Presionado por intentos del Congreso para limitar su autoridad en politica exterior, el gobierno del presidente Bill Clinton redobla los esfuerzos por crear un consenso publico sobre el despliegue de tropas de Estados Unidos que supervisen el cese del fuego en Bosnia-Herzegovina.
El subsecretario de Estado Strobe Talbott advirtio este miercoles, dia de la apertura de las conversaciones en Ohio entre los presidentes de Bosnia, Croacia y Serbia, sobre una "tercera guerra en los Balcanes" que podria "extenderse facilmente" si Washington no asume un papel de liderazgo para detenerla.
Esta guerra podria "poner en peligro nuestros esfuerzos para promover la estabilidad y la seguridad en Europa", debilitar a lideres "moderados y pro-occidentales" en el mundo islamico y "aumentar las tensiones entre Estados Unidos y Rusia".
El fin de la guerra en Bosnia es "de incuestionable interes para Estados Unidos", dijo Talbott en el Departamento de Estado, dos dias despues que la Camara de Representantes del Congreso aprobara por 315 a 103 votos una resolucion que urge a Clinton a solicitar el permiso del Congreso antes de desplegar tropas en Bosnia.
El aplastante resultado se obtuvo a pesar de advertencias del secretario de Estado, Warren Christopher, de que la resolucion socavaria las posibilidades de exito de las conversaciones de Ohio.
Christopher inauguro formalmente este miercoles conversaciones de paz entre los presidentes de Bosnia, Alija Izetbegovic, de Serbia, Slobodan Milosevic, y de Croacia, Franjo Tudjman, que prometen ser duras y dificiles y no tienen fecha de finalizacion.
Pese a recientes exitos en politica exterior, incluyendo un cese del fuego en Bosnia, la capacidad de Clinton para actuar en ese area esta cada vez mas restringida por el Congreso, de mayoria republicana, al que de tanto en tanto acuso de aislacionsimo.
Tras afirmar durante la campana electoral de 1992 que el ex presidente George Bush habia sido demasiado pasivo en relacion a Bosnia, Clinton intento infructuosamente persuadir a los aliados de Washington en la OTAN a utilizar ataques aereos contra los serbios bosnios y levantar el embargo de armas contra el gobierno musulman de Sarajevo.
La politica estadounidense volvio despues a su papel anterior, y Clinton afirmo que habia poco para hacer ante los "viejos odios" que animaban la guerra civil en Bosnia, mientras se comprometia a aportar 30.000 soldados a cualquier operacion de paz una vez que se alcanzara un acuerdo.
Las conversaciones iniciadas este miercoles en la base de la Fuerza Aerea en Wright-Patterson deberan llenar de contenido el acuerdo alcanzado en septiembre despues que fuerzas bosnias y croatas capturaran extensas areas del este de Bosnia-Herzegovina.
Si tienen exito, requeriran el despliegue de una fuerza de 60.000 hombres de la Organizacion del Tratado del Atlantico Norte (OTAN), un tercio de la cual se integrara con soldados estadounidenses. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/lp/ip/95