La miseria, el miedo, la inseguridad, la corrupcion generalizada, la destruccion de la economia, una inflacion galopante y un precario estado de salubridad marcan, el dia 11, dos decadas de independencia de Angola.
La guerra, primero anticolonial (1961-1974) y luego civil (1975- 1994), conviertieron a esta vasta ex "provincia de ultramar" portuguesa en uno de los paises mas destruidos del mundo y, segun las Naciones Unidas (ONU), en teatro del mas cruento conflicto armado en toda la historia de Africa.
Segun la ONU, los conflictos se saldaron con 1,1 millones de muertos, 3,5 millones de desalojados de sus zonas tradicionales, 200.000 ninos huerfanos y 300.000 refugiados en paises vecinos.
Analistas del proceso de pacificacion angoleno coinciden en que no basta la buena voluntad de los lideres para el arranque de una real reconstruccion nacional del que fue uno de los paises potencialmente mas ricos del mundo y hoy es uno de los mas destruidos.
En el aspecto politico y social, habra que cicatrizar profundas heridas dejadas durante 19 anos de guerra civil, al tiempo de iniciar la nada facil reconstruccion economica.
Segun el ministro de Planificacion, Jose Pedro de Morais, solo en el ano 2008 "y con el total empeno de la comunidad internacional", Angola podra recuperar el nivel economico de hace dos decadas, cuando 300.000 portugueses dejaron el pais".
La artilleria pesada de la Union Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) y los cazabombarderos del gobierno se encargaron durante dos decadas de destruir el tejido productivo y las riquezas naturales de un pais con petroleo, aguas, diamantes, pesca, agricultura, artesanado y ganado.
La mision de los dirigentes es dar cumplimiento al Protocolo de Paz firmado el 20 de noviembre de 1994, en Lusaka, entre el gobierno de y la UNITA, con la mediacion de la ONU, y avalado por Estados Unidos, Portugal y Rusia, los tres garantes del acuerdo.
Sin embargo, los futuros encuentros entre el presidente Jose Eduardo dos Santos y el lider de la UNITA, Jonas Savimbi, podran confirmar si lo que ocurrio en Lusaka fue de hecho un gran paso para superar definitivamente dos decadas de guerra.
Durante la reunion de donantes, organizada por la Union Europea (UE) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) el mes pasado en Bruselas, Savimbi reconocio a Dos Santos como "el presidente de todos los angolenos".
Por tanto, "me pongo a su entera disposicion para actuar en la reconstruccion del pais", afirmo.
Dos Santos replico afirmando que Savimbi "tiene un papel muy importante a desempenar en el futuro" de Angola y lo invito a Luanda, haciendose responsable por su seguridad, acto encerrado con un abrazo publico entre los dos lideres.
Sin embargo, las declaraciones de buena voluntad se han visto ensombrecidas por una excesiva demora en poner en practica la desmovilizacion de los ejercitos, reestablecer la libre circulacion de personas y bienes, moralizar la administracion y ejecutar planes de emergencia en el area de salud.
La sobrevivencia de casi toda la poblacion angolena depende hoy de la ayuda humanitaria internacional y lo que mas importa a un aldeano del interior del pais es saber que cerca de su villorio actua alguna organizacion no gubernamental (ONG), que le podra salvar de morir a causa del hambre o las empidemias.
Las cifras reveladas por la ONG portuguesa Accion Medica Internacional (AMI) este 20 aniversario superan a las de la ONU, al sostener que los muertos pueden haber llegado a 1,4 millones, a los que se unen 70.000 mutilados.
AMI denuncio que todavia hoy casi el total de los ingresos por las exportaciones se sigue utilizando en la compra de armas de guerra, mientras el analista portugues Fernando da Costa deploro que el presupuesto de salud cayera, entre 1991 y 1993, de 8,2 a 3,3 por ciento y el de educacion, de 17 a 5,8 por ciento.
Entretanto, los flagelos del hambre, la malaria, el colera, la enfermedad del sueno y el tifus matan diariamente un promedio de 94 ninos menores de cinco anos y no existen cifras certeras sobre el total de victimas en la generalidsad de la poblacion.
El hambre es, segun Da Costa, el principal motivo del alarmante crecimiento de la delincuencia.
Luanda, considerada incluso durante la guerra como uno de los lugares mas seguros de Angola, es hoy una ciudad de alto riesgo, donde el hambre, el miedo y las enfermedades constituyen el alimento principal de la delincuencia y la corrupcion.
Un mes de salario medio alcanza para una comida diaria. Familias enteras sobreviven con vasos de agua azucarada y un platillo de arroz condimentado por dia y, segun las ONG que actuan en Angola, como en todas las guerras, las principales victimas son los ninos.
La prostitucion infantil es alentada por muchos padres, que lanzan a las calles de Luanda a ninas de 10 o 12 anos a ofrecerse por un pastel de arroz, "y como si esto no bastase, cronicamente los policias y militares las violan, las torturan y muchas veces las matan", afirma Da Costa.
Estudios de la ONU indican que Angola es la zona de mayor sufrimiento infantil del mundo.
Segun Jose Luis Mendonca, funcionario del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Luanda, 60 por ciento de los ninos vieron torturar y matar personas.
Anade que 40 por ciento fueron victimas de palizas, prisiones, abusos y raptos, 33 por ciento sufrieron heridas por esquirlas de bombas, 24 por ciento son invalidos o mutilados, parciales o totales, y 95 por ciento de la poblacion infantil estuvo expuesta a tiroteos, bombardeos e incendios.
Estos ninos "presentan danos psicologicos profundos, ansiedad, miedo a que la guerra regrese, insomnio, depresion, dolores de cabeza y de estomago, panico, desorientacion, intolerancia, tristeza y desinteres por la vida", dijo Mendonca en entrevista al matutino lisboeta Publico.
Los ninos de Angola, segun Da Costa, quedaron para siempre marcados por los dantescos escenarios en que vivieron durante la guerra civil: sus dibujos reproducen bombas que explotan, sangre que fluye de heridas, bebes llorando, cuerpos desmembrados y madres que son ahorcadas. (FIN/IPS/md/ag/ip/95