El comercio de materias primas es tal vez el problema mas antiguo para las economias latinoamericanas y al mismo tiempo uno de los temas que se perfila con mas fuerza de cara al nuevo milenio.
Entre abril y mayo proximos, Sudafrica sera sede de la novena Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), ultimo encuentro de este siglo en que el mundo podra debatir sistematicamente sobre los desequilibrios en los terminos de intercambio.
Vender barato y comprar caro. La formula impuesta desde siempre a los paises en vias de desarrollo tiene manifestaciones repetidas y tambien renovadas lecturas a la luz de la creacion en 1995 de la Organizacion Mundial de Comercio (OMC).
El dia 18, representantes de 27 estados de la region adoptaron en Venezuela la Declaracion de Caracas, en que se exhorta a la IX UNCTAD a "lograr condiciones estables en el comercio internacional de productos basicos".
Y es que tras los primeros pasos de la OMC pareciera persistir el escepticismo entre los latinoamericanos acerca de la superacion de los obstaculos politicos, comerciales y tecnologicos para la exportacion de materias primas.
La Comision Economica para America Latina y el Caribe (Cepal), clasifica a 12 paises de la region como exportadores principalmente de productos basicos: Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Haiti, Honduras, Nicaragua, Panama, Paraguay, Peru, Republica Dominicana y Venezuela.
Como economias que, en una posicion intermedia, dependen tanto de materias primas como de manufacturas estan Argentina, Colombia, El Salvador, Guatemala y Uruguay, mientras Mexico y Brasil son los unicos en cuyas exportaciones predominan los bienes con valor agregado.
A traves de su franca dependencia de las materias primas, los latinoamericanos sufren los avatares de sus precios, subordinados a su vez a la demanda de las economias industrializadas, con ciclos recesivos y de reactivacion.
En medio de estos vaivenes, 1995 fue un ano relativamente positivo, con incrementos en las cotizaciones de casi todos los productos basicos que exporta la region, excepto la carne de vacuno y una caida muy leve de la soja.
Claro que dentro de ese panorama global hay casos como el del azucar, cuyo aumento de precio de 2,4 por ciento en 1995, no alcanza a contrarrestar caidas de 7,4 por ciento en 1993 y de uno por ciento en 1994.
La cotizacion internacional del hierro cayo 11 por ciento en 1993 y 9,5 por ciento en 1994, para recuperarse el ano recien pasado en solo seis por ciento, mientras el petroleo crudo tuvo bajas anuales de 13 y 0,7 por ciento antes de subir 8,7 en 1995.
Las estadisticas de los tres ultimos anos muestran comportamientos irregulares en los precios de los productos basicos, con bajas mas pronunciadas en 1993, en consonancia con la recesion en los paises industrializados y su posterior tendencia a la recuperacion.
Asi, en 1995 mejoraron sustantivamente los precios de la harina de pescado (23,2 por ciento), maiz (12,2), trigo (12,5), algodon (23,1), lana (24,3), cobre (27,3), estano (12,7) y del plomo, en 10,8 por ciento.
Pero las perspectivas para este ano no son alentadoras, ya que ahora repercutiria con plena fuerza la desaceleracion del crecimiento que se comenzo a expresar otra vez durante 1995 en los paises de la Organizacion de Cooperacion y Desarrollo Economico (OCDE) y sobre todo en Japon.
"Los paises en desarrollo enfrentan una dificil situacion, a medida que declinan los antiguos convenios sobre productos basicos, su comercio queda librado a las fuerzas del mercado y eso implica bajas en los precios", dijo a IPS Felipe Jaramillo, director de Relaciones Economicas Internacionales de Colombia.
Pero mas alla de los mecanismos propiamente de mercados, ligados a las capacidades de generar oferta y demanda, los productos basicos son victima de otros factores que afectan su competitividad en el comercio internacional.
La Declaracion de Caracas reclamo en esta materia "precios remunerativos para los productores y equitativos para los consumidores", asi como "mejorar la productividad y el acceso a los mercados".
Pero mejorar la productividad requiere de recursos de inversion y estos dificilmente se lograran sin frenar y revertir el proteccionismo y sin eliminar otras "perturbaciones" al comercio, como las define la Declaracion.
Los gobiernos latinoamericanos abogaron en Caracas por incorporar a la exportacion de productos basicos instrumentos modernos de comercializacion y gestion de riesgo.
El chileno Carlos Fortin, subsecretario general de UNCTAD, senalo que "se necesita diversificacion vertical para buscar nuevos mercados, y horizontal para elaborar nuevos productos, asi como aprovechar los instrumentos del mercado, como las bolsas de productos basicos".
Los paises industrializados se orientan a plantear en Sudafrica una agenda de "nuevos" temas de comercio, "?y por que no insertar temas no resueltos, como las puntas tarifarias?", planteo el brasileno Rubens Ricupero, secretario general de la UNCTAD.
Mediante ese sistema, en los Estados Unidos se cobra un arancel altisimo al jugo de naranja de Brasil, apunto Ricupero, quien cito tambien como una discusion pendiente de hace 10 o 12 anos el hecho de que los importadores cobren un arancel cero al cafe en bruto y otro de 20 por ciento al cafe soluble".
?Sera el de Sudafrica un nuevo ejercicio inutil? Carlos Perez del Castillo, vicecanciller uruguayo y ex secretario del Sistema Economico Latinoamericano (SELA), advirtio que "la depresion de los precios de los productos basicos es de esos temas, como la deuda externa, de los que ya no quieren hablarnos". (FIN/IPS/ggr/dg/if/96)