Lentamente las principales cuencas hidrograficas de America Central se mueren producto de la deforestacion y se avizora un panorama de fuertes sequias y racionamientos energeticos en la region.
De las 17,4 millones de hectareas de bosque que tiene el istmo, 416.000 son deforestadas cada ano a consecuencia de las presiones migratorias, los cultivos agricolas y la tala de arboles.
Este proceso mantiene en crisis las 49 cuencas hidrograficas de la subregion, afectadas por problemas de erosion de suelos, sedimentos, contaminacion de aguas, cambios del regimen de precipitaciones y perdidas de especies animales y vegetales.
Roberto Flores, un investigador chileno que estudia el deterioro del medio ambiente en America Central, dijo a IPS que la presion que se ejerce sobre los bosques es tan fuerte que "se esta poniendo en peligro la biodiversidad de la region".
Flores, quien junto a otros expertos costarricenses estuvo esta semana en Tegucigalpa impartiendo un taller de Cultura de Paz, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, senalo que si no se toman acciones energicas, las sequias y racionamientos de electricidad seran frecuentes a lo largo y ancho del istmo.
Promovido por el Programa de Cultura de Paz y Democracia de la Universidad para la Paz, un organismo de las Naciones Unidas, el seminario apunto a alertar a pobladores de las comunidades, estudiantes, periodistas y grupos humanitarios sobre la importancia del cuidado del medio ambiente en el area.
De acuerdo a estudios de la Universidad para la Paz, en los ultimos 20 anos la superficie destinada a explotacion forestal comercial y a cultivos de exportacion como banano, cafe y algodon paso de 800.000 a 1,7 millones de hectareas.
Esa tendencia incide fuertemente en la preservacion de las cuencas hidrograficas, impactadas por una masiva afluencia de sedimentos, alteracion de caudales de los rios y cambios en los regimenes pluviometricos.
Segun Flores, la deforestacion en las partes altas de las cuencas es una de las causantes de las inundaciones, sequias, perdida del potencial productivo agricola forestal y de la biodiversidad registradas en los ultimos anos en America Central.
"El potencial hidroenergetico de la region se encuentra seriamente amenazado por el avance de las fronteras agricolas sobre las reservas energeticas", advirtio.
Costa Rica, por ejemplo, cuenta hasta ahora con solo 26 por ciento de su territorio con cobertura forestal, contra 72 por ciento hace 30 anos.
El gobierno analiza la posibilidad de paralizar temporalmente la central hidroelectrica de la represa de Arenal, por el bajo nivel de sus aguas.
Honduras, Nicaragua y El Salvador se vieron obligados en 1994 a aplicar drasticos racionamientos de energia por la reduccion de los volumenes de agua de sus principales represas.
En El Salvador, 98 por ciento de los bosques primarios han sido talados y mas de 50 por ciento del territorio – – unos 20.000 kilometros cuadrados – – sufre de una severa erosion.
En Honduras, el rio Motagua, que sirve de frontera natural con Nicaragua, perdio en las ultimas tres decadas 50 por ciento de su caudal a causa de la sedimentacion.
Un documento elaborado por Flores que sirvio de base para el taller senala a Panama como el pais que presenta los indices mas preocupantes en cuanto a desproteccion de cuencas hidrograficas.
Segun el estudio, en la cuenca donde se encuentra el Canal de Panama la cobertura boscosa se redujo de 80 a 20 por ciento.
Los remanentes de bosques estan siendo talados a un promedio de 2.000 hectareas por ano y, de persistir la tendencia, para el ano 2000 la cuenca estara deforestada y el periodo de vida util del canal sera de 25 anos.
Para el investigador chileno, esta radiografia solo "advierte la gravedad del asunto, que sin duda tiene sus repercusiones sobre los indices de salud, trabajo y nutricion que tienen los 30 millones de centroamericanos".
"La gente toma el medio ambiente como un juego pero no entiende que con su destruccion contribuye a disminuir su nivel de vida y, lo que es mas doloroso, aumenta su nivel de miseria", dijo.
En Guatemala, solo entre 1987 y 1988 se destruyeron 42.600 hectareas de bosque, 16 veces mas que entre la 1962 y 1978. (FIN/IPS/tm/dg/en/95