RUANDA: Francia intenta influir en futuro politico

El ataque del ejercito de Ruanda contra campamentos rebeldes en la frontera con Zaire evidencia la inestabilidad y los riesgos de la situacion en ese pais, advirtieron la cancilleria francesa y organizaciones no gubernamentales (ONG).

Pero la coincidencia entre el gobierno y las ONG se limita al diagnostico de la crisis, ya que el desacuerdo es frontal en cuanto a soluciones y los activistas creen que Paris intenta favorecer a sus antiguos aliados, los extremistas hutus.

El Ejercito Popular Ruandes (EPR), dominado por tutsis, dio muerte entre el domingo y el lunes a 141 soldados del regimen hutu derrocado en julio de 1994, que estaban concentrados en la isla Iwawa, ubicada en el lago Kivu, fronterizo con Zaire.

Los extremistas hutu, responsables de la matanza de casi un millon de tutsis y hutus moderados, huyeron a Zaire tras ser derrotados en la guerra civil del ultimo ano y se reagrupan en campamentos de refugiados a lo largo de la frontera.

Agencias de la Organizacion de Naciones Unidas y grupos humanitarios denunciaron que los soldados y milicianos exiliados acumulan armas en Zaire con el proposito de invadir Ruanda.

La ofensiva del fin de semana fue consecuencia de ataques lanzados por los milicianos hutu en el oeste de Ruanda, que comprendieron actos de sabotaje y el asesinato de civiles y dirigentes politicos.

De acuerdo con las informaciones recibidas, bandas armadas procedentes del limitrofe lago Kivu sembraron el terror en los distritos riberenos de Gisenyi, Kibuye y Cyangugu, y establecieron una base en el cercano bosque de Gishwati, donde sembraron minas explosivas, que ya produjeron varias victimas.

Los atacantes emboscaron y mataron en septiembre a un oficial del EPR en Kanama (Gisenyi), y tambien se dio cuenta de matanzas en el bosque Nyungwe, al sudoeste. Hace una semana, una mina terrestre destruyo un autobus en Kinbuye, matando a cinco pasajeros e hiriendo a doce.

"Los continuos conflictos armados ilustran la preocupante y peligrosa situacion en Ruanda", senalo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia.

"La inestabilidad y la violencia en la region solo podrian resolverse mediante medidas politicas duraderas", destaco el portavoz, que reitero la propuesta francesa de organizar una conferencia internacional sobre Africa central.

Francois-Xavier Verschave, presidente del grupo defensor de los derechos humanos Survie (Supervivencia), opino que el gobierno frances solo busca en realidad imponer su control sobre Kigali.

Mientras, Catherine Choquet, secretaria general de la Federacion Internacional de Ligas de Derechos Humanos, afirmo que la economia de Ruanda esta en proceso de recuperacion.

Choquet formulo su declaracion al regresar a Paris de Kigali, donde entre el 1 y el 5 de este mes participo de la Conferencia Internacional sobre el Genocidio de Ruanda.

"Dos de los problemas planteados durante la conferencia fueron la extradicion de los acusados por el genocidio de 1994 y el juicio de los sospechosos encarcelados en Ruanda", explico Choquet.

Agrego que tambien se destaco la preocupacion existente ante las incursiones de los milicianos hutus.

Verschave, quien intervino en la reunion de Kigali, confirmo las "intenciones belicosas" de los soldados y los extremistas hutus.

Survie habia advertido varios meses antes del genocidio de 1994 el riesgo de un bano de sangre en Ruanda, que fue provocado por la hostilidad entre la mayoritaria etnia hutu y los tutsis.

Activistas de organizaciones humanitarias han senalado la responsabilidad de Francia en los hechos del ultimo ano, por haber apoyado el regimen autoritario de Juvenal Habyarimana y armado y entrenado a los radicales hutu.

El genocidio comenzo a la muerte de Habyarimana en un accidente de aviacion, un hecho ocurrido en abril de 1994 y que el regimen hutu atribuyo a un atentado.

Verschave afirmo que, pese a la normalizacion de las relaciones bilaterales, la actitud de Francia hacia Ruanda se caracteriza por "restricciones en el area financiera, hostilidad diplomatica y complacencia hacia los responsables del genocidio".

Paris intenta arrinconar a Kigali, lograr el regreso al poder de los hutu y la promulgacion de una amnistia para todos los implicados en la masacre de 1994, aseguro Verschave.

Agrego que nada ocurre en Zaire sin el conocimiento de Francia, y que Paris "nada ha hecho para impedir el rearme en ese pais" de los extremistas hutu. (FIN/IPS/tra-en/ao/rj/ff/af hd ip/95)

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