A cinco dias de las elecciones en Guatemala, la mayoria de los partidos cerraron sus campanas con actos tan coloridos como su amplio espectro de candidatos.
En efecto, 19 candidatos presidenciales reflejan en la variedad de la oferta la fragmentacion y polarizacion de esta sociedad.
Millares de globos rojos, verdes, amarillos, azules fueron lanzados al cielo en los distintos mitines, junto al estruendo de fuegos y cohetes de artificio, una manera muy tipica de celebrar ciertas fiestas en este pais centroamericano.
Pero mas alla de sutiles matices en este arcoiris ideologico y de partidos, la oferta programatica no difiere demasiado entre si.
Alvaro Arzu, candidato del Partido de Avanzada Nacional (PAN) parece resumir en los tres pilares de su accionar de gobierno la propuesta de la extensa gama partidaria.
"No a la discriminacion, no a los privilegios y la seguridad vista desde el acceso de una vida digna", expresa el candidato del PAN, primero en las encuestas electorales.
"Yo no soy neoliberal como algunos enemigos gustan de tildarme. Nosotros nos movemos dentro de una politica social de mercado", explica sin ofrecer mayores detalles.
Al igual que otros pretendientes, Arzu prefiere apelar al slogan de que despues de la caida del Muro de Berlin, ya no hay ideologias de izquierda o de derecha.
Gabriel Aguilera, analista de la Facultad de Ciencias Economicas y Sociales (FLACSO), no interpreta la cantidad numerica de partidos como un signo de debilitamiento de la democracia sino, por el contrario, de su fortalecimiento.
Segun el experto, el fenomeno de la diversidad partidaria debe verse a la luz de un pasado autoritario en el que una legislacion electoral muy restrictiva impedia la libre formacion de organizaciones politicas.
"En ese entonces – en el marco de la Constitucion de 1965 – era dificil organizar un partido. Durante mucho tiempo solo hubo cuatro partidos", recordo.
Con ese antecedente, en el ano 1985, los nuevos constituyentes decidieron abrir las puertas a la formacion de partidos cuyo numero fue creciendo de una eleccion a otra. En los comicios pasados, en 1990, se presentaron ocho partidos.
"Si en el futuro llegamos como en la India a tener como 30 partidos, a la larga puede resultar negativo. Pero por ahora creo que era necesario pasar por esta fase sobre todo para que ningun actor colectivo se sienta excluido", comento.
La diversidad de partidos no logra despertar la apatia de un electorado de 3,7 millones de personas que segun las encuestas podria abstenerse en mas de un 60 por ciento.
La variedad de ritmos de salsa, merengue, lambada, y rap de los jingles de los poco concurridos cierres de campana, no parece haber conmovido al electorado que este 12 de noviembre escogera a su tercer presidente civil desde la restitucion de la democracia representativa, en 1986.
Fernando Andrade, candidato de la Alianza Nacional (AN), recordo en entrevista con IPS que la afluencia de votantes fue declinando desde la eleccion de la Asamblea Constituyente, en que un 72 por ciento de los empadronados concurrio a las urnas.
En 1985, hubo un 68 por ciento de participacion que dismimuyo a un 55 por ciento en las elecciones de 1990.
"Y despues vino el desastre que en algun medida desligitimo el sistema el ano pasado", con 80 por ciento de abstenciones.
El candidato de la AN que nuclea a la Democracia Cristiana, la Union de Centro Nacional y el Partido Socialista Democratico atribuyo la apatia a la "gran frustracion de la poblacion".
"Este pueblo es un pueblo increible, valiente, siempre se pone de pie en los momentos de crisis, quiere caminar, quiere avanzar pero tal vez el sistema mismo se ha deteriorado. Tenemos que recobrar la confianza en los valores fundamentales y la confianza en el sistema", enfatizo.
"Las instituciones del Estado han perdido credibilidad porque las distorsionamos" dijo, criticando al actual presidente, Ramiro De Leon Carpio.
El candidato del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), Alfonso Portillo, coincidio con su colega de la AN con quien se disputa el segundo lugar de las preferencias de voto.
"La gente esta muy desencantada con el sistema democratico. Los ultimos tres gobiernos lo unico que han hecho es deshacer las esperanzas democraticas. La gente no quiere participar. La gente quiere ver satisfechas sus necesidades, quiere empleo, educacion, quiere salud y no hay nada de eso", expreso.
Segun Portillo, candidato del partido del ex dictador Efrain Rios Montt (1982-1983), los gobiernos se convirtieron en cupulas de enriquecimiento personal.
"La gente oye hablar de la palabra politica y la asocia a marasmo, corrupcion, nepotismo, ineficiencia e incapacidad", puntualizo al destacar que el rescate de la credibilidad "va a costar mucho".
Si el proximo gobierno electo que estara en el poder desde el ano 1996 hasta fin de siglo "no enfrenta, aun a cualquier costo politico, los grandes problemas nacionales la democracia fracasa en Guatemala", sentencio. (FIN/IPS/ff/dm/ip/95