Pasada la resaca de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing, celebrada en septiembre, el movimiento femenino organizado de America Latina y el Caribe comenzo este ano a dar una nueva batalla: la conquista de la ciudadania.
Ese es el eje por el que se quiere hacer pasar todos los demas objetivos para lo que resta de milenio, declaro a IPS la venezolana Nora Castaneda al resumir el proceso de evaluacion post- Beijing que se ha dado en la zona.
La mujer de la region va a luchar por dejar de ser objeto para convertirse en "sujeto activo que participe en la toma de decisiones sobre su destino y el de sus sociedades, que es un rasgo esencial de una verdadera ciudadania", explico.
En una cascada de reuniones nacionales, subregionales y regionales, las mujeres latinoamericanas determinaron que en favor de esa conquista, las organizaciones no gubernamentales (ONG) van a supervisar "paso a paso" el cumplimiento de los compromisos adquiridos en la Conferencia por los gobiernos.
Las autoridades latinoamericanas y caribenas encomendaron a la Comision Economica para America Latina (CEPAL) la evaluacion de los acuerdos de Beijing durante el trienio 1996-98.
El movimiento regional de la mujer decidio "mantener mecanismos especificos de supervision y presion sobre la CEPAL y en general de las Naciones Unidas" para que se traduzcan en hechos los acuerdos de los gobiernos en favor de la mujer, explico desde Montevideo a IPS la uruguaya Lilian Celiberti.
Celiberti coordino las actividades regionales en el Foro Mundial de ONG, que se realizo en la poblacion china de Huairou en paralelo a la conferencia oficial, y ha participado en el encuentro de dirigentes que definio las nuevas tareas, en Lima.
Castaneda, del Frente Continental de Mujeres, indico que el eje de ciudadania se acompanara de la busqueda de liderazgo femenino, ambos orientados a impulsar los compromisos de Beijing, su financiamiento y las propias metas de las ONG.
"Hay que promover mujeres ciudadanas y mujeres lideres", agrego Castaneda, catedratica en la principal universidad de Venezuela.
Otra decision del movimiento femenino latinoamericano es entender sus luchas desde el punto de vista de los derechos humanos. Asi, por ejemplo, en lugar de centrar la batalla en la lucha contra la violencia lo hara sobre el derecho a la no violencia.
Ademas, se decidio incidir mas en los derechos colectivos que en los individuales en la nueva etapa. "Se trata de ir a lo macro, en defensa de derechos socieconomicos, juridicos y eticos", explico Castaneda.
Celiberti preciso a su vez que se va a solicitar a nivel internacional y nacional que se revisen los indices de desarrollo humano para que se incorpore en todos y con mas detalle el aspecto de genero. "Queremos indices de ciudadania-mujer", dijo la dirigente.
La tarea de "la construccion de la ciudadania de las mujeres" pasa por una mayor participacion en el poder publico, lo que redundaria en una mejor y mas amplia gobernabilidad y democracia en la region, considera el movimiento femenino.
Las ONG de la mujer ironizan que los gobiernos de la region, dominados por hombres, estan cuestionados por sus pueblos por problemas de corrupcion, violencia, narcotrafico y pobreza.
Celiberti resalto que hay muchos temas pendientes en la region y "la capacidad de la sociedad civil y en particular de las mujeres es aun muy debil para incidir realmente en las decisiones del poder economico y politico".
Por ello, los grupos organizados de mujeres "tienen una enorme responsabilidad para dar un salto en lo mas importante de lo conquistado en el proceso hacia Beijing: la posibilidad de articular un movimiento politico de mujeres con objetivos claros y claros liderazgos".
El camino hacia Beijing tuvo en la region como gran logro la germinacion de un movimiento de mujeres que aglutino a feministas, ONG y movimientos de base y cuya solidez contrasto con la fragmentacion con que se presentaron los gobiernos regionales en la conferencia.
El reto, ahora, apuntaron Castaneda y Celiberti, es dar continuidad a ese proceso "tan rico y complejo", resolviendo temas como institucionalidad, organizacion y especializacion, nuevos mecanismos de relacion entre paises y grupos, asi como unidad en foros y agenda internacional.
Para esa tarea, se inicio en la region un debate que se prolongara los primeros seis meses del ano, bajo la coordinacion de la emblematica feminista peruana Gina Vargas, que se mantiene como la conductora del movimiento en esta nueva fase.
A la hora de analizar lo logrado en la Plataforma de Beijin, el balance realizado por las mujeres organizadas en los diferentes niveles es tambien positivo, se indico.
Los mayores objetivos fueron conseguidos en la llamada "agenda de las feministas tradicionales", destaco Castaneda, "porque lo que no se logro se discutio". Destaco en ese aspecto los compromisos conquistados en materia de salud reproductiva.
Pero no corrieron igual suerte las demandas sociales y economicas de los movimientos del Sur y en particular de America Latina. "La llamada otra agenda, la planteada por las mujeres pobres, fue relegada", puntualizo la dirigente venezolana.
"Los planteamientos sobre la feminizacion de la pobreza, la doble y triple jornada laboral de la mujer, los problemas de las indigenas y las negras no fueron atendidos y esa agenda sigue" vigente, dijo.
Pero "el aprendizaje en 1994 y 1995 enseno mucho y mejoro la capacidad de negociacion" del movimiento, planteo. "Sabemos ahora que la unidad y los puntos comunes no excluyen la diversidad y especificidad", concluyo Castaneda.
"Por ejemplo, para las negras racismo, identidad y pobreza son fundamentales, para la mujer argentina, no", detallo, "pero los dos planos, el comun y el especifico, pueden coexistir y nutror y no limitar al movimiento", considero. (FIN/IPS/eg/dg/hd-pr/96)
