La defensa de Canada de su identidad cultural ante la penetracion de publicaciones y programas de television por cable de Estados Unidos provoco una energica reaccion de Washington, y existe el riesgo de una guerra comercial con impacto en otras regiones, advirtieron analistas.
Los mismos comentaristas creen que la solucion de la disputa sera dificil, debido al divergente enfoque que mantienen los dos paises sobre la materia en discusion.
"En Canada hablamos de cultura y de industrias culturales, y los estadounidenses preguntan '¿que quieren decir ustedes con eso?'. Para ellos, el cine es negocio y los libros son negocio", senalo Roy MacSkimming, de la Asociacion de Editores de Canada.
Frente a medidas dispuestas por Ottawa para proteger el sector nacional de productos culturales, Estados Unidos anuncio la inclusion de Canada en la lista de naciones que, a su juicio, practican el comercio desleal.
El Representante de Comercio de Estados Unidos, Mickey Kantor, fundamento la declaracion en las leyes que protegen las revistas candienses de la competencia de publicaciones importadas.
El gobierno de Bill Clinton tambien respaldo a una emisora estadounidense de television que fue excluida de los sistemas de TV por cable de Canada.
Asi mismo, Washington advirtio que no aceptara el proyecto de Ottawa de ordenar a las empresas de TV por tv cable la eliminacion de programas estadounidenses que las autoridades reguladoras del sistema en Canada consideren excesivamente violentos.
Analistas canadienses suponen que la ofensiva de los funcionarios de comercio de Estados Unidos responde a la presion de la industria del espectaculo, que pretenderia abatir en todo el mundo las restricciones impuestas a la difusion de productos culturales extranjeros.
MacSkimming cree ver en las escaramuzas registradas la senal de que Estados Unidos intentara algun dia derogar las clausulas que Canada logro incorporar al Tratado de Libre Comercio de America del Norte (TLC) para proteger su cultura.
"La industria estadounidense no acepta las excepciones obtenidas por Canada en el TLC para defender su cultura, pues teme que esas clausulas sean utilizadas por otros paises. Los industriales de Estados Unidos creen estar en presencia de un terrible virus que debe ser aplastado", dijo MacSkimming a IPS.
El experto destaco que Estados Unidos no comprende el deseo de Canada de defender su identidad cultural del flujo de productos de entretenimiento de bajo costo llegados del extranjero.
"Los franceses tambien han dicho explicitamente que la cultura no puede ser tratada de igual forma que los productos basicos y que es intocable ", agrego.
El economista Christopher Maule, de la Universidad de Carleton, en Ottawa, convino en que la cultura sera una importante capitulo de futuras negociaciones de comercio.
Maule destaco como importante precedente la proteccion lograda por Canada en el el TLC. La disputa entre Ottawa y Washington es seguida atentamente por China, Malasia y Singapur, que tambien manifiestan preocupacion ante la difusion sin fronteras de los productos de la industria estadounidense del espectaculo.
La disputa entre los dos socios del TLC es especialmente aspera tratandose de la llamada edicion compartida de revistas estadounidenses.
Segun ese sistema, el publico recibe en los dos paises la misma revista, pero los avisos comerciales originales son sustituidos en la edicion canadiense por publicidad local.
Semejante practica perjudico a la empresas editoriales canadienses, pues se encontraron de pronto con nuevos y poderosos competidores en el mercado nacional de publicidad.
A principios del decenio de 1970, el gobierno de Canada promulgo la ley C- 58, que impuso altos aranceles a las revistas de edicion compartida. Como resultado, las estadounidenses Time y Readers' Digest se apartaron del sistema, y la industria editorial canadiense volvio a florecer.
Pero la publicacion estadounidense Sports Illustrated reintrodujo el regimen de edicion compartida em 1995, tras descubrir que la ley C-58 solo se aplicaba a revistas importadas.
Dado que las paginas de las publicaciones pueden ser ahora transmitidas por satelite e impresas en el pais que las compra, Sports Illustrated pudo salirse legalmente con la suya.
Canada respondio con el endurecimiento de su legislacion, para extender los impuestos extraordinarios a las revistas recibidas por satelite, y el Departamento de Comercio de Estados Unidos protesto.
Aunque Canada gano finalmente su batalla legal contra Sports Illustrated, Maule puntualizo que el caso demuestra que la evolucion de la tecnologia hara casi imposible la proteccion de la industria cultural.
"Muy pronto, el gran publico podra leer directamente revistas de (la red informatica internacional) Internet. Sera entonces muy dificil la proteccion mediante impuestos, pues no habra distribuidor para gravar", explico el economista. (FIN/IPS/tra- en/sd/yjc/ff/na if cr/96). ITEM CLOSED