CHILE: Gasto electoral y corrupcion, ?dos conflictos en uno?

El rechazo en la Camara de Diputados de Chile a una norma legal para controlar los gastos de campanas electorales aumento las inquietudes en torno a denunciados casos de corrupcion politica.

La iniciativa, propuesta por dos diputados del cogobernante Partido Democrata Cristiano (PDC), requeria 67 votos para su aprobacion y solo consiguio 66, debido a que se abstuvo un parlamentario de esa misma colectividad.

El escenario de este episodio fue la sede del parlamento en Valparaiso, 120 kilometros al oeste de Santiago, donde una comision de la propia Camara de Diputados investiga el llamado escandalo del colector de Esval.

La estatal Empresa Sanitaria de Valparaiso (Esval) perdio unos 150 millones de dolares al contratar la construccion de un colector de aguas servidas, cuyas obras fueron suspendidas sin que se les pusiera termino.

Nelson Avila, presidente del grupo investigador y diputado del tambien oficialista Partido Por la Democracia, afirmo que parte de los cuantiosos recursos dilapidados por Esval, sirvio para financiar campanas de candidatos del PDC en las elecciones parlamentarias de diciembre de 1993.

Avila fue acusado por el PDC y sus propios companeros de partido de buscar protagonismo con las acusaciones lanzadas cuando aun no ha concluido la labor de la comision investigadora.

No obstante, sus afirmaciones reactualizaron el tema de la corrupcion ligada a las campanas politicas, que anteriormente creo problemas al ex ministro de Mineria y actual senador del PDC Juan Hamilton.

Durante su gestion ministerial bajo el gobierno del ex presidente Patricio Aylwin, Hamilton hizo un millonario contrato para el desmalezamiento de los terrenos de una refineria de petroleo y tambien se sospecha que hubo desvio de fondos en esa operacion.

En Chile, las campanas electorales municipales, parlamentarias y presidenciales mueven grandes recursos que no se declaran, situacion que en vista de los comicios municipales de octubre proximo vuelve a crear polemicas.

En los ultimos procesos electorales, los partidos politicos chilenos han montado verdaderas empresas en torno a sus candidatos, quienes deben recurrir a las mas diversas fuentes para financiarlas.

La campana parlamentaria y presidencial de 1993 fue la mas corta, pero tambien la mas cara en la historia del pais segun calculos de los partidos, que estiman una inversion superior a 2,5 millones dolares, cifra equivalente en ese ano a mas de mil subsidios para construir viviendas basicas.

El presidente de la Camara de Diputados, el socialista Jaime Estevez, reclamo una mayor regulacion, porque muchas veces los candidatos reciben donaciones sin conocer su procedencia y ellas pueden provenir del narcotrafico o de la facturacion anomala de ciertas empresas.

Segun Estevez, tambien puede generarse el "prestamo" de empleados de una empresa a las organizaciones politicas, los cuales continuan recibiendo el mismo salario por trabajar en la campana de un candidato.

El sistema binominal, que establece la eleccion de solo dos cargos en cada circunscripcion senatorial o distrito de diputados, obliga a que en las campanas se tenga que "gastar en proporcion directa a lo que gasta el rival", apunto Estevez.

Para una eleccion municipal se consideran costos, dependiendo de la comuna, entre 2.500 y 50.000 dolares, mientras que un diputado "cuesta" entre 75.000 y 150.000 dolares y un senador entre 375.000 y 500.000 dolares.

El maximo gasto electoral corresponde a una campana presidencial que, segun coinciden parlamentarios oficialistas y opositores, cuesta unos 10 millones de dolares.

La actual legislacion chilena no contempla limites o fiscalizacion de los recursos invertidos en campanas electorales, lo cual motivo la mocion de los diputados del PDC Andres Aylwin y Sergio Elgueta, para reformar la Ley sobre Votaciones Populares y Escrutinios.

El proyecto planteaba la obligacion de los candidatos de llevar un libro de entradas y gastos de campana, un monto limite de donaciones provenientes de entidades particulares y empresariales, y una rendicion de cuentas al Servicio Electoral.

La reforma fracaso por la abstencion de Tomas Jocelyn-Holt, tambien del PDC, quien fue criticado duramente por su partido, pero se justifico afirmando que se requiere una legislacion mas completa sobre la materia.

El alcalde de la comuna santiaguina de Las Condes, Joaquin Lavin, del derechista partido Union Democrata Independiente (UDI), augura que las campanas para las elecciones municipales de octubre seran mas austeras que las anteriores.

En los comicios parlamentarios de 1993, la campana propocionalmente mas costosa fue la realizada en Las Condes y otras comunas de altos ingresos por los derechistas Andres Allamand, de Renovacion Nacional (RN), y Carlos Bombal, de la UDI, quienes compartieron el triunfo.

La amenaza del narcotrafico y el lavado de dinero se suma como otro factor de corrupcion que puede afectar las campanas politicas, pese a la vigencia desde 1995 de una rigurosa ley contra el trafico de drogas. (FIN/IPS/agr/ag/ip/96)

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