La denuncia del ejercito de Indonesia de una movilizacion comunista para derrocar al gobierno de Suharto fue recibida por los analistas politicos como una maniobra para desviar la atencion publica de los reales problemas que enfrenta el regimen.
Desde el 28 de julio, cuando el presidente Suharto ordeno liberar al ex ministro de Asuntos Exteriores Soebbandrio y al ex jefe de la fuerza aerea Oman Dhani -encarcelados por conspiracion en 1965-, los militares no han dejado de prevenir contra un renacimiento comunista que amenaza la estabilidad del pais.
El mayor-general Syarwan Hamid, subcomandandante del ejercito encargado de los asuntos socio-politicos, dijo que "los analisis socio-politicos y de inteligencia militar, basados en hechos comprobados, indican que el PKI (Partido Comunista de Indonesia) esta vivo y se ha transformado de diversas maneras".
El PKI fue ilegalizado en 1966, a raiz del abortado golpe de Estado del ano anterior que finalmente condujo al alejamiento del ya fallecido presidente Sukarno y a la implantacion de un nuevo regimen encabezado por Suharto, quien tomo el poder en 1967.
La represion lanzada despues del intento de golpe llevo a decenas de miles de militantes politicos a la carcel, mientras varios miles de miembros del PKI eran encerrados en la lejana isla de Buru, en la provincia de Maluku.
La mayoria de ellos fueron liberados a fines de la decada de 1970 y en la decada de 1980, pero otros como Soebbandrio y Dhani, acusados de ingeniar la conspiracion, fueron retenidos en prision hasta el presente.
En efecto, 25 de los 195 prisioneros politicos que aun existen en Indonesia, estan en esa situacion desde 1965-66.
La clemencia actual coincide con las preparaciones para celebrar el 50 aniversario de la independencia de Indonesia del dominio colonial holandes, y fue bien recibida por los defensores de los derechos humanos.
Sin embargo, la demostracion de clemencia de Suharto no ha caido bien en el ejercito, que segun los observadores busca perpetuar la idea de una peligrosa amenaza comunista para continuar justificando su presencia en el gobierno.
Los escanos parlamentarios reservados a los militares han sido reducidos, y se cuestiona cada vez con mayor frecuencia la dualidad de su participacion, tanto en los asuntos civiles como en los militares.
Tambien existe un creciente descontento entre las clases media y baja, que se quejan de no estar recibiendo una porcion justa de la riqueza nacional en un pais que ha exhibido un impresionante crecimiento economico durante los ultimos anos.
El academico musulman Abdurahman Wahid entiende que estos factores se encuentran en la base del discurso anticomunista. "Es como un ciclo. Las autoridades estan tratando de frenar el impacto de la apertura politica que antes favorecieron", dijo.
En particular los estudiantes estan levantando el nivel de sus criticas a las politicas economicas del gobierno, que tienen el credito del crecimiento pero que tambien son consideradas culpables de agrandar la brecha entre ricos y pobres.
Eky Syahrudin, un lider estudiantil, declaro recientemente que la mejor manera de prevenir la expansion del comunismo seria que las autoridades corrigieran las desigualdades economicas y sociales.
Estos son los conceptos que a los militares no les gusta escuchar, e insisten en que la amenaza comunista es real.
El teniente general Soeyono, jefe militar para Asuntos Generales, menciono al escritor Pramoedya Ananta Toer, al exiliado academico George Aditjondro y al lider sindical Muchtar Pakpahan entre los que tratan de crear inestabilidad politica.
"Esta claro su proposito: derrocar al gobierno, dividir a las Fuerzas Armadas y destruir a la nacion", acuso Soeyono.
Pramoedya Ananta Toer, un literato laureado, era miembro de la rama cultural del PKI, llamada Lekra, en la decada de 1960. Estuvo detenido en la isla de Buru alrededor de 15 anos.
Sin embargo, tanto Aditjondro como Pakpahan han negado las acusaciones de Soeyono en relacion a sus supuestas conexiones comunistas. (FIN/IPS/tra-en/yi/cpg/arl/ip-hd/95
