El primer tribunal contra las violaciones a los derechos humanos de las mujeres en Costa Rica mostro una cara de este pais poco reconocida y en la cual la democracia y la justicia olvidan al sexo femenino.
Escasa participacion politica, discriminacion, violaciones a los derechos socioeconomicos, a la integridad personal y al derecho a la salud fueron los principales temas abordados en 22 testimonios ofrecidos este viernes para tratar de hacer visibles los problemas de la mujer.
En la actividad politica y en el ejercicio del poder, la costarricense, lejos de conquistar mayores oportunidades, ha ido perdiendo terreno.
"Sentimos que se nos considera buenas para ser segundonas, pero no para ocupar cargos de primer nivel", dijo la ex ministra de Educacion Maria Eugenia Dengo.
Como muestra, Dengo senalo que actualmente en la Asamblea Legislativa (Congreso) de 57 diputados solo nueve son mujeres, es decir menos del 20 por ciento.
En el gobierno solo dos mujeres ocupan cargo de ministras. El numero aumenta en los viceministerios, donde su trabajo depende del ministro, un hombre en la mayoria de los casos.
Dengo destaco tambien que a las pocas mujeres que ocupan cargos publicos se les designa porque son mujeres y no por su capacidad.
Lo mismo sucede en el Poder Judicial. Ligia Martin, de la Defensoria de la Mujer, senalo que solo siete mujeres fueron designadas como candidatas a magistradas, de un total de 50 nombres, y de ellas solo cuatro fueron elegidas.
Es precisamente el Poder Judicial el principal receptor de criticas de discriminacion contra la mujer, porque juzga con criterios muy ligeros los casos de agresion intrafamiliar, que constituyen las mas serias violaciones a los derechos humanos en este pais.
Margarita Alfaro presento el caso del asesinato de su hermana, en el cual, a pesar de los indicios que incriminaban a su esposo, estos no fueron tomados en cuenta y el fallo del juzgado establece que no hubo pruebas suficientes para condenarlo.
Zayda Salazar, directora de la Delegacion de la Mujer, adscrita al Ministerio de Gobernacion, presento el caso de Maria, a quien en tres oportunidades su esposo la agredio y amenazo con asesinarla.
En las tres oportunidades Maria fue a la Delegacion en busca de ayuda. Ahi la asistieron para que denunciara el caso a las autoridades, pero el marido fue siempre excarcelado, violandose disposiciones legales claras.
Luego de la tercera vez, Maria supo que iba a morir. Por eso se tomo tres fotos y las regalo a la Delegacion para que, cuando ella ya no estuviera, su muerte sirviera de reflexion.
Poco tiempo despues fue asesinada por su esposo de un disparo.
Silvia, una joven de solo 20 anos, se presento entre lagrimas al Tribunal. Estuvo encerrada en un gallinero durante tres anos con su hija, donde era golpeada por su marido y recibia una bolsa de leche al mes para la pequena. Fue rescatada tras una denuncia presentada por un vecino.
La nina tenia tal estado de descalcificacion que cuando se le ponia el biberon en la boca sangraba.
Tampoco esta tragedia fue tomada en cuenta por las autoridades. El hombre permanecio en libertad hasta hace 15 dias, cuando el caso fue reabierto por la presion de grupos de defensa de la mujer y ahora se le juzgara por graves cargos.
Tanto Salazar como la experta Maria Suarez consideran que las autoridades anteponen el derecho a la libertad sobre el derecho a la vida de las mujeres y esto hace que los agresores sientan que pueden actuar impunemente.
En Costa Rica las denuncias de agresion intrafamiliar aumentaron fuertemente. De enero a octubre ultimos se presentaron 3.600, contra 1.736 en el mismo periodo de 1994.
"Venimos aqui, a este tribunal, a exigir que se nos oiga, que se nos crea y que se nos haga justicia pronta y cumplida", dijo Suarez. (FIN/IPS/mso/dg/pr/hd/95). ITEM CLOSE