Una fuerte polemica se desato hoy entre el gobierno, la oposicion y la Iglesia Catolica argentina a raiz de las severas advertencias del papa Juan Pablo II sobre la "inhumana" desocupacion en este pais, que afecta a 18,6 por ciento de la poblacion activa.
El presidente Carlos Menem eludio referirse a la preocupacion del Papa sobre los efectos sociales del modelo economico, pero intento recuperar iniciativa este lunes con el lanzamiento de un plan forestal que permitira crear, segun dijo, unos 30.000 puestos de trabajo permanentes.
Mientras, el vicepresidente Carlos Ruckauf admitio que el gobierno, debe reflexionar acerca de la advertencia del Papa, ya que le compete la maxima responsabilidad en el combate contra el desempleo.
Por su parte, dirigentes de la iglesia, de la centrista Union Civica Radical y del centroizquierdista Frente Grande celebraron las criticas papales por considerar que reflejan la realidad de miles de argentinos.
El senador radical Fernando de la Rua considero que ya no es su partido el que pide reformas, sino el Papa mismo, y que es necesario dotar de orientacion social al modelo.
Juan Pablo manifesto el viernes ante un grupo de obispos argentinos su preocupacion por "la grave situacion economica que aflige a una considerable proporcion de la comunidad argentina", que tiene en el incremento del desempleo una de sus mas severas expresiones.
La tasa de desocupacion crecio de seis a 18,6 por ciento de la poblacion economicamente activa desde 1991 a la actualidad, y podria superar 20 por ciento este ano. El Papa pregunto a los obispos si se trataba de un efecto del programa economico y la respueta fue afirmativa.
Juan Pablo tambien advirtio sobre "la corrupcion y su impunidad, que corren el riesgo de generalizarse", dijo, y sostuvo que la situacion economica no mejorara "solo con medidas tecnicas, sino promoviendo reformas con base humana y social".
La ultima observacion critica de Juan Pablo II a la marcha de los asuntos economicos y sociales de Argentina se remontaba a los tiempos de la dictadura militar (1976-83).
Si intervencion del viernes se baso en el informe de los obispos, quienes han senalado con insistencia al gobierno de Menem la necesidad de atender los problemas de los que no tienen empleo, vivienda, ni acceso a los servicios de salud o de educacion.
Cuando llego el mensaje del papa a este pais, el gobierno intento de mirar hacia otro lado. Pocos representantes del oficialismo como Ruckauf y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, aceptaron que "es necesario un examen de conciencia".
El senador Antonio Cafiero, dirigente como Duhalde y Ruckauf del gobernante Partido Justicialista (peronista), declaro que la exhortacion papal "debe hacer recapacitar a todos los argentinos sobre la permanencia de este proceso".
Pese a reconocer logros en materia de estabilidad, Cafiero considero necesario intensificar acciones sociales.
No obstante, la posicion oficial fue involucrar a toda la sociedad como receptora del mensaje. El secretario general de la presidencia, Alberto Kohan, opino que el Papa "no se refirio al gobierno".
Pero el sacerdote Luis Farinello, un cura que trabaja junto a los pobres y defiende a los ocupantes ilegales de viviendas en la localidad bonaerense de Quilmes, rechazo este intento de compartir responsabilidades.
"Es una barbaridad que quieran hacernos responsables a todos cuando la mayoria somos en realidad victimas de decisiones politicas, sociales y economicas del gobierno que marginan a la gente", protesto Farinello.
El sacerdote revelo que miles de personas se acercan a su Iglesia ya resignados a no encontrar trabajo y van renunciando a algunos alimentos basicos. Este fenomeno es observado por los obispos que, "aunque muchos no son muy progresistas, ya no lo pueden negar", afirmo.
Farinello tambien dijo que Menem "favorecio la corrupcion, porque fue amigo de los corruptos" y agrego que la vida frivola de los funcionarios, incluido el presidente, no ayuda a forjar un modelo de austeridad acorde a la situacion que viven miles de familias.
Por ultimo, Farinello celebro las advertencias del Papa. En una economia globalizada y caido el muro de Berlin, "es la unica voz en el mundo que plantea el problema de los pobres", aseguro.
"Ya no se trata de un cura zurdo (de izquierda), sino que son todos los obispos de Argentina y el Papa mismo quienes hacen esta advertencia", anadio.
De modo semejante se pronuncio el obispo de Justo Laguna, del distrito bonaerense de Moron.
"El mensaje del Papa es duro, pero claro. El gobierno va a tener que entender ahora que no somos cuatro obispos locos los que llamamos la atencion acerca del grave cuadro social, y que la vida se torna extremadamente dificil para un numero cada vez mayor de argentinos", dijo Laguna. (FIN/IPS/mv/ff/la pr/95)