El gobierno brasileno aborto, al decidir iniciar la votacion del proyecto de reforma de la seguridad social, un debate que empezaba a desenredar contradicciones que alimentan injusticias y determinan el futuro de la sociedad.
Un acuerdo inicial entre el gobierno y las centrales sindicales, hace dos semanas, impulso la discusion sobre desigualdades, el desarrollo que desemplea, la economia informal, las relaciones entre sindicatos, partidos, parlamento y Estado. Hubo quienes vislumbraron la gestacion de un pacto social.
Pero el debate se desvio hacia dentro del movimiento sindical y la izquierda al aceptar Vicente Paulo da Silva, presidente de la Central Unica de los Trabajadores (CUT), un acuerdo con el gobierno y la sustitucion del "tiempo de servicio" por "tiempo de contribucion", para tener derecho a la jubilacion.
El gobierno decidio apurar la votacion de su propuesta, tratando de aprovechar el acuerdo con los sindicalistas y el momento de disenso en la izquierda. Tambien busca evitar los efectos del acercamiento de las elecciones municipales de octubre, que dificulta la aprobacion de medidas impopulares.
Al poner fin a las discusiones, el gobierno comete un acto de "irresponsabilidad social", impidiendo un proceso democratico que podria producir una reforma mejor y favorecer a los trabajadores y el futuro del pais, acuso el senador Roberto Freire, del Partido Popular Socialista (PPS, ex comunista).
El senador se hizo una voz casi aislada en el Congreso, al defender el dialogo entre gobierno y sindicatos, que "dio calidad al proceso". Los parlamentarios en general condenaron el entendimiento, argumentando que se trata de un tema a decidirse en el Poder Legislativo.
"Puro celo" segun el ex cineasta Arnaldo Jabor, ahora convertido en comentarista de hechos nacionales de una emisora de television.
Vicente Paulo da Silva fue duramente criticado por sectores radicales de su propia CUT y por la direccion del Partido de los Trabajadores (PT) al que es vinculada la central. El hecho puso en cuestion la independencia de los sindicatos en relacion a los partidos.
Los criticos no aceptan el concepto de "tiempo de contribucion" para la jubilacion, argumentando que eso excluye a los trabajadores de la economia informal y campesinos, que no aportan al sistema de seguridad social.
El presidente de la CUT contrarresto senalando que actualmente, bajo el regimen del "tiempo de servicio", tampoco esas personas logran comprobar un trabajo regular para jubilarse.
El gobierno retrocedio en sus pretensiones iniciales de imponer un limite de edad, cerca de 60 anos para los hombres y 55 para las mujeres, para la jubilacion. Pero hizo hincapie en la exigencia de "contribucion", durante los mismos 35 y 30 anos respectivamente que rigen para el "tiempo de servicio".
La diferencia entre los dos sistemas estriba en que actualmente una persona puede jubilarse tras haber contribuido al sistema por um periodo inferior, si comprueba, a traves de testigos y documentos validos, haber trabajado los anos que completan los 35 anos para hombres y 30 para la mujer.
Ademas el gobierno y centrales sindicales acordaron poner fin a numerosas jubilaciones especiales, que acortaban el periodo a hasta 25 anos o menos. Solo las mantuvieron para maestros de la ensenanza basica y secundaria, que podran jubilarse a los 30 anos de docencia (hombres) o 25 anos (mujeres).
Los criticos del acuerdo sostienen que esa es una medida compensatoria para los bajos salarios del sector y una forma distorsionada de afirmar la necesidad de priorizar la educacion, hoy un consenso nacional. Los maestros, anaden, seguiran jubilandose a los 40 y pocos anos, en la edad mas productiva.
El acuerdo elimina privilegios de parlamentarios (que hoy se jubilan con ocho anos de actuacion), periodistas, profesores universitarios, jueces, fiscales y aeronautas.
Las concesiones hechas para asegurar la aprobacion parlamentaria de la enmienda constitucional hicieron del proyecto un paliativo de corta duracion, se quejo el ministro de Prevision Social, Reinhold Stephanes. "Dentro de cuatro o cinco anos" el pais tendra que volver al asunto, vaticino.
Para el gobierno la cuestion es fiscal, una fuente de deficit publico que es indispensable por lo menos que no crezca mas. El pais ya cuenta con 16 millones de jubilados y pensionistas, una cifra que crece rapidamente, al contrario de los poco mas de 30 millones de contribuyentes.
El ideal es tener cuatro contribuyentes para cada jubilado, mientras hoy esa relacion es de solo dos por uno, advierte el ministro Stephanes.
Para economistas y empresarios, una reforma es una oportunidad de aumentar la tasa de ahorro y de inversiones, a traves de los fondos de pension privados. Chile es el modelo mas mencionado.
Para los brasilenos en general parece alejarse la posibilidad de asegurarse una sobrevivencia digna en la vejez. La crisis de la seguridad social que se busca superar en Brasil es muy distinta de otros paises.
En el pais nunca existio el Estado del bienestar tipico de Europa, senalo Marco Aurelio Garcia, profesor de la Universidad de Campinas y dirigente del PT. Y ese sueno, que solo fue realidad en pocos paises, esta desapareciendo antes que los paises en desarrollo pudieran sentirle el gusto. (FIN/IPS/mo/jc/pr-if/96) ITEM CLOSED