Veintisiete de 6.000 croatas bosnios de la localidad de Pertricevac, en Banja Luka, regresaron este mes a sus hogares y a su iglesia en ruinas, casi un ano despues de que los serbios bosnios los expulsaran de alli.
La consigna de los serbios bosnios ("Solo la unidad salvara a los serbios") luce en letras negras en las paredes interiores de la iglesia, y afuera, visible a traves de los ventanales rotos, la frase "Muerte a los croatas" aparece en verde intenso sobre otro edificio en ruinas.
"Dios lo da y Dios lo quita", expreso Mirko, un pintor de 47 anos, junto a una pila de himnarios y libros de catecismo quemados en la iglesia de Pertricevac. "Por ahora debemos arreglarnos de esta forma, pero espero que algun dia podamos empezar de nuevo", anadio.
Los acuerdos de paz firmados en Dayton por los presidentes de Bosnia, Croacia y Serbia otorga a los croatas de Bosnia, de religion catolica, el derecho de retornar a su lugar de origen y reconstruir sus hogares, iglesias, comercios y escuelas.
Sin embargo, la guerra, con su propaganda y limpieza etnica, ha convertido a esta parte de Bosnia-Herzegovina en una tierra de cristianos ortodoxos, y no de catolicos.
De las 91 iglesias catolicas que alguna vez existieron en la region de Banja Luka, 45 fueron totalmente destruidas por grupos paramilitares o ciudadanos serbobosnios, y solo seis se salvaron de los ataques. Varios sacerdotes y monjas fueron asesinados, mientras al menos otros 700 croatas civiles estan desaparecidos.
"Una vez pregunte a ciertos lideres (serbios) por que destruian nuestras iglesias, y me contestaron que sabian que los catolicos las amamos, y que si las destruian tambien acabarian con nuestra comunidad", relato el obispo Franjo Komarica, quien acaba de cumplir 231 dias de arresto domiciliario.
Agrego que cuando los catolicos se resistian a abandonar sus comunidades, los serbios comenzaron a asesinar sacerdotes.
Mas de 200.000 croatas huyeron o fueron expulsados de Bosnia- Herzegovina durante la guerra, a menudo por las propias autoridades municipales, la policia o militares locales. A veces se trataba de vecinos con los que solian tener buenas relaciones.
Aunque tales hostilidades disminuyeron desde los acuerdos de Dayton, algunos croatas aun prefieren irse de Bosnia antes que especular con la posibilidad de que la fragil paz del pais se vuelva estable.
Muchos de los que prefieren quedarse, como los feligreses de Pertricevac, son obligados a realizar sus cultos en iglesias que existen solo en su imaginacion, y ademas deben llevar y traer los elementos necesarios para cada servicio. (FIN/IPS/tra- en/kr/rj/ml/ip/96)