ARGENTINA: Coreanos, ?explotadores o adictos al trabajo?

El choque de dos culturas laborales, la sudamericana y la asiatica, parece estar en la raiz de un desentendimiento que, en diversos paises de la region, se manifiesta a traves de recurrentes conflictos entre trabajadores esclavizados y patrones explotadores.

En Argentina, donde el desempleo alcanzo en mayo una tasa de 18,4 por ciento, el problema se plantea basicamente entre trabajadores argentinos, peruanos, paraguayos y bolivianos por un lado, y empleadores coreanos que los requieren para sus talleres textiles, por el otro.

La comunidad coreana emplea unos 7.000 trabajadores en Argentina. Muchos de ellos provienen de paises vecinos, ingresaron en forma ilegal y se ofrecen en un improvisado mercado laboral que surgio espontaneamente en el barrio de Flores, en Buenos Aires, donde se concentra la colectividad asiatica.

El embajador de Corea del Sur en Buenos Aires, Key Sung Cho, dijo a IPS que hay "un choque de mentalidad entre orientales y latinoamericanos", que se manifiesta en la diferencia de idiomas, las comidas y en la forma de trabajar.

"El coreano es un adicto al trabajo. Acostumbra a trabajar durisimo. Es dificil encontrar en otros lados este tipo de trabajador", explico el diplomatico. "Mientras en America se reclaman derechos antes de cumplir las metas de productividad, en Corea es al reves", dijo.

Esta diferencia se expresa en numeros. El embajador aseguro que en una fabrica de Corea del Sur 60 operarios producen 700 prendas por dia. En Argentina, el mismo numero de personas no llegan a confeccionar 550.

Este fenomeno se registra tambien en Chile, donde se han planteado denuncias contra empleadores coreanos por reduccion a servidumbre, las que son rechazadas como discriminatorias por parte de la comunidad asiatica.

La justicia de Argentina condeno en diciembre a tres coreanos que mantenian a un grupo de trabajadores viviendo y trabajando en condiciones infrahumanas en talleres textiles.

Algo similar ocurrio con la tripulacion de siete barcos coreanos que operaban en mares argentinos.

Pero muchos coreanos viven en esas mismas condiciones con sus familias. Todos ellos trabajan de sol a sol. Esto parece indicar que su valoracion del trabajo es muy alta y que no todos estan guiados por el afan de explotacion, sino mas bien por la necesidad de cumplir metas productivas, como dice Key Sung Cho.

En una recorrida por el barrio coreano de Buenos Aires se pueden advertir en los negocios numerosos carteles escritos en su idioma. Pero a poca distancia de alli tambien se ven pintadas en las paredes con insultos dirigidos a los asiaticos.

Marcelo Siddig, empresario textil argentino consultado por IPS, aseguro que sus colegas coreanos son muy competitivos, pero que eso no significa que sean explotadores. "Son muy cumplidores, buenos pagadores y tienen una capacidad de trabajo impresionante", dijo.

El embajador de Corea del Sur reconocio que algunos de sus compatriotas no comprenden la cultura laboral argentina, con lo cual admitio que esos empresarios cometen graves excesos. Por eso, el mismo se reune periodicamente con dirigentes de la comunidad y empresarios para debatir estas cuestiones.

No obstante, Key Sung Cho destaco las diferencias culturales entre America del Sur y America Central. "Alli hay un ambiente mas favorable a las inversiones coreanas, porque la poblacion tiene un nivel de productividad equivalente al de nuestro pais", dijo.

El diplomatico menciono, en particular, a Guatemala, donde se concentra el grueso de las inversiones textiles de Corea del Sur. "La comunidad indigena de ese pais tiene una herencia de talento para las actividades manuales", dijo respecto de la gran productividad de los guatemaltecos.

Sin embargo, tambien reconocio que la mano de obra centroamericana es muy barata, lo que neutraliza muchos de los conflictos que se producen en el sur de este continente. "Por cinco dolares por ocho horas al dia se consiguen muchos trabajadores en Guatemala", dijo.

De las 1.200 empresas que Corea tiene en el mundo, la mayor parte esta en Asia. En America Central hay 120 en Guatemala, 42 en Honduras, 40 en Republica Dominicana, 30 en Mexico, 17 en Jamaica, 15 en Costa Rica y 10 en El Salvador.

La diferencia de productividad entre los trabajadores del centro y el sur de America provoco la retirada de numerosos miembros de la colectividad coreana en los ultimos anos.

En 1990, en Argentina vivian 45.000 coreanos. En 1995 son 32.000. En el ultimo ano, 300 familias abandonaron este pais y ninguna nueva pidio ingresar.

Key Sung Cho explico que 60 por ciento de los coreanos que residen en Argentina tienen fabricas o talleres textiles. En total son 700 establecimientos, de los cuales apenas 15 son fabricas que emplean a mas de 100 trabajadores.

El diplomatico tambien considero que el freno a la migracion de coreanos a Argentina puede responder a las mejores condiciones que encuentran en su pais de origen.

Corea del Sur crece a un ritmo de 7,5 por ciento anual y sus exportaciones alcanzan los 120.000 millones de dolares, cinco veces mas que las de Argentina.

El pais asiatico se ubica en el puesto 11 del mundo por el volumen de su comercio exterior, y tiene una tasa de desempleo de dos por ciento, frente a 18,4 por ciento de Argentina.

"Nuestros desempleados son ahora casi todos filosofos o graduados de literatura, pero los que egresan de las carreras de ciencia o tecnologia estan empleados al 100 por ciento", afirmo Key Sung Cho.

"Corea, incluso, esta invitando a 500.000 trabajadores extranjeros a incorporarse a la industria", dijo. El fenomeno atrae fundamentalmente a los vecinos de Asia, pero no a atribulados desempleados de Peru, Argentina, Bolivia, Paraguay y Chile. (FIN/IPS/mv/mj-dg/pr-lb-ip-if/96)

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