La huelga de 24 horas organizada hoy por el sector publico de Brasil por reivindicaciones salariales y contra la reforma de la seguridad social proyectada por el gobierno tuvo escaso eco entre los funcionarios.
Ese sector laboral es el blanco principal de dos reformas promovidas por el Ejecutivo.
La administrativa apunta a suprimir las garantias de estabilidad en el empleo con que cuentan los funcionarios, para reducir su cantidad y combatir el deficit publico.
La segunda reforma, la del sistema estatal de prevision social, debia comenzar a ser discutida este martes por una comision espcial de la Camara de Diputados, pero un acuerdo entre gobierno, partidos y centrales sindicales determino el aplazamiento del debate para el proximo martes.
Ese proyecto liquida el regimen especial de jubilacion de los funcionarios publicos, que actualmente se retiran manteniendo el mismo sueldo o incluso con aumentos, mientras la mayor parte de los demas trabajadores sufren una fuerte reduccion de sus ingresos, limitados a mil dolares como maximo.
Pocos centenares de personas participaron este martes en las manifestaciones realizadas en Brasilia, Sao Paulo y otras ciudades.
La huelga fue efectuada sobre todo por funcionarios de la Secretaria de Recaudacion Federal en algunas ciudades, como Belo Horizonte y Curitiba.
El aislamiento de los funcionarios publicos en este tema quedo evidenciado en una encuesta del diario O Estado de Sao Paulo divulgada el domingo, en la cual 68,8 por ciento de la poblacion de Sao Paulo dijo estar contra el mantenimiento de los "privilegios" de los trabajadores estatales.
El presidente de la Central Unica de Trabajadores (CUT), Vicente Paulo da Silva, admitio que es "muy dificil justificar ante los demas trabajadores" que los funcionarios publicos ganen mas como jubilados que cuando se encuentran en actividad.
La mayor parte de los sindicatos y asociaciones de funcionarios publicos estan afiliados a la CUT, mientras 75 por ciento de los dirigentes de la central provienen del sector estatal.
Los sindicalistas del sector publico condenaron duramente la decision de Vicente Paulo da Silva de negociar y aceptar un acuerdo con el gobierno sobre la reforma de la seguridad social, y algunos de ellos se pronunciaron en favor de que abandone la presidencia de la CUT.
La reforma pretendida por el gobierno, para evitar la quiebra del sistema publico de seguridad social, buscaba retrasar la edad de jubilacion, extendiendola mas alla de los 60 anos.
Ante las resistencias despertadas por el proyecto, el acuerdo logrado con las centrales sindicales establece que la jubilacion se concretara unicamente tras 35 anos de contribucion, en el caso de los hombres, y 30 en el de las mujeres.
Pero algunos privilegios se mantienen. Los maestros de ensenanza basica y secundaria podran jubilarse con 30 y 25 anos de trabajo respectivamente, al tiempo que los funcionarios podran mantener su ultima remuneracion del periodo activo si prueban que ejercieron el cargo por un minimo de diez anos. (FIN/IPS/mo/dg/pr-ip-lb/96)
