En una colorida mezcla de tradicion, protesta social y burla politica, los mexicanos concluyeron hoy, Dia de Muertos, varias jornadas de homenaje a sus difuntos.
Repitiendo el antiguo ritual, miles de personas visitaron este jueves los cementerios para "comer" con familiares muertos y levantar altares con calaveras de azucar, velas, incienso y papel.
Dias antes, grupos ecologistas, prostitutas, artistas y agrupaciones sociales realizaron marchas y tambien construyeron altares pero en homenaje a las victimas de la contaminacion, la crisis economica, el sida y las pruebas nucleares.
No faltaron las sorpresivas visitas de la "catrina" (esqueleto vestido de mujer) a lugares publicos como el Congreso para quejarse de la crisis, ni la difusion de testamentos, que a traves de una prosa burlona enjuicio a figuras de la vida publica.
La tradicional fecha, que con el paso de los anos fundio su significado con los problemas politicos y economicos de la vida cotidiana, es una de las principales y mas antiguas celebraciones de Mexico.
A diferencia del europeo, para quien la muerte "es una palabra que jamas se pronuncia porque quema los labios, el mexicano la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor mas permanente", senala el escritor Octavio Paz.
Desde la noche de este miercoles y vigiladas por decenas de policias, bomberos y ambulancias, miles de personas comenzaron a desfilar hacia los cementerios para cumplir con el rito.
En las tumbas, luego de limpiarlas, los visitantes brindaron con comidas y bebidas tradicionales con los difuntos, hablaron con ellos, los lloraron y hasta cantaron temas rancheros.
"La muerte mexicana es el el espejo de la vida de los mexicanos. El desprecio a la muerte no esta renido con el culto que le profesamos", dice Paz, premio Nobel de Literatura.
Con origen en los ritos funerarios prehispanicos y producto del mestizaje, el Dia de los Muertos y las fechas que lo preceden son ocasion para que el mexicano recuerde leyendas sobre la inesperada llegada de la "huesuda", "muelona" o "pelona", nombres con los que se refieren a la muerte.
Como hace siglos, en las ofrendas que presentan a los difuntos, los seguidores de la tradicion continuan manteniendo como elementos constantes el agua, a la que se considera fuente de vida, la sal, subtancia de purificacion, y las velas, cuya flama significa la luz divina.
Ademas, se ofrecen inciensos, que se supone alejan los malos espiritus, las flores blancas y amarillas, que representan la pureza y la ternura, comidas que agradaban al difunto y las calaveras hechas de azucar.
El Dia de los Muertos "es una tradicion magica, donde la vieja costumbre de traer comida a los cementerios y de iluminarlos con miles de candelas, no es otra cosa que la inspiracion humana de ofrecer luz y sustento a los seres desaparecidos", expresa el poeta mexicano Homero Aridjis.
Aunque la Iglesia mira con recelo la celebracion e incluso la critica por considerarla producto de la supersticion, quienes cumplen el antiguo rito incluyen en sus ofrendas imagenes religiosas y oraciones.
Cientos de turistas de todo el mundo llegan a Mexico por estas fechas para observar las celebraciones, lo que es aprovechado por vendedores ambulantes, duenos de hoteles, restaurantes e incluso ladrones, que se confunden entre las multitudes para robar.
Aunque es una fecha para recordar a los muertos, este dia no es paradojicamente una celebracion donde se imponga el duelo y la tristeza. Los antropologos la consideran mas bien una ocasion festiva.
Esa afirmacion parece confirmarse al caminar por las calles, donde se venden titeres esqueleticos que bailan musicas rancheras o imagenes de calaveras con leyendas jocosas.
Otros elementos que producen sonrisas son los versos o "calaveras" que se difunden a proposito de la fecha, donde los politicos llevan la peor parte.
"Las calacas (esqueletos) de Zedillo lo encontraron en un tris, y aunque se puso amarillo, se lo vistieron de gris. Alla no publican pancartas (los muertos son mas discretos) y Ernesto ofrece en pancartas: Bienestar para esqueletos", reza una de las "calaveras".
Otra, dedicada al secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, dice: "La huesuda muy atenta, paso a llevarse a Guillermo, se lo encontro haciendo cuentas y le dijo: Aqui te duermo. En el panteon se lo acosa, Ortiz sufre y hace gestos, para ingresar a su fosa, le cobran muchos impuestos". (FIN/IPS/dc/dg/pr-cr-ip/95)
