras el colapso de la Union Sovietica, y la drastica reduccion de maiz y otros cereales por parte de China, de 600.000 toneladas en 1993 a menos de 30.000 en 1994.
No obstante, si bien estan preocupados por una eventual reaccion surcoreana a los planes de asistencia estadounidenses, funcionarios de Washington siguen confiados que, a la postre, Seul abandonara su intransigencia. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ego/ip).
= 01231113 DAP001
