El presidente de Rusia, Boris Yeltsin, perdio la oportunidad de resolver pacificamente la crisis de Chechenia al intentar la marginacion del lider separatista Dzhohar Dudayev y debe emplear entonces los tanques, destacaron analistas y dirigentes de oposicion.
Medios de prensa independientes y la oposicion politica se unieron este jueves en un coro de condena de la politica de la Federacion Rusa en la rebelde republica rusa de Chechenia, situada en el norte del Caucaso.
Mientras, el ejercito federal mantenia cercado en la localidad daguestani de Pervomaiskaya a 500 guerrilleros chechenos que utilizan a 300 rehenes como escudo humano.
La nueva crisis estallo el martes, cuando los guerrilleros chechenos tomaron el hospital de la ciudad de Kizlyar, en la republica de Daguestan, vecina a Chechenia y capturaron unos 2.000 rehenes.
El episodio fue casi identico al asalto rebelde de la localidad de Budennovsk, verificado en junio, que tuvo de saldo la muerte de mas de 100 rehenes.
Pese a ese bano de sangre, las Fuerzas Armadas y el primer ministro Viktor Chernomyrdin aceptaron un humillante acuerdo que permitio a los rebeldes abandonar el lugar.
El cuanto al ataque contra Kizlyar, fue encabezado por Salman Radyaev, de 28 anos y yerno de Dudyaev. Los miles de soldados destacados en Chechenia desde el comienzo de la intervencion de las fuerzas federales no pudieron localizar la columna de guerrilleros que avanzaba sobre Daguestan.
Despues de 24 horas de conversaciones con dirigentes politicos de Daguestan, los combatientes chechenos retiraron su amenaza inicial de matar a los rehenes a menos que las tropas rusas abandonasen Chechenia.
Los guerrilleros retuvieron a 300 rehenes y partieron con destino a la localidad de Novogroznensk, ubicada 50 kilometros al este de Grozny, la capital de Chechenia. Pero las tropas federales los interceptaron antes de que llegaran a la frontera.
El grupo advirtio entonces que daria muerte a 10 cautivos por cada guerrillero que cayera en un eventual ataque de los soldados rusos.
Sea cual fuere el desenlace de la situacion, Moscu ha vuelto al punto de partida de su esfuerzo por sofocar por la fuerza la tentativa separatista de Chechenia, comenzado el 11 de diciembre de 1994.
Moscu intento establecer en Chechenia un gobierno que respondiera a sus directivas y el encargado de la tarea fue Doku Zavgaev, representante de los clanes del valle de la republica.
Zavgaev triunfo en las elecciones del 17 de diciembre, pese a las tentativas de asesinarlo realizadas por las fuerzas separatistas, pero los comicios perdieron significado al no tener participacion de Dudayev, jefe de los clanes de las montanas y cuyo liderazgo permanece intacto.
Finalmente, Zavgaev y su gobierno renunciaron el miercoles, mientras se agravaba la crisis de los rehenes.
"Moscu solo ha logrado fortalecer la determinacion de los rebeldes", destaco Grigori Yavlinsky, lider del grupo opositor Yabloko en el parlamento federal. Segun Yavlinsky, las elecciones en Chechenia fueron "solo una farsa".
Aun antes de la votacion, el activista de derechos humanos Sergei Kovalyov predijo que los comicios serian "una provocacion" que llevaria inevitablemente a un nuevo estallido de hostilidades.
"Nadie debe abrigar la ilusion de los chechenos se limitaran a una simple campana de desobediencia civil", dijo entonces Kovalyov.
Los acontecimientos le han dado la razon. Yuri Baturin, asesor de Yeltsin en materia de seguridad nacional, habia destacado las elecciones en Chechenia como "el principal logro de 1995", pero su comentario perdio todo sentido tras los hechos de Kizlyar.
"Las autoridades rusas no aprendieron ninguna leccion de la tragedia de Budennovsk", comento el principal diario del pais, Izvestia.
Una masiva concentracion de tropas rodeo el convoy. Yeltsin declaro el miercoles a la television que los proximos pasos dependeran en gran medida de si los bandidos matan civiles.
"Nuestra actitud depende de ellos. Deben dejar en libertad a los rehenes", dijo el presidente. Mientras, Chernomyrdin anuncio medidas "apropiadas" para resolver la crisis de los rehenes.
La mayoria de los analistas presumen que el episodio sera seguido de una redobada ofensiva rusa en Chechenia y de la respuesta de los separatistas.
"Despues de Kizlyar, los militares aumentaran su presion sobre Yeltsin para lanzar una masiva campana 'antiterrorista' en Chechenia", senalo Alexander Zhilin, un analista de asuntos militares.
"La reanudacion en gran escala de las hostilidades habilitara a algunos comandantes rebeldes a cumplir su amenaza de lanzar en territorio de Rusia propiamente dicha ataques terroristas al estilo Budennovsk y Kizlyar", advirtio Zhilin.
Izvestia publico esta semana una carta abierta de 100 prominentes intelectuales que pidieron a Yeltsin el cese del fuego.
"Al finalizar el siglo XX, cuando Medio Oriente e Irlanda del Norte nos ensenan ejemplos de solucion politica para un conflicto localizado y una guerra internacional, la guerra de Chechenia no puede justificarse de ningun modo", indicaron los firmantes de la carta al presidente. (FIN/IPS/tra-en/ss/rj/ff/ci ip/96).
