La Liga Democratica de Kosovo (LDK), autoproclamada representante de la poblacion albana de la provincia de Kosovo (Republica de Serbia), exige que los acuerdos de paz para los Balcanes actualmente negociados en Estados Unidos incluyan un regimen para esta provincia y sus habitantes albanos.
La poblacion de Kosovo crece rapidamente y ya sobrepasa los dos millones de personas, 90 por ciento de las cuales son etnicamente albanos. La provincia se ubica en el sur de Serbia, en los limites con Albania y Macedonia.
La minoria serbia que domina la administracion provincial, colocada en sus puestos por Belgrado, es acusada de pisotear los derechos civiles de los albanos, en el curso de un debate politico que no reconoce terminos medios.
Los serbios acusan a los albanos de separatismo y de buscar la creacion de una "Gran Albania". Por esa razon, Belgrado rehusa todo reconocimiento a una forma paralela de gobierno provincial autodeclarada en 1991 por el lider de la LDK, Ibrahim Rugova.
Rugova, un hombre delgado y enfatico que suele usar una bufanda de seda "al estilo de Jawaharlal Nehru", organizo una red paralela de oficinas, escuelas y servicios sociales que funcionan junto a los servicios controlados por los serbios y que provocan la furia de Serbia, que quisiera borrarlas del mapa.
"Despues de haber sido victimas -dijo Rogova a IPS- hemos creado nuestras propias organizaciones, bajo ocupacion serbia, de conformidad con los usos y las normas occidentales". El lider afirmo que la falta de apoyo popular a la administracion serbia ha perjudicado seriamente a la economia.
Lo mismo que casi todos los serbios de Kosovo, el director del diario Jedinstvo, Svetozar Vlahovic -exponente de la minoria serbia-, cree que la provincia es "tierra santa de Serbia".
Vlahovic califica a la accion de Rugova como una traicion que ademas encubre un plan para tomar el poder y perpetrar un "genocidio" con los serbios de Kosovo.
El periodista entiende que todas las ideas separatistas y de union con Albania son "dirigidas desde el extranjero" y tienen su origen en una conspiracion armada entre los fallecidos Josip Broz Tito (el lider indiscutido de la ex Yugoslavia, que era croata) y Enver Hoxha, antiguo dictador de Albania.
Segun Vlahovic, la idea de una Kosovo independiente y gobernada por los albanos es "imposible…un sacrilegio". El periodista aconsejo a IPS visitar todos los monasterios serbios de Kosovo. "Solo asi se puede penetrar realmente en el alma del pueblo serbio".
"Somos un estado independiente formado por un pueblo, no por construcciones", replico Rugova. "Sostenemos una lucha no violenta contra los serbios, y ellos mismos necesitan emanciparse de su pasado. No podemos volver a la limitada autonomia de otros tiempos".
Rugova sugiere una administracion internacional interina como transicion hacia la independencia. "Apoyariamos un fideicomiso a cargo de las Naciones Unidas o la Union Europea, o incluso de Estados Unidos, hasta que se instale plenamente un gobierno propio. Hablamos de una trasferencia pacifica del poder".
Despues del colapso de la antigua Yugoslavia en 1991, Serbia mantuvo una federacion con Montenegro y retuvo el poder federal del viejo Estado, volviendo a ejercer sus potestades en Kosovo, que bajo el regimen de Tito era una provincia semiautonoma de Serbia.
Los grupos defensores de los derechos humanos en la nueva Yugoslavia (formada por Serbia y Montenegro) y en el exterior, han destacado los padecimientos de los albanos bajo el gobierno serbio.
No obstante, para algunos albanos la secesion de Serbia y la independencia no darian la respuesta adecuada.
"No existen obstaculos legales ni constitucionales para que los albanos participen en esta sociedad", dijo Basri Plana, un psiquiatra que se preocupa por enmendar la brecha que separa a su comunidad de los serbios.
Plana entiende que Rugova esta forzando a los albanos a entrar en conflicto con los serbios sin tomar en consideracion la viabilidad de una sociedad multietnica.
El problema del separatismo, segun Plana, consiste en que esta vinculado a la idea de una Gran Albania, que uniria a las zonas de poblacion mayoritariamente albana de Serbia, Montenegro y Macedonia con la propia Albania. Esto supondria modificar las fronteras internacionales actuales.
Vlahovic recordo que en Kosovo se entrelazan la historia y los mitos de Serbia, en el campo de batalla donde, en 1389, el rey Lazar fue derrotado por el sultan turco Murad. Segun la leyenda murieron 77.000 serbios en el intento por evitar la dominacion turca que habria de durar 500 anos.
Rugova, por su parte, explico que los primeros albanos, o ilirios, que poblaban esa region llamada Iliria, se establecieron en los balcanes antes de que llegaran las primeras tribus eslavas serbias. (FIN/IPS/tra-en/ws/rj/arl/ip-cr-pr/95