La grave situacion que viven mas de 10.000 ninos trabajadores ambulantes en Ecuador tuvo una respuesta por parte de los sacerdotes salesianos, que se preocupan por el tema desde hace 15 anos: el proyecto "Chicos de la calle".
"Trabajar con el nino de la calle es un reto que toda la sociedad debe enfrentar", comento Eduardo Delgado, uno de los sacerdotes que llevan adelante el proyecto.
El programa, con una estructura compleja, comprende albergues transitorios, centros juveniles, talleres artesanales, granjas experimentales, escuelas de pedagogia y aprendizaje de tareas manuales, centros de produccion y entrenamiento tecnico, atencion permanente de salud, educacion, catequesis y recreacion.
El mantenimiento de esa estructura no resulta facil. Solo para Quito se requieren 20.000 dolares mensuales, que se reunen con el plan "Socios de los ninos de la calle", promovido por un banco privado, donaciones de entidades estatales y organizaciones no gubernamentales.
En el proyecto trabajan 10 sacerdotes y 70 laicos, 30 de estos voluntarios.
Desde 1980, Chicos de la Calle ha trabajado con 8.000 ninos de todo Ecuador, en especial de Quito y Guayaquil, las dos mayores ciudades del pais, y Esmeraldas, una de las localidades mas abandonadas.
En los dos ultimos anos, el proyecto ha desarrollado con exito el programa de television "Buena Nota", que se emite los domingos por Ecuavisa, una de las principales cadenas del pais.
El espacio intenta explicar a la familia ecuatoriana que el fenomeno de los chicos de la calle "es un problema que concierne a todos" y si no actuan seran complices de un sistema que genera "marginalidad y riesgo".
Pese a la actitud individualistas que predomina en Ecuador, los sacerdotes salesianos creen que el mensaje esta llegando a la comunidad y motivando su solidaridad.
Los responsables del proyecto senalaron que cada vez es mayor el numero de personas e instituciones que se acercan buscando aportar para la ampliacion y el fortalecimiento del proyecto.
Chicos de la calle ha sabido aprovechar su experiencia para contar ahora con diagnosticos precisos de la realidad de los menores, que apuntan a romper las causas que provocan un fenomeno social que se multiplica cada ano.
Las cifras lo demuestran: entre 1990 y 1993 se duplico la tasa de participacion del trabajo infantil dentro de la poblacion economicamente activa.
Los menores en las calles sufren la ruptura con la familia, el cambio de patrones de comportamiento, el envenenamiento paulatino por el ambiente cargado de gases toxicos, el abandono de la escuela, la explotacion sexual y la exposicion a la delincuencia, la prostitucion y la droga.
El mayor numero de ninos callejeros se encuentra en Quito, donde segun un sondeo reciente alcanzan a mas de 5.000. Son ninos y ninas de entre seis y 16 anos.
De ellos, 32 por ciento ayuda en los mercados, 15 por ciento vende alimentos, 12 por ciento son lustrabotas y el resto vende diferentes articulos, como caramelos, billetes de loteria, cargadores y desgranadores de legumbres.
Uno de los sectores mas sensibles es el de los lustrabotas, no solo por el riesgo que implica para la salud, sino porque es la que mas les acerca a las drogas.
Los ninos lustrabotas caen facilmente en el consumo de inhalantes, en especial del liquido conocido como "solucion", un producto adhesivo toxico que usan los zapateros para el arreglo del calzado y que las ferreterias venden a los chicos sin ningun control policial.
Mediante una tecnica que consiste en colocar el liquido en una funda plastica e inhalarlo profundamente, los chicos de la calle aprenden a drogarse por la presion del grupo.
El tarro pequeno de "solucion" cuesta unos 70 centavos de dolar y su cantidad es suficiente para que tres o cuatro ninos lo inhalen durante una media hora y permanezcan en estado de inconciencia el resto del dia o de la noche.
En ese estado adoptan comportamientos agresivos y transgresores. En unos casos roban objetos personales, dinero, comida o accesorios de vehiculos y, en otros, mendigan y aprenden a fingir enfermedades o dolores para llamar la atencion de los transeuntes y pedir limosna.
A los ninos con problemas de drogadiccion se les ofrecen tratamientos y terapias que permiten su recuperacion cuando se les ha rescatado oportunamente y afortunadamente son pocos los casos de chicos que no pudieron ser rescatados a tiempo y su situacion es irreversible, por la acelerada destruccion neuronal.
"Podemos hablar de una efectividad de 80 por ciento respecto a la recuperacion de los ninos callejeros", afirmaron los responsables del proyecto. (FIN/IPS/rdb/ag/ip-pr/95