La tasa oficial de desempleo abierto de Brasil es una de las mas bajas del mundo, pero ese indicador solo se explica por la existencia de una elastica economia informal que absorbe desempleados.
El desempleo fue de solo 4,72 por ciento en noviembre de 1995, segun la medicion del gubernamental Instituto Brasileno de Geografia y Estadistica (IBSE).
Con esas cifras Brasil se asemeja a Suiza o Japon. Alemania, Dinamarca o Canada tienen un indice dos veces superior y Argentina cuatro.
Tal hazana solo es posible porque el mercado informal brasileno parece inagotable y, segun diversas estimaciones, absorbe mas de la mitad de la mano de obra ocupada en el pais, por lo menos 25 millones de trabajadores.
Esa capacidad de absorcion no es infinita y "se estancara muy pronto", porque el desempleo en el sector formal elimina a potenciales consumidores y multiplica los proveedores de mano de obra, razono Valtenir de Araujo, director de base del Sindicato de Metalurgicos del ABC, region industrial vecina a Sao Paulo.
El trabajo precario fue el destino de muchos de los 65.000 obreros metalurgicos que perdieron su empleo en los ultimos ocho anos en el conjunto de las cuatro ciudades donde se concentra la industria automovilistica brasilena, base territorial del sindicato metalurgico, senalo Araujo.
La region del ABC, centro industrial de gran dinamismo en los anos 60 y 70, fue cuna del nuevo sindicalismo brasileno representado por la Central Unica de Trabajadores (CUT) y encabezado por los metalurgicos, la categoria mas organizada y combativa en las ultimas decadas.
Pero ahora el area esta en decadencia economica a causa de la llamada reestructuracion productiva y la partida de empresas que buscan instalarse en regiones mas atractivas.
Salomao Dantas da Silva Santos, 37 anos, casado y con cinco hijos, perdio en agosto su empleo como metalurgico y prefirio cambiar de actividad.
Este trabajador, que durante 15 anos fue obrero especializado en Maxion, industria de maquinas agricolas, en Sao Bernardo, compro, junto a 400 colegas despedidos, un aparato movil para lavar automoviles y en el propio sindicato del ABC obtuvo sus primeros clientes.
En diciembre gano cerca de 800 dolares, 20 por ciento menos que el sueldo que tenia como operador de maquinas.
Da Silva trabaja aun en el sector informal pero pretemde legalizar su situacion como microempresario, para tener derecho en el futuro a la jubilacion y quizas ofrecer empleo o ayudar a ex colegas desocupados.
Con el cierre de la fabrica de motores de Maxion, tambien Valtenir Araujo, el director del sindicato, y otros 850 obreros seran despedidos y enfrentaran la disyuntiva de buscar un improbable empleo o trabajar por cuenta propia, mucho mas probablemente en la informalidad.
La desocupacion, que se agrava pese al crecimiento economico de mas de cuatro por ciento registrado por la economia nacional en los ultimos anos, es el gran problema y la "gran batalla" de 1996, dijo Araujo.
La CUT y el sindicato del ABC estan movilizando desempleados y trabajadores de todo el pais para "invadir Brasilia" el dia 30 e instalar un campamento por tiempo indefinido ante la sede de la Presidencia y del Congreso Nacional, anuncio el sindicalista.
"El presidente Fernando Henrique Cardoso no tiene nocion de la tension que genera el desempleo, una tension que puede estallar", advirtio.
Empleando una metodologia diferente a la del IBSE, el Departamento Intersindical de Estudios y Estadisticas Socioeconomicas (Dieese) calculo en 13,2 por ciento el desempleo en la region metropolitana de Sao Paulo el mes pasado.
La medicion del instituto oficial es "irreal", porque considera solo a los trabajadores que estuvieron buscando empleo en una semana, explico Clemente Ganz Lucio, sociologo del Dieese en Sao Paulo.
Millones de excluidos del mercado formal de trabajo se ganan su vida en el comercio callejero o ilegal en ciudades de todo el pais.
Su fuente es principalmente el contrabando desde Paraguay, que alcanza 12.000 millones de dolares al ano, segun estiman autoridades fiscales que tratan de contener ese flujo.
Antonio Feliciano, de 39 anos, es un ejemplo. En una plaza centrica de Rio de Janeiro, Feliciano instalo una mesa plegable en la que expone sus productos, enchufes y otras piezas de aparatos electricos y electronicos, arriesgandose a que las autoridades municipales le decomisen toda su mercaderia.
Feliciano era gerente de una tienda de discos hasta 1990, cuando uno de los fracasados planes de estabilizacion lo lanzo a la calle. Lo que gana ahora, 25 por ciento menos, "da para mantener a la familia" y la casucha que adquuirio en un barrio alejado.
El problema es que, como comerciante irregular, no dispone de seguridad social. "Tendre que trabajar hasta morir", se conforma. (FIN/IPS/mo/dg/if-pr/96)
